domingo, 11 de diciembre de 2016

Una aventura intelectual

Diecisiete años no son cualquier cosa. En 1999, un reducido grupo de amigos con inclinaciones literarias fundamos una agrupación que recibió el nombre de Escritores Sudcalifornianos, con el carácter de asociación civil. Fue en el mes de abril de ese año y todos pensamos que iba a ser una aventura que no pasaría de unos pocos meses.

Pero no. Con el entusiasmo de tener un medio donde se podía dar a conocer la creatividad literaria de los socios el tiempo fue pasando, las reuniones se hicieron mensuales y las actividades culturales produjeron el reconocimiento de una parte importante de la población sudcaliforniana. Y lo mejor, la asociación fue reconocida por las instancias oficiales, en especial del Instituto Sudcaliforniano de Cultura que siempre nos ha brindado su apoyo incondicional.

A lo mejor fue por la calidad de nuestros compañeros escritores. A lo largo de esos 17 años, hemos tenido socios de gran relevancia en el mundo de las letras, como lo son, sin duda, Leonardo Varela, Omar Castro Cota, Fernando Vega Villasante, Alejandro Magallón Cosío, Raúl Antonio Cota y Juan Melgar Sánchez los que, por cierto, fueron socios fundadores de ESAC.

En los primeros años hicimos una atenta invitación a uno de nuestros mejores poetas, Néstor Agúndez Martínez para que formara parte activa de nuestra asociación, pero no aceptó, por lo que se le dio el nombramiento de Socio Honorio. Fue el mismo caso de Armando Trasviña Taylor, escritor de renombre internacional, que forma parte de ESAC.

No es cosa fácil mantener durante tantos años una asociación cultural como la nuestra. La cultura en cualquiera de sus manifestaciones, es un reflejo callado de las manifestaciones humanas que tiene que ver con las formas de ser y actuar de las personas o sociedades. Pero, por ello, es un pilar que identifica y le da sentido al desarrollo de los pueblos, como en su momento es la educación.

Las artes, cómo la literatura y otras afines, han acompañado a los mexicanos desde los tiempos antiguos, pasando por la época de la colonia, de la vida independiente y las etapas de la revolución. Netzahualcoyotl, Sor Juana Inés de la Cruz, Joaquín Fernández de Lizardi, Manuel Payno, Amado Nervo, Ramón López Velarde, Martín Luis Guzmán, Jaime Torres Bodet y Juan Rulfo, fueron poetas, novelistas y autores de cuentos que reflejan al México de todos los tiempos.

Y aquí, en Baja California Sur, aunque su historia no ha corrido pareja con el resto de la república, sí tenemos escritores de la talla de Leopoldo Ramos, Filemón C. Piñeda, Francisco Cota Moreno, José Alberto Peláez Trasviña, Guillermo Arambidez y Francisco Arámburo Salas.

Pero no todos los escritores sudcalifornianos se han dedicado al género literario. En la asociación tenemos historiadores de prestigio como Eligio Moisés Coronado y Gilberto Ibarra Rivera, cronistas como el que escribe, Rosa María Mendoza Salgado y Martín Avilés. Y tenemos también editores de revistas como en su tiempo Raúl Antonio Cota con La Cachora y en la actualidad Victaliano Sánchez con su revista digital “Puerto”.

Son muchos años los que ha vivido Escritores Sudcalifornianos, A. C. y de seguro serán muchos más si continúa el entusiasmo de sus integrantes. Ahora, con el aumento de su membresía, entre los que se cuentan noveles escritores como Juan Pablo Rochín, Jorge Chaleco, Raúl Cota Álvarez y Lourdes Anguiano y otros que tienen años en el ejercicio escritural como Boby García, Antonio Gil Flores, Elizabeth Acosta Mendía y Jesús Chávez Jiménez, ESAC continuará siendo parte de la gran cultura sudcaliforniana. Además el escritor y extraordinario promotor cultural, Rubén Sandoval, se integró recientemente como Socio Honorario.

Al menos por ahora, su dirigencia que está en manos de los compañeros Francisco López Gutiérrez, Víctor Ramos Pocoroba y Ernesto Adams Ruiz, su activismo permeará en la población de Baja California Sur.


10 de diciembre de 2016.

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