Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

viernes, 12 de enero de 2018

Los regalos de dos amigos

Los últimos días del año pasado los pasé disfrutando de la lectura de dos interesantes libros, obsequios de la maestra Elizabeth Acosta Mendía y de mi compadre el profesor Ricardo Fiol Manríquez. El primero lleva por título “Paisajes y personajes de María Auxiliadora” de su autoría, y el segundo “México en la frontera del caos” del escritor y periodista Andrés Openheimer.

La maestra Acosta Mendía describe en su libro el proyecto colonizador en el territorio sur de la Baja California en los años de 1940 a 1944 por los sinarquistas y de la figura de Salvador Abascal, dirigente de ese grupo de campesinos que llegó al valle de Santo Domingo. Es un texto novedoso que está acompañado de numerosas fotografías de la estancia de estas familias en esa región de nuestra entidad.

A reserva de escribir un poco más sobre este tema, voy a explayarme con el contenido del libro de Openheimer, sobre todo porque hace referencia a la sublevación de los grupos indígenas en el estado de Chiapas conocido como Movimiento zapatista de liberación nacional, hecho que se inició el primero de enero de 1944, en la madrugada.

Liderados por el subcomandante Marcos, se apoderaron de San Cristóbal las Casas y otras poblaciones causando la muerte de policías y civiles que se enfrentaron a ellos. Justificaron su alzamiento debido a las condiciones de pobreza y marginación originadas por la falta de atención de las autoridades federales y estatales. Y los abusos de terratenientes y funcionarios que constantemente los despojaban de sus tierras.
El gobierno central —en esos años el presidente de la república era Carlos Salinas— enviaba recursos pero eran aprovechados por las autoridades locales bien para su beneficio o en obras de relumbrón. Se dio el caso de un Gobernador aficionado al basquetbol que mandó construir 1,700 campos de baloncesto en otras tantas comunidades indígenas. O la construcción de un hospital en la región de la selva lacandona que costó casi seis millones de dólares, institución que casi no funcionó por la falta de personal y equipo médico.

El levantamiento indígena tomó por sorpresa al presidente Salinas. Ocupado en divulgar la inmejorable situación de nuestro país, en especial por la firma del tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, no puso atención a los graves problemas que se vivían en el sureste, a pesar de que funcionarios de alto nivel le habían advertido del peligro de una insurrección en esa región de Chiapas. Por eso, cuando sucedió, el mundo se le vino encima y no hallaba la manera de resolver ese movimiento armado que dio al traste con su afán de hacer ver a México como un país del primer mundo.

En un principio ordenó que las fuerzas federales acabaran con la rebelión, y lo hubieran logrado. Pero ello motivaría la repulsa de la mayoría de las naciones y afectaría el tratado de libre comercio. Por eso, escuchando los consejos de sus funcionarios, entre ellos Manuel Camacho Solís, secretario de Relaciones Exteriores, optó por la vía de la paz y la amnistía. Para ello nombró al mismo Camacho Solís como comisionado de la paz entre el gobierno y el EZLN.

Openheimer aprovecha el momento, para comentar la situación política del país dado que en ese año de 1994 se llevarían a cabo las elecciones para presidente de la república. Hace mención del candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, de su asesinato en Tijuana por Aburto y de Ernesto Zedillo que lo sustituyó y se convirtió en el primer mandatario del país.

En el último capítulo titulado Caída y Resurrección, el autor hace mención de la inestabilidad política y económica de México motivada por la devaluación de diciembre de 1994. Una crisis que obligó a la clase gobernante a abrir los caminos de una mayor intervención de los partidos  que permitieran encauzar al país en sus vías de crecimiento.

Enero 11 de 2018.

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