Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

viernes, 26 de agosto de 2016

Un policía mordelón

Abogado Bernabé Jurado
El lunes pasado, en la sección de Los Cabos, apareció en el periódico “El Sudcaliforniano” una gacetilla dando noticia de un agente de policía de la Piura, Perú, que al ser sorprendido recibiendo un soborno, se llevó el billete de 100 soles a la boca, lo mordió, lo masticó y se lo tragó con el fin de borrar las evidencias.

Los testigos y el fiscal le pidieron que escupiera el billete pero sabiendo las consecuencia se negó a hacerlo. De todas maneras fue puesto a disposición de la justicia para la investigación correspondiente. Pero a falta de la prueba principal lo más seguro es que la pena fue breve, aunque a lo mejor causó baja del departamento policíaco. 

El caso, por inédito, motivó que el gobierno emitiera leyes más severas para acabar con la corrupción, no solamente en la policía sino en todas las dependencias públicas. Este caso es semejante a otro que ocurrió hace muchos años en la ciudad de México.

Allá por los años cincuenta del siglo pasado existió un abogado litigante llamado Bernabé Jurado. Los que lo conocieron dieron fe de su forma elegante de vestir, de sus muchas conquistas femeninas, de los saraos que organizaba en su departamento a los que asistían políticos, abogados, artistas y, a veces, a personajes que tenían cuentas pendientes con la justicia.

Y es que Bernabé fue un abogado que se sabía de todas, todas. Actuó como de muchos acusados y logró su liberación. Lo señalaron muchas veces de defender a delincuentes, pero se justificaba diciendo que no importaba quien fuera siempre y cuando le pagaran sus honorarios que no eran pocos.

No era muy escrupuloso cuando se trataba de ganar veredictos a favor de sus defendidos. En una ocasión uno de sus clientes fue acusado de haber girado un cheque sin fondos por la cantidad de cien mil pesos. Durante el proceso, el juez sugirió que para exonerarlo del delito debería entregar el monto del documento expedido.

El llamado abogado del diablo, al escuchar el veredicto del juez, solicitó examinar el cheque pues según él la firma no era la de su cliente. Al tenerlo en sus manos, lo estrujó hasta hacerlo una bolita y se lo tragó. Entonces inició un alegado diciendo que como no existía la prueba del delito, el proceso debía suspenderse y declarar la absoluta libertad del acusado. Total, al fin de cuentas solamente se autorizaron cinco mil pesos como indemnización. Así se las gastaba Bernabé Jurado.

Quiero creer que el policía piureño se enteró de alguna manera de la acción ilegal del abogado mexicano y de cómo, a falta de pruebas, es difícil emitir una sentencia condenatoria. Lo malo es que fue en otros tiempos, si no Bernabé lo hubiera dejado libre.

José Ramón Garmabella, autor del libro “El güero Téllez, reportero de policía”, Incluye una semblanza completa de este personaje. Los últimos años de Bernabé fueron una tragedia. Acusado del robo de unas joyas tuvo que huir al extranjero, pero al regresar al cabo de varios años su prestigio se había acabado. Alejado de los tribunales se dio a la bebida y en un día aciago, después de una terrible discusión con su esposa, la asesinó y después se pegó un tiro en la sien. 

Agosto 23 de 2016.

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