martes, 5 de diciembre de 2017

Un taller de lectura y escritura

Ayer por la tarde acudí a la escuela secundaria 17 donde se lleva a cabo la Semana del Libro, evento organizado por las maestras María Guadalupe Lázaro Martínez y Karla Liliana Castro Camacho, responsables del Taller de Lectura y Escritura de esa institución educativa.
Con la presencia de padres de familia y los escritores invitados—Francisco López Gutiérrez, Ernesto Adams Ruiz, Omar Castro Cota y el que escribe y, por supuesto, los alumnos y maestros de la escuela, se inauguró la semana del libro —se cortó el listón simbólico— y se escuchó el mensaje del profesor Francisco Romero Martínez, director del plantel, quien con palabras emotivas explicó los fines educativos de ese evento.
Una semana donde habrá diversas actividades entre ellas danza contemporánea, conciertos, círculo de lectura, cine de arte y conferencias. En este primer día escuchamos la participación de la banda del gobierno del estado con interpretaciones de música clásica y la de una alumna que con excelente maestría ejecutó una danza moderna.
Cuando recibí la invitación la acepté con gusto, pues siempre guardo un buen recuerdo de mis tiempos de maestro en la escuela técnica 1, donde era director el bien recordado maestro Evodio Balderas. Después, a invitación suya, me fui a laborar al CECYT 62, de nueva creación, en el que impartí la materia de Taller de Lectura y Redacción durante siete años.
Con esa idea me presente a la inauguración de la semana del libro. Pero jamás me imaginé que a los escritores invitados les iban a rendir un homenaje con el otorgamiento de un diploma de reconocimiento y un regalo. En efecto, cuatro alumnas leyeron breves semblanzas de los cuatro escritores presentes, quienes a su vez agradecieron esa distinción y felicitaron a los organizadores de esa actividad cultural.
No conozco el programa del Taller de Lectura y Escritura que se lleva en esa escuela, pero me imagino que contiene actividades que tienen que ver con la adquisición del hábito de la lectura y la comprensión de ellas. Parece fácil lo anterior, pero en realidad requiere mucha dedicación de los maestros responsables dada la carencia de aptitudes e indiferencia de los alumnos.
Y esto lo digo por experiencia. Cuando fui maestro de esa materia en la preparatoria fue notable la deficiencia en el hábito de la lectura de los alumnos que tenía a mi cargo en las carreras de contabilidad, turismo y ventas. Y es que por la falta de programas adecuados en la enseñanza primaria y secundaria, la atención de formar el hábito de la lectura pasaba ignorado. Así, los estudiantes llegaban al nivel superior incluso a las universidades, sin llevar en su equipaje personal el gusto por la lectura y, desde luego, la ausencia de conocimientos que esta les proporciona.
Ahora, con la reforma educativa que se lleva a cabo a nivel nacional, creemos que este aspecto de la formación académica de los niños y jóvenes se iniciará —a los mejor ya— desde los primeros años de la escuela primaria y así, cuando accedan a instituciones de más alto nivel llevarán, como herramienta indispensable el hábito de la lectura y escritura que les facilitará, ni duda cabe, el paso exitoso en su preparación profesional.
Por lo demás, debo agradecer a los organizadores del Taller el reconocimiento que me otorgaron que dice: “Al escritor sudcaliforniano Leonardo Reyes Silva, por su destacada trayectoria en el arte de las letras y valiosa aportación a la cultura de Baja California Sur”. Y firman el profesor Francisco Romero Martínez, director del plantel y las maestras María Guadalupe Lázaro Martínez y Karla Liliana Castro Camacho, del Taller de Lectura y Escritura.
Lo que han hecho en la escuela secundaria técnica 17 es un buen ejemplo que debe repetirse en todas las instituciones educativas de ese nivel.
Ojalá y pronto recibamos la invitación de otra escuela, a la que acudiremos con mucho gusto. Su esfuerzo lo merece.

Diciembre 05 de 2017

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