Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

jueves, 19 de mayo de 2022

LOS ORÍGENES DEL TOTALITARISMO

Anne Aplebaum, es la autora del libro “El ocaso de la democracia” en el que dice que las democracias occidentales están bajo asedio y el auge del autoritarismo, una cuestión que debería preocuparnos a todos.

La semana pasada en Letras Libres apareció un artículo titulado “Por qué debemos leer a Annah Arendt ahora” y lo justifica diciendo: “Cuando Los orígenes del totalitarismo” se publicó en 1951, el pesimismo de Arendt parecía exagerado para aquel momento de prosperidad. Setenta años más tarde, sus preocupaciones han cobrado una inquietante vigencia”.

El libro de Arendt se ubica dentro de las teorías normativas de las ciencias políticas, en especial analizando las corrientes contemporáneas dedicadas a estudiar las consecuencias de los socialismos y nacionalsocialismos. Estas teorías ponen su atención en la libertad individual y grupal frente al poder estatal. Y con el tema de la progresiva limitación de las libertades fundamentales a través de la manipulación de la ley.

En un detallado análisis, Annah ejemplifica los totalitarismos con los gobiernos de Stalin y Hitler. El desconocimiento de la ley, la anulación progresiva de los derechos y libertades civiles, la omisión de los derechos del hombre, son recursos utilizados por los gobiernos totalitarios para la dominación individual y social.

Alemania en la época del nazismo como Rusia con Stalin, promulgaron nuevas leyes no para buscar el bienestar de los individuos, sino más bien con el fin de someter a la sociedad a un nuevo poder. Annah enumera algunas de las características del totalitarismo: el dictador o líder totalitario debe mentir a fin de mantenerse en el poder, establece mecanismos de sucesión en caso de la falta absoluta del líder, asegurando el monopolio del poder; desprecia las riquezas naturales e industriales del país; la economía pasa a un segundo plano; anula de manera progresiva los derechos y libertades civiles y el establecimiento de un Estado permanente de ilegalidad.

Anne Aplebaum, es la autora del libro “El ocaso de la democracia” en el que dice que las democracias occidentales están bajo asedio y el auge del autoritarismo, una cuestión que debería preocuparnos a todos.

La semana pasada en Letras Libres apareció un artículo titulado “Por qué debemos leer a Annah Arendt ahora” y lo justifica diciendo: “Cuando Los orígenes del totalitarismo” se publicó en 1951, el pesimismo de Arendt parecía exagerado para aquel momento de prosperidad. Setenta años más tarde, sus preocupaciones han cobrado una inquietante vigencia”.

El libro de Arendt se ubica dentro de las teorías normativas de las ciencias políticas, en especial analizando las corrientes contemporáneas dedicadas a estudiar las consecuencias de los socialismos y nacionalsocialismos. Estas teorías ponen su atención en la libertad individual y grupal frente al poder estatal. Y con el tema de la progresiva limitación de las libertades fundamentales a través de la manipulación de la ley.

En un detallado análisis, Annah ejemplifica los totalitarismos con los gobiernos de Stalin y Hitler. El desconocimiento de la ley, la anulación progresiva de los derechos y libertades civiles, la omisión de los derechos del hombre, son recursos utilizados por los gobiernos totalitarios para la dominación individual y social.

Alemania en la época del nazismo como Rusia con Stalin, promulgaron nuevas leyes no para buscar el bienestar de los individuos, sino más bien con el fin de someter a la sociedad a un nuevo poder. Annah enumera algunas de las características del totalitarismo: el dictador o líder totalitario debe mentir a fin de mantenerse en el poder, establece mecanismos de sucesión en caso de la falta absoluta del líder, asegurando el monopolio del poder; desprecia las riquezas naturales e industriales del país; la economía pasa a un segundo plano; anula de manera progresiva los derechos y libertades civiles y el establecimiento de un Estado permanente de ilegalidad.

Varios países dirigidos por populistas y autócratas son, por sus características gobiernos totalitarios. China, Rusia, Corea del Norte, Turquía, Venezuela, Cuba, Nicaragua y nuestro país, México, está por incluirse. Pero debemos admitir que algunos de ellos han logrado avances económicos y tecnológicos como son los casos de China, Rusia y Corea del Norte.

En México, la implantación de una dictadura la ha frenado la pandemia del Covid-19, la crisis económica, los asesinatos, los feminicidios la inseguridad y las tensas relaciones con países del exterior. Y es que las dictaduras lo son en la medida que logran sortear los problemas sociales y políticos, aunque sea en menoscabo de los principios democráticos.

El analista Moisés Naim dice que “en todos los continentes las democracias se han debilitado, mientras que las dictaduras están en auge abarcando el 70 % de la población mundial”. Y esto ha sido motivado, entre otras cosas por la pandemia del Covid-19 y la crisis financiera mundial. A lo anterior hay que sumarle el grave problema del calentamiento global y el reciente encuentro bélico entre Rusia y Ucrania.

Ocupados en los asuntos de primer orden, muchos países desatendieron los caminos democráticos, y por ello un grupo de líderes autoritarios se apropió de gran parte de las democracias del mundo.

A Annah Arendt le llamaba mucho la atención la pasividad de tanta gente frente a las dictaduras; la disposición de creer mentiras y propaganda. Así, las masas “lo creen todo y no creen nada; creen que todo era posible y que nada era cierto”.

Tanto Annah Arendt en el pasado y Anne Aplebaum en el presente, plantean los graves problemas del totalitarismo y el ocaso de las democracias. Ayer como hoy se utilizan las teorías de la conspiración, la polarización social, el poder avasallador de las redes sociales e incluso el sentimiento de nostalgia por el pasado. Para allá va México si nos descuidamos.

Mayo 18 de 2022.

domingo, 15 de mayo de 2022

LOS SALDOS DE UNA CONMEMORACIÓN

Han pasado 487 años y nuestra ciudad recordó el arribo a esta península de Hernán Cortés el 3 de mayo de 1535 y del nombre que le puso al sitio donde desembarcó: Puerto y Bahía de Santa Cruz. Así se asienta en el acta de posesión que ha llegado hasta nuestros días.

Como en años recientes, los actos conmemorativos fueron semejantes. Simulacro del desembarco de Cortés cada vez con más de ficción que realidad, las conferencias a cargo de historiadores como Eligio Moisés Coronado, Carlos Lazcano y Cristian Duverger, exposiciones y un conversatorio en el Centro Municipal de las Artes. Además, los eventos artísticos en el malecón en los primeros días de mayo.

Y respecto a la fundación de nuestra ciudad, el historiador Pablo L. Martínez aseguró que fueron cinco las fundaciones, la primera en 1535, la segunda en 1596 por Sebastián Vizcaíno quien le puso el nombre de La Paz, la tercera por Isidro de Atondo y Antillón en 1683 que la llamó Nuestra Señora de Guadalupe de California, la cuarta cuando el padre jesuita Jaime Bravo fundó la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz en 1720 y por último la quinta, con los primeros colonos que se establecieron en forma definitiva en este lugar, en 1811.

A la fecha existe la duda sobre el lugar o lugares de la bahía de La Paz donde hicieron contacto con los indígenas, aunque es de creerse que fue a un lado donde había agua, la necesaria para satisfacer las necesidades de los nativos. Ninguno de los supuestos fundadores dejó indicios de ellos, por lo que pudo ser en la desembocadura de los arroyos que atraviesan la ciudad y de los palmares, como los mentados “palmares de Abaroa”

Corre la versión de la existencia de un antiguo pozo a un lado del arroyo que desemboca a un lado del hotel Los Arcos construido por los acompañantes de Cortés, mismo que surtió de agua durante un poco más de un año que permanecieron en el lugar. Y caso parecido fue cuando el padre Jaime Bravo fundó la misión: “Reconociose también paraje a propósito para fundar la misión iglesia y vivienda, que se halló muy a propósito en una loma alta, que domina las playas a tiro de escopeta corta del aguaje, y de suelo duro y llano con un mesa muy espaciosa”.

En el año de 1683, Isidro de Atondo y Antillón dijo en sus memorias que “Hallaron un pozo de agua dulce, que por orden de dicho señor almirante se ahondó y alegró de modo que mana bastante agua para la gente, y un palmar que tendrá como hasta doscientos, de los cuales el señor almirante mandó cortar una y que se labrase en ella una santa cruz y se pusiese sobre un cerrito como a un tiro de arcabuz de la orilla”.

Todo lo anterior nos da una idea del lugar donde Fortún Jiménez desembarcó y también Cortés, quien debió haber encontrado los restos y equipo de los marinos que perdieron la vida a manos de los indígenas. Así también lo debió haber hecho Sebastián Vizcaíno y tantos otros que llegaron antes de la llegada de los misioneros jesuitas en el año de 1697.

En mis libros “La Paz y sus historias” y “Aconteceres de Baja California Sur”, hago mención de Hernán Cortés y su permanencia en Santa Cruz. Y en referencia a la conmemoración, escribí “Son los días en que se menciona a Hernán Cortés, como el personaje principal de ese hecho histórico. Pero pasados los festejos nadie se acuerda de él, como si ello y el reconocimiento estuvieran vedados para los bajacaliforniianos”.

El hecho mismo de dar a conocer al mundo esta nueva tierra descubierta y sus propósitos de colonización lo hacer merecedor a algo más que los festejos anuales. Después de más de 500 años de la leyenda negra forjada a su alrededor, criticando lo bueno o lo malo de sus acciones, los habitantes de la península California debemos honrarlo como lo que fue: el fundador de la ciudad de La Paz.

En el remozado malecón existen varios lugares apropiados para levantar un monumento a su memoria, pero quizá el más adecuado sea en la desembocadura del arroyo frente al hotel Los Arcos. Espero vivir para contemplarlo. 

Mayo 11 de 2022.

jueves, 5 de mayo de 2022

LOS DIMES Y DIRETES EN EL CONGRESO DE LA UNIÓN

“Han pasado veinte años y sin embargo los fantasmas que surgieron en 1988 aún parecen rondarnos: van y vienen, ríen ante nosotros; se escabullen, vuelven a brincar en el momento menos pensado; se revuelcan recordándonos que ahí siguen, que no han desaparecido y que todavía tienen arrestos para hacernos tropezar” (Martha Anaya, prólogo de su libro “1988, el año en que calló el sistema”).

En ese año, la sucesión presidencial estaba en disputa entre Carlos Salinas de Gortari, del PRI, Manuel J. Clouhtier, del PAN y Cuauhtémoc Cárdenas, del Frente Democrático Nacional. Las elecciones del 6 de julio de 1988 corrieron a cargo de la Comisión Federal Electoral que presidía su presidente José Newman Valenzuela, registro dependiente de la Secretaría de Gobernación cuyo titular era Manuel Bartlett Díaz.

La participación ciudadana fue normal fuera de pequeños incidentes que no llegaron a mayores. Pero el problema se inició cuando, en espera de los resultados, la computadora central dejó de funcionar y con ello la recopilación de las votaciones de todo el país. Lo anterior originó la desconfianza de los partidos opositores al PRI y al gobierno de Miguel de la Madrid acusándolos de “callar el sistema” a fin de darle el triunfo a Salinas.

Desde esa época, la institución encargada de los comicios fue objeto de críticas sobre todo por la intervención del gobierno en ellas. Ello dio origen a una reforma en el año de 1990, con la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) junto con una nueva legislación reglamentaria que fue el Código Federal de instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE).

Sin embargo, el IFE todavía era controlado por la autoridad federal dado que el presidente del Consejo lo fue Francisco Gutiérrez Barrios, en ese entonces Secretario de Gobernación. No fue sino hasta el año de 1996 cuando alcanzó su independencia plena respecto al Poder Ejecutivo. El Consejero Presidente fue un ciudadano elegido por las dos terceras partes de la Cámara de Diputados.

Al IFE le tocó organizar las elecciones federales para presidente de la república en el año 2000, cuando por primera vez en más de 70 años hubo alternancia en el poder con la llegada de Vicente Fox Quezada del Partido Acción Nacional. Y también en el 2006 con el triunfo de Felipe Calderón, también del PAN. Por cierto, esa elección fue la más competida en la historia moderna de México.

Luis Carlos Ugalde, Consejero Presidente del IFE, escribió un libro en el que dio a conocer las singularidades de esa elección, más que nada por el estrecho margen de ventaja del candidato Felipe Calderón sobre Andrés Manuel López Obrador, del PRD. De los resultados, tanto Calderón como López Obrador estaban prácticamente empatados. “La elección estaba tan cerrada que el conteo rápido del Instituto Federal Electoral era incapaz de identificar con plena certeza, cuál de los dos candidatos había triunfado en la elección para Presidente de la República”.

Después de varios días de protesta por parte del PRD por la tardanza en emitir el fallo, los resultaos fueron 15 millones 284 votos para Felipe Calderón y 14 millones 756,350 votos para López Obrador. Una diferencia de 243, 934 votos. Así las cosas, el Tribunal Electoral declaró válidas las elecciones y como Presidente de la República a Felipe Calderón.

En el mes de febrero de 2014 se creó el Instituto Nacional Electoral en sustitución del IFE. Su primer presidente fue y lo sigue siendo Lorenzo Córdoba Vianello y a él le tocó organizar las elecciones en el año de 2018 con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador para la presidencia de la república.

A partir de 1988, cuando se “cayó el sistema” se iniciaron las protestas en contra de las autoridades electorales y prosiguieron en el 2000 y en el 2006. Los diputados y senadores de los partidos unos a favor y otros en contra, como dice la canción “se agarraron a balazos” defendiendo a sus candidatos. Y ese encono vuelve a presentarse en la presente administración de López Obrador, con motivo de la revocación de mandato, la reforma a la ley eléctrica, la ley minera y en estos días las reformas al Instituto Nacional Electoral.

La semana pasada el diario El Universal organizó un homenaje a Porfirio Muñoz Ledo con la presencia de connotados personajes de la vida política de nuestro país, entre ellos Ricardo Monreal, Beatriz Paredes Rangel, Ifigenia Martínez, Diego Valadez, Lorenzo Córdoba, Amalia García y Dante Salgado. Al tomar la palabra Diego Valadez dijo, entre otras cosas: “Hoy padecemos los efectos de un declive institucional que dificulta la gobernabilidad y con ello se enconan fenómenos como la corrupción, la violencia, la injusticia y la desigualdad. La degradación progresiva de las instituciones tiene como causa el hiperpresidencialismo, que se ha vuelto un obstáculo para la gobernabilidad democrática de México”.

Un buen mensaje para tirios y troyanos que andan a la greña en el Congreso de la Unión. 

Abril 04 de 2022.