Ayer,
por la mañana, frente a un banco de esta ciudad, saludé al ingeniero Alfonso
González Ojeda y a la par que nos congratulamos de poder hacerlo, me vino a la
memoria la época en que se reinstalaron los municipios en el entonces
Territorio Sur de la Baja California y a él le correspondió ser el primer
presidente del ayuntamiento de La Paz, en el período de
1972 a 1974.
Fueron
tiempos de gran actividad política, donde los pobladores de esta región
pugnaban por que se convirtiera en un estado más de la federación. Y como un
paso a sus anhelos, el presidente Luis Echeverría expidió el decreto para que
la entidad volviera a contar con los municipios desaparecidos desde el año de
1929.
En el
decreto se estableció que serían tres los municipios: Mulegé, Comondú y Paz,
comprendiendo este último toda la parte sur de lo que antes del 29 eran los
municipios de Todos Santos, San Antonio, Santiago y San José del Cabo. Era una extensa
superficie y una población de un poco más de 51 mil habitantes que tendría que
atender el recién creado ayuntamiento.
Con el
apoyo de cinco regidores, funcionarios de la administración y cuatro delegados
municipales, el ingeniero González Ojeda inició su gestión atendiendo los
asuntos en el edificio que anteriormente había sido el palacio municipal,
localizado sobre la calle 16 de septiembre. Y respecto al personal de apoyo, el
gobierno de la entidad le proporcionó los necesarios a fin de atender las
diversas dependencias del ayuntamiento.
Desde
luego, los funcionarios fueron elementos clave para el buen funcionamiento del
nuevo municipio. Tanto Antonio Wilson González como secretario general y
Antonio Manríquez Morales, como tesorero, supieron corresponder a la confianza
que en ellos depositó el presidente del ayuntamiento.
Lo
mismo se puede decir de los delegados: Filemón Rochín González, de Todos
Santos; Horacio Pérez Martínez, de San Antonio; Carlos Peláez Cota, de Santiago
y Héctor Palacios Avilés, de San José del Cabo. De estos, cuando se creó el
municipio de Los Cabos, en 1980, el primer presidente fue Palacios Avilés.
No fue
tarea fácil administrar el municipio de La Paz. Pero con la ayuda invaluable
del cuerpo de regidores se atendieron los diversos aspectos jurídicos sociales
y materiales que beneficiaran a la población. Así, el licenciado Guillermo
Mercado Romero como síndico y Agapito Duarte Hernández, Gilberto Márquez
Fisher, Manuel Salvador González Ceseña, Manuel Salgado Calderón y Teresa
Delgado de Moreno como regidores, atendieron mercados, comercio ambulante,
mantenimiento de calles no pavimentadas, servicio de limpieza, acción
deportiva, policía, parques y jardines y cementerios y panteones.
Cuando
González Ojeda terminó su mandato, el licenciado Ángel César Mendoza Arámburo,
electo gobernador del nuevo estado, en 1974, designó al ingeniero como secretario
de Desarrollo. Posteriormente ocupó otros cargos dentro de la administración
pública. Pero el hecho de haber organizado y administrado el funcionamiento del
primer ayuntamiento de La Paz a partir del año de 1972, lo sitúan en un lugar
destacado de la comunidad sudcaliforniana.
De
esos años se fueron forjando nuevas generaciones que incursionaron en la
política y llegaron a ocupar cargos públicos como Guillermo Mercado que fue
gobernador, Antonio Wilson como presidente municipal, y tanto Manuel Salgado
como Gilberto Márquez Fisher que fueron representantes populares en el congreso
local.
Y ya
ven lo que ocasiona un buen recuerdo, cuando saludé al estimado amigo, el
ingeniero Alfonso González Ojeda.
Febrero 02 de 2018.
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