martes, 6 de marzo de 2018

Un californiano de buena cepa

El domingo pasado recibí la visita del estimado amigo, el ingeniero Simón Óscar Mendoza Salgado, quien me traía a regalar un folleto de su autoría titulado “Francisco de Ulloa, importante personaje en la historia de California”. Lo leí con atención, sobre todo porque me recomendó le diera mi opinión sobre su contenido.

Desde luego, el texto está apegado a la verdad histórica avalado por la bibliografía que adjunta al final, lo mismo  los mapas que corroboran un aspecto importante de nuestro pasado que aclaran que esta tierra descubierta en 1533 no era isla sino península. Y que Ulloa, al recorrer los litorales del ahora Golfo de California en 1539, comprobó lo anterior.

Pero hay algo más en el folleto de Mendoza Salgado, cuando afirma que el nombre California se originó en la punta de la península a la que se comenzó a llamar Cabo California, lo que hoy se conoce como Cabo San Lucas. Con el paso de los años, el nombre se generalizó y así fue conocido a nivel mundial.

Al respecto, dice Carlos Lazcano, el historiador ensenadense, que a lo mejor se lo comenzó a llamar así, por la semejanza con los riscos de la leyenda de la isla Califerne poblada solo por mujeres y cuyas armas eran todas de oro. En efecto, los que llegan por barco a esa región, lo primero que divisan son los altos promontorios rocosos, entre ellos el famoso Arco de Cabo San Lucas.

Y en cuanto a su origen, 479 años atrás, el término California está siendo olvidado y en su lugar se publicita BajaSur. Por eso, Simón Óscar es enfático al decir: “Resulta inexplicable o más bien poco entendible, el cómo es que los gobiernos mexicanos no hayan realizado el rescate del histórico y mítico nombre de California, para la tierra que por más de cuatro siglos, prácticamente desde su descubrimiento, ostentó dicho nombre…”

A Mendoza Salgado lo conocí cuando, en compañía de otro estimado amigo, el ingeniero Genovevo Cota Haro coincidimos en un desayuno que aprovechó el primero para obsequiarme el libro “El campeador de la California” del cual es autor y editor. Y de ahí “pal real” como dicen los rancheros, me brindó su amistad y yo lo he reconocido como un californiano a carta cabal por todo lo que ha luchado en la conservación de nuestras costumbres y tradiciones.

Pero no solo son los textos que publica. Desde años atrás mantiene un blog con el nombre de www.californax.com en el que están incluidos aspectos de la flora y la fauna regional, de los usos de los rancheros, paisajes, leyendas, fotos antiguas, personajes, hechos históricos y mucho más. Es una página que niños, jóvenes y adultos deben visitar, para ampliar su visión de la riqueza cultural de nuestro pasado y el tiempo presente.

A lo mejor con un conocimiento más profundo de nuestra tierra podremos evitar que culturas ajenas hagan olvidar la nuestra, como es caso de la influencia cada vez mayor de los extranjeros que visitan o están radicados en diferentes lugares de nuestra entidad los que, por sus propias formas de ser y de sentir, las trasladan vía el turismo internacional.

Para ellos—y desgraciadamente para mexicanos malinchistas—la única California que existe es la de Estados Unidos y es por eso de que aquí le llamen BajaSur. Y debemos creer que es una corriente cada vez más generalizada, dado que la indiferencia de las autoridades al no poner remedio a este desacato, da pie para que se continúe olvidando el nombre de California.

Hace unos días al visitar una de las tiendas OXO, en una de las paredes exteriores apareció un cartel que dice: “Café BajaSur, delicioso”. Y las autoridades responsables de autorizar los nombres comerciales “Dónde están”.

Californianos de cepa como Simón Óscar hacen falta ante el avasallamiento de nuestra cultura. Cierto, la nuestra es centenaria y tiene raíces profundas de identidad, pero debemos protegerla y difundirla so pena de que pasados los años la añoremos por no haber sabido conservarla.

Marzo 06 de 2018.

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