Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

miércoles, 30 de marzo de 2016

Luto por un amigo

El día 26 de este mes de marzo se cumplen cinco años de la muerte de uno de los íconos de la literatura sudcaliforniana. Poeta que hizo del soneto su fuente de inspiración, forma parte de la trilogía de artistas de este solar, junto con Filemón C. Piñeda y José Alberto Peláez Trasviña.

Néstor Agúndez, todosanteño de cepa, entregó lo mejor de si mismo a ese pueblo, en su triple carácter de maestro, promotor social y difusor de la cultura regional. Fueron más de cuarenta años los que dedicó a forjar la imagen de una comunidad, una de las que  guardan mejor las tradiciones de nuestro pueblo.

En su último reducto, la Casa de la Cultura Siglo XXI, mantuvo hasta el límite la defensa de lo nuestro, oponiéndose a intereses ajenos y con una actitud que a veces rayaba en la intolerancia. Pero así era Néstor y por eso se le admiraba.

Fue un amigo de los buenos. Lo conocí cuando fuimos a estudiar en la Escuela Normal Superior de Tepic, Nayarit, allá por los años cincuenta del siglo pasado. En ese entonces hubo un grupo de maestros todosanteños con afanes de superación que se inscribieron en esa escuela: César Moreno Meza, Esteban Pérez Espinoza y Manuel Salgado Guluarte.

Me sirvió mucho la amistad con él. Cuando lo visitaba en la Casa de la Cultura siempre tenía tiempo para atenderme. Y para platicarme largo y tendido sobre la historia de Todos Santos, de sus anécdotas y sus personajes notables. Por cierto, para guardar su memoria, pidió a las antiguas familias fotografías de su época las que hizo colocar en una sala del recinto. ..”Aquí están —me decía— las mujeres y los hombres que han forjado a este pueblo”.

Néstor era un hombre orgulloso, pero tenía por que estarlo. Era un personaje que no tenía miedo a decir la verdad. Por eso, muchas veces se encontró con la incomprensión y la indiferencia de los que tenían poder para ayudarlo. Pero,  pesar de todo seguía adelante, por que hizo de la terquedad uno de sus sellos distintivos.

El pesimismo no formó parte de su carácter. Su optimismo lo tradujo en cantarle a la vida, a la naturaleza, a la amistad, al amor. Andan por ahí varias publicaciones que hablan de su vida y su obra, especialmente de los miles de sonetos que compuso que dan fe de su extraordinaria inspiración.

Néstor hizo de la amistad un puente de luz para darse a conocer y que los demás supieran de él. Su correspondencia epistolar con muchas personalidades mexicanas y extranjeras fue el camino para que conocieran su obra poética, pero también de su calidad humana y de su bonhomía. Fue también un portavoz de las bellezas de su pueblo, de su historia y sus tradiciones.

En su casa, a la que varias veces me invitó, engalanaba sus paredes con los reconocimientos y diplomas a los que se hizo merecedor. Y también fotografías de escritores famosos dedicadas a su persona, Pero, además, sobresalían varias litografías de un personaje al que siempre admiró: Don Quijote de la Mancha.

Desfacedor de entuertos como Alonso Quijano, siempre hizo gala de su libre albedrío. Su rebeldía ante el dogmatismo oficial lo demostró muchas veces en sus acciones. Como aquella ocasión en que colocó un busto del licenciado Colosio en el patio de la Casa de la Cultura, con la presencia de los padres de este distinguido político. Eran los tiempos en que un gobierno perredista estaba al frente de nuestra entidad.

Pero así era Néstor y así lo recordamos. Por eso, cuando las flores que el día 26 le llevaremos se mustien, todavía nos quedará su presencia inmanente en los poemas que escribió, esos que nos hablan de un hombre que trascendió más allá de lo cotidiano para dejar su huella en la literatura sudcaliforniana.

Marzo 25 de 2016

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