jueves, 12 de octubre de 2017

Una lamentable pérdida

Ayer, los medios informativos dieron una triste noticia: un incendio generado en el edificio que ocupa la Dirección Municipal de Cultura y donde también estaba el archivo general en la planta baja, acabó con gran parte del acervo documental que ahí se resguardaba.

El archivo tenía bajo su protección y conservación la documentación de las administraciones de los ayuntamientos de los últimos quince años y unos cuantos de los gobiernos de Adán Ruffo Velarde y Leonel Cota Montaño. De las administraciones anteriores no existen documentos, pues es del dominio público que se destruyeron o fueron a dar al basurero.

Y fue precisamente por este descuido que en el año de 2007 se creó el Archivo General Municipal, con el exclusivo fin de resguardar toda la documentación generada por las administraciones municipales. A partir de ese año se comenzó a inventariar los expedientes y clasificarlos conforme a las dependencias que los expidieron.

Nomás que el local proporcionado por el ayuntamiento no era de su propiedad sino que pertenecía al gobierno del estado. Fue por eso que en el periodo de gobierno de Estela Ponce Beltrán, el edificio fue requerido por las autoridades estatales y no hubo más remedio que desalojarlo. Lo malo es que se hizo con premura, por lo que los documentos ya clasificados fueron amontonados sin ton ni son y trasladados a la planta baja del local ocupado por la Dirección Municipal de Cultura.

En varias ocasiones visité el archivo en busca de información y me di cuenta que solamente una secretaria y el encargado lo atendían. Personal insuficiente para proseguir la clasificación y valoración de los documentos. Y claro, el ordenamiento de las cajas con expedientes estaba retrasado.

Pero aun así, las condiciones del inmueble no eran las apropiadas para la seguridad de los documentos, dado lo reducido de los dos espacios que ocupaban. Como persona interesada, insistí ante funcionarios del ayuntamiento que era necesario encontrar un local más adecuado, incluso construir uno para uso exclusivo de ese repositorio. Pero dadas las carencias financieras eso no ha sido posible.

Ahora, ante lo irremediable, es necesario saber cuántos expedientes desaparecieron y a que ayuntamientos correspondían y levantar el inventario de los que se conservan. Esto con el fin de informar a los funcionarios municipales y a los investigadores que asisten a ese centro cultural.

Fue el 20 de abril de 2007 cuando el boletín oficial del gobierno del estado publicó el acuerdo que creaba el Archivo General Municipal de La Paz, como encargado de la recepción, conservación, clasificación y depuración documental de las áreas y dependencias municipales. Además, la concentración de leyes, reglamentos, actas de cabildo y demás publicaciones inherentes al municipio de La Paz y del estado de Baja California Sur.

Me tocó en suerte ser el promotor y fundador del Archivo General del municipio de La Paz. De sortear muchas dificultades hasta lograr que el municipio tuviera un lugar donde se conservaran las acciones más relevantes de las administraciones pasadas y que esas acciones pudieran ser conocidas por los estudiantes e investigadores los que a  su vez las divulgarían a través de sus publicaciones.

Ahora, con la amarga experiencia de la pérdida de importantes documentos, hay que volver a insistir sobre la necesidad de contar con un local apropiado y seguro para el Archivo. La historia de La Paz y sus pueblos lo merecen. Para la memoria de nuestro pasado, vale la pena.

Octubre 12 de 2017.

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