En días pasados tuvimos la visita de Marcelo Ebrard, Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum, las tres corcholatas aspirantes a ser el coordinador (a) de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, y sólo faltan de presentarse Ricardo Monreal, Gerardo Noroña y Manuel Velasco en fecha aún no programada.
Cada uno de los tres primeros, además de la publicidad en bardas y espectaculares, invitaron a sus simpatizantes a estar presentes en el acto de proselitismo a fin de dar a conocer sus intenciones de encabezar la coordinación, misma que al decir de la opinión pública, no es otra cosa que convertirse en el candidato de Morena a la presidencia de la república.
En efecto, la tarea del coordinador es recorrer el país para hablar con los ciudadanos, realizar eventos masivos y, desde luego, asegurar su posicionamiento ante el electorado. Anteriormente esta figura se llamaba Promotor de la Soberanía Nacional y la integraban, entre otros, Delfina Gómez, David Monreal, Armando Guadiana y Cuitláhuac García.
El mensaje central emitido por los coordinadores es compartir información del movimiento y crear conciencia sobre la importancia de defender la grandeza de la nación que encabeza el presidente López Obrador. Uno de sus slogans principales es ¡Qué siga la transformación!
Por disposición de su partido deberían evitar hacer propuestas y opiniones respecto a las maneras de gobernar, no conceder entrevistas a medios de comunicación opuestos a la 4t y todo lo que pudiera considerarse como campañas electorales a fin de no trasgredir las leyes al respecto.
Lo han cumplido en parte, porque por ejemplo, Ebrard ha propuesto medidas para acabar con la inseguridad y las bandas de narcotraficantes. Por su lado, Claudia ha concedido entrevistas, una de las últimas en esta ciudad de La Paz al diario El Sudcaliforniano, en la cual planteó el problema de la escasez del agua en la entidad. Pero a la corcholata preferida del presidente le va mal en las entrevistas, porque no está acostumbrada a que la cuestionen y entonces responde con altanería. Si de por sí su agrio carácter y la falta de carisma ha ocasionado el poco respaldo de la ciudadanía, si no es por el método tradicional del acarreo y el reparto de tortas y refrescos.
Los frenos a sus opiniones difieren en mucho a los que emiten todos los días los precandidatos del Frente Amplio por México, en especial la senadora Xóchitl Gálvez quien no tiene pelos en la lengua para decirle sus verdades al presidente. Y más ahora que sin respeto a su investidura y en clara desobediencia a la ley, la insulta y se mofa de ella a través de las mañaneras.
Otros, como Santiago Creel y Enrique de la Madrid también han sido blanco de los ataques de Morena y del propio presidente, pero el primero, un viejo zorro de la política, se ha puesto al tú por tú con López Obrador, mientras que de la Madrid es más comedido por aquello de estar bien con todos.
De todas formas como lo pinten, la contienda política se antoja novedosa sobre todo por la fórmula del Frente Amplio por México, con la participación de las organizaciones sociales y los tres partidos políticos involucrados, el PAN, el PRI y el PRD. Además, con la promesa de integrar un gobierno de coalición, como el más conveniente para la permanencia del régimen democrático de nuestro país.
Con los desatinos de López Obrador, con la oposición de muchos medios de comunicación incluyendo las redes sociales, con la parálisis de las corcholatas y con la gran aceptación popular de la senadora Gálvez, el futuro de la elección del próximo año se antoja promisorio para el Frente, aunque como varios analistas predicen, existe la duda que el presidente, convertido en autócrata, invalide las elecciones.
Lo hecho en el pasado lo puede hacer en el presente con el lamentable desgarramiento de la república. Tengamos cuidado.
Julio 26 de 2023.