Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

martes, 29 de enero de 2019

Las plantas milagrosas


La semana pasada la doctora Martha C. Reyes Becerril, investigadora del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, tuvo la amabilidad de obsequiarme la copia de un estudio relacionado con el uso del epazote en la alimentación de los peces y los resultados obtenidos después de varios meses de experimentación. Se trataba de saber los efectos de esta planta como antioxidante, la calidad inmunológica y su potencia antinflamatoria, de tal forma que los peces cultivados se desarrollaran en las mejores condiciones posibles. Y los excelentes resultados obtenidos son los que aparecen en el estudio de referencia.
                                                                                             
Para mí, lo confieso, fue una novedad. Yo sabía del epazote como planta medicinal y también que es utilizado como condimento en varios platillos de comida mexicana, pero hasta ahí. En ocasiones, unas hojas en una infusión me han servido para aligerar la molestia de la gripe y la flema que lo acompaña. O bien, machacando unas hojas de esa planta y pegarlas  en el lugar de un venenoso piquete de zancudo a fin de aliviar el dolor.

Pero, bueno, me pregunté “¿Porqué los responsables de esa investigación, Martha Reyes Becerril,  Carlos Angulo, Verónica Sánchez, Juan Vázquez Martínez, y Mercedes G. López escogieron esa planta para efectuar su trabajo de acuacultura? ¿Qué propiedades le encontraron a esa humilde planta de origen mexicano? Y como la curiosidad mató al gato, hube de explorar en Google a fin de salir de dudas.

Y vaya sorpresa que me llevé. Resulta que el epazote es de origen prehispánico, de la palabra “epaztli” que significa zorrillo por su aroma tan fuerte que despide. Pero eso es lo de menos. Resulta que es un estuche de monerías por las increíbles propiedades que le achacan, entre ellas que es antiparasitaria (se usa en té para los niños que tienen lombrices), antiinflamatorio en caso de enfermedades como las hemorroides, expectorante y además fortalece el sistema inmunológico. Cuando se padece de gases estomacales un poco de esa infusión las evita. En fin…

Por si fuera poco lo anterior en su composición química se encuentran carbohidratos, proteínas, fibras y grasas, además de vitaminas y minerales como el calcio, el potasio y el magnesio. De seguro todo esto lo sabían los investigadores del CIBNOR y fue por eso de la selección del epazote para sus experimentos. Cuando le pregunté a la doctora Martha como demostraron los resultados de su estudio, me miró entre burlona y sonriente antes de contestarme: “Abuelito, pero si tú fuiste testigo de ello”. ¿Cuándo?, le respondí. “¿Te acuerdas —me dijo— cuando te invité a comer a  mi casa para saborear un estofado de pescado que te supo tan sabroso? Bueno, pues eran peces alimentados con epazote, cultivados en los estanques de nuestra institución. Protegidos con las propiedades de esa planta crecieron sin problemas y ahora con ese método se pueden desarrollar donde quiera que se utilice la acuacultura para reproducirlos”.

— “Ah, caray —me dije— aguas con los científicos”. Resulta que esa investigación que fue enviada a una revista especializada a nivel mundial, después de un análisis cuidadoso de su contenido, se publica para conocimiento a todas las instituciones científicas existentes en el mundo. Y esto verdaderamente es una satisfacción para los autores y el propio CIBNOR.

Y aún hay más, como dijo un periodista. Resulta que ahora se pretende experimentar con los beneficios que producen algunas plantas como alimento en los animales domésticos, como es el caso del orégano en la dieta de las cabras. Yo sabía, porque me lo contaron unos rancheros, que en algunas regiones de nuestra entidad, los venados se alimentan de las hojas y tallos de esa planta. Y es por eso que cuando cazan uno de ellos la carne tiene un sabor especial lo que la hace más apetecible.

Experimentos aparte, aquí en nuestras regiones existen muchas plantas que sirven de alimento al ganado caprino y vacuno. Son las llamadas plantas forrajeras, como la vinorama, el tojil y el mauto, además de las cactáceas, (biznaga, choya y el nopal, como último recurso en tiempos de secas). La que no aparece como planta forrajera es la damiana, lo cual es una ausencia lamentable dadas las propiedades de que está revestida.

De mucho tiempo atrás se cuentan las hazañas de esta planta como generadora de energías sexuales, que es afrodisíaca y eficaz para la indolencia varonil. Un ranchero de la sierra de las Cacachilas se acostumbró a tomar diariamente varias tazas de té de damiana y todavía a los noventa años seguía activo reflejado en los 27 hijos que tuvo con su esposa, el menor de un año.

Apoyados en las propiedades maravillosas de la damiana, bien harían los científicos experimentar e incluir en la alimentación de los venados esa planta. Verían los resultados extraordinarios que se obtendrían: cientos y cientos de estos hermosos animales recorriendo los valles y montañas de esta región de nuestro país.

Pero la fama de la damiana no es de ahora sino de muchos años atrás. En 1884, un extranjero llamado CharKrafr cuando vivía en La Paz vendía un licor de damiana la que según él fortalecía las constituciones delicadas. Aseguraba que las plantas se reproducían en las costas, en los valles y en las serranías y la mejor era la que se daba en éste último lugar.

Ahora, el licor de damiana se prepara en una pequeña fábrica del pueblo de Todos Santos, para consumo por lo general interno. No sucede así con otra industria establecida en la ciudad de Guadalajara, donde se embotella en un envase de vidrio que tiene la imagen de bulto de una mujer desnuda con los senos al aire. Dicen los que se interesan en sus propiedades que se vende como pan caliente.