Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

jueves, 23 de diciembre de 2021

ALTAMIRANO Y LA NAVIDAD

Este mes de diciembre, como los anteriores, tiene singular presencia en procesiones, posadas, reuniones familiares, asistencia a comercios para comprar regalos, en fin un mes donde aprovechando las vacaciones de fin de año, la gente tiende a disfrutar estos días de la mejor manera. Pero todo lleva a un fin para la grey católica: los festejos de la Noche Buena, Navidad y Año Nuevo.

Recordar el nacimiento de Cristo se ha convertido en una tradición religiosa que se remonta muchos siglos atrás, desde la época del dominio del imperio romano en los pueblos de Judea. Allí, en uno de ellos llamado Belén nació quien con el tiempo se convertiría en el guía de una religión que permanece inalterable en el presente.

La parafernalia alrededor de este acontecimiento ha dado origen múltiples obras literarias —cuentos, leyendas, poemas, novelas y ensayos— que recrean el nacimiento de Cristo y sus avatares posteriores. Algunas novelas como Quo Vadis, Ben Hur, Fabiola también conocida como La iglesia de las Catacumbas, han sido desde la segunda mitad del siglo XIX lectura obligada para los que desean recrear los tiempos en que tuvo lugar el nacimiento de la religión cristiana.

En nuestro país Ignacio M. Altamirano escribió la novela “La Navidad en las montañas” en el año de 1871, durante la época más convulsionada de nuestro país por la Guerra de Reforma y de la Intervención francesa. El argumento de la novela describe a un capitán del ejército liberal que llega a un pequeño poblado localizado en la zona montañosa y el encuentro con el cura del lugar, quien convertido en un verdadero misionero de Cristo, convierte ese lugar en un pequeño paraíso donde la fraternidad y la convivencia son sus rasgos distintivos.

Coincide su llegada con los festejos de la Noche Buena y la Navidad por lo que le toca presenciar y escuchar las pastorelas y los villancicos, además de las tertulias de la gente del lugar. Por cierto, Altamirano confiesa que esta novela la escribió a instancias de un amigo suyo quien lo tuvo secuestrado durante tres días hasta que la terminó.

Los festejos de la Navidad están íntimamente relacionados con el origen del cristianismo y por eso existen múltiples textos que se refieren a la vida de Jesús, sobre todo originados en el siglo pasado. La mayoría de ellos fueron escritos por extranjeros, entre los que destacan “Un judío marginal: nueva visión del Jesús histórico” de John Meier. Este texto es el más completo sobre la vida de este profeta ya que comprende cuatro tomos sobre la vida de Jesús, sobre sus raíces, su contacto con San Juan Bautista, sus compañeros y la interpretación de su mensaje.

Otros autores han descrito el perfil humano de Jesús a través de sus obras, describiendo al hombre de carne y hueso, con sentimientos, defectos y virtudes. Así lo hacen Hans Kung en su libro “Jesús”, José Samaniego con su obra “El evangelio según Jesucristo” y R. Aguirre quien junto con C. Bernabé publicaron “Qué se sabe de Jesús Nazaret”.

Desde luego debo mencionar a los cuatro evangelios que hablan de Jesús en el nuevo testamento de la Biblia, donde San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan dan sus testimonios de la vida del profeta judío. Y de María Magdalena, la mujer que acompañó y ayudó a Jesús en sus peregrinaciones y estuvo presente en su sacrificio y en su resurrección.

Desde el punto de vista religioso es costumbre celebrar varias misas de Navidad. Así, la noche anterior (nochebuena) se celebra la Misa de Gallo conocida también como Misa de Medianoche. Así También la Misa del Día en la que el papa en la basílica de San Pedro bendice a todo los fieles, bendición conocida como Urbi et Orbi (a la ciudad –Roma—y al mundo.

Y la pregunta obligada ¿Ya compró los regalos para su familia y amigos cercanos? Ayudan para hacer más feliz la Navidad.

Diciembre 22 de 2021.

domingo, 19 de diciembre de 2021

WELCOME. ALL SAINTS

El sábado pasado mi hija Martha Patricia me invitó a viajar a la población de Todos Santos con la intención de llegar al vivero que tiene el buen amigo Heriberto Parra Hacke. En ese lugar Paty compró varias plantas pequeñas y a mí me regaló una de ellas llamada Corona de Cristo.

Tuvimos tiempo para recorrer la calle principal donde se encuentra el hotel California y comercios donde se venden artesanías, joyería fina, ropa y restaurantes. Todo con el mismo fin: atender al turismo mexicano, pero en especial al extranjero porque, al menos en esa calle, quizá por ser fin de semana, vimos muchos norteamericanos recorriendo las aceras, algunos mayores de edad.

Al pueblo de Todos Santos lo conocí allá por los años de los sesenta del siglo pasado. Me enteré de su historia y de las mujeres y los hombres que han forjado a través de su trabajo ese lugar, uno de los más hermosos de nuestra entidad.

En tres de mis libros escribí crónicas referentes a esa población, sobre todo al que titulé “La Paz y sus historias” en el que incluí un artículo mencionando sus orígenes y de cómo, a través del tiempo, su presencia ha sido significativa en momentos de salvaguardar la soberanía de este territorio de nuestro país.

Los patriotas todosanteños estuvieron presentes cuando en 1822 el corsario Lord Cochrane invadió San José del Cabo y un grupo de ellos llegó a Todos Santos pero fueron rechazados. O cuando el filibustero William Walker se apoderó de La Paz y patriotas de Todos Santos se aprestaron a combatirlo. Y en 1862 ofreció el contingente de sangre para luchar contra los franceses.

Ese fue Todos Santos en el pasado, pero ahora en el presente las cosas han cambiado. A principios de este siglo, Rossana Almada Alatorre publicó un ensayo sobre el imaginario colectivo cultural de esa población. Vaticinó en él la subordinación de la cultura local a la del grupo que pretende consolidarse como élite local: los norteamericanos.

Varios indicadores —dice Rossana— lo confirman: la presencia de extranjeros en la vida social del pueblo, el apropiamiento de los espacios céntricos, la compra de casas y terrenos y los negocios dedicados a la compraventa de bienes raíces. Y la influencia cada vez mayor del turismo norteamericano y extranjero.

De Todos Santos me traje dos cosas: una revista y una decepción. En varios comercios se obsequia la primera que lleva el nombre de “Journal del Pacífico” editada en inglés y español. En la parte superior de la portada dice: “The ULTIMATE GUIDE to Baja Sur Arts”. En sus páginas aparecen varios artículos de interés como el de la reutilización de la basura en los pueblos de Todos Santos y El Pescadero. Pero también en la publicidad se repiten ocho veces el término Baja refiriéndose a nuestra entidad. En el calendario de eventos culturales para el mes de febrero se anota el retiro anual “Escribiendo por la Baja”.

Y, desde luego, para no quedarse atrás, en el pueblo hay varios comercios con el nombre de Baja y ya estoy imaginando a la madre diciéndole a su hijo: “vete a la Baja y compra un litro de leche”. Y el niño con ese nombre ya sabe a donde ir.

No cabe duda, la invasión cultural extranjera llegó a Todos Santos, en eso de nombrar Baja Sur o Baja a nuestro estado. Creíamos que el problema estaba en el municipio de Los Cabos y ahí insistimos sobre la californidad como un recurso valioso para no olvidar que California es el vocablo que nos identifica. Allá hay defensores de lo nuestro, ahora es urgente que los haya en Todos Santos.

A mis lectores les extrañará el título de la presente crónica. A la entrada de un corredor comercial ubicado en la calle principal, se encuentra un letrero que dice: “exclusive-clothing, All Saints” (ropa exclusiva. Todos Santos). Así continúa la influencia extranjera, y si no ponemos remedio dentro de poco tiempo habrá otro letrero que diga: Welcome, All Saints.

Mientras tanto, las autoridades y la sociedad en general contemplan indiferentes la pérdida paulatina de nuestra identidad californiana. 

Diciembre 15 de 2021

viernes, 3 de diciembre de 2021

LA BAJA MIL Y LA TRANSPENINSULAR

El ingeniero César Kernz Pérez es el autor de un interesante libro titulado “Misioneros de acero. La transpeninsular, 1972-1973”, editado por el Archivo Histórico Pablo L. Martínez en este año de 2021. A mi buen parecer fue un acierto su publicación, porque además de narrar de forma amena su experiencia como empleado de la compañía constructora ICA, describe su estancia en la parte norte de nuestra entidad, en especial el pueblo de Santa Rosalía.

Comisionado para participar en la construcción de la carretera en el tramo de San Ignacio al poblado de Punta Prieta, lugar situado en el estado de Baja California, el ingeniero Kernz detalla los pormenores de esa obra de ingeniería, personal de apoyo y la maquinaria utilizada. Narra también los obstáculos a que tuvieron que enfrentarse, en especial la falta de agua para la compactación y que en esa zona desértica era difícil encontrarla.

En uno de los últimos capítulos hace mención de la carrera Baja Mil la que en 1973 le tocó presenciar y se enteró de ella. Dice que se organizó por primera vez en el año de 1967 promovida por el señor Ed Pearlman a través de la empresa NORRA (National off Road Racing Association)

En ese entonces, ante un territorio desolado un evento de esta naturaleza fue bien recibido por los habitantes de toda la península. Incluso no les llamó la atención sobre su nombre Baja Mil. Pero ahora, después de transcurridos un poco más de 50 años, todavía se organiza esa carrera con el mismo nombre olvidando que la península se llama Baja California.

Allá, en el estado de Baja California se han alzado voces, entre ellas la de Carlos Lascano, criticando duramente la realización de esta carrera. Y no solamente por el despectivo Baja, sino también por los destrozos que causan al medio natural. Y lo que parece incongruente, es que ahora, cuando nos oponemos a que nos llamen habitantes de Baja Sur y defendamos el vocablo California, nadie o quizá uno que otro ha llamado la atención para que esa carrera deje de llamarse Baja Mil. Y, además, que pueda suprimirse ya que son negocios ajenos que no benefician a nuestra entidad.

En un artículo que publicó en el periódico El Vigía de Ensenada años atrás, Lascano describió el daño ambiental que causan estas carreras: erosión, fragmentación de ecosistemas, perturbación de zonas florísticas y faunísticas, degradación de la tierra, contaminación del subsuelo, destrucción de hábitats y contaminación acústica. Y justifica lo anterior afirmando que “Baja California es una de las regiones naturales más hermosas, biodiversas y mejor conservadas del mundo”.

Tiene razón Carlos cuando se lamenta: “Baja California es una tierra única, si la impactamos jamás volveremos a tener otra. En lugar de hacerle culto a los vehículos depredadores, ¿por qué no rendirle culto a una Tierra que nos sustenta y nos da vida? Y recientemente, durante el Encuentro de Escritores efectuado a fines del mes pasado, Rebeca Gutiérrez Avilés en su poemario “De tus entrañas, madre” ratifica el amor a la tierra:

“De ahí nacimos tus ingratos hijos,

Al verte así sangrante, dándonos vida,

Me aterra olvidarme de donde he venido.

El ingeniero Kernz estuvo en California hasta fines de 1973, pues por disposiciones de los directivos de la ICA lo concentraron en la Ciudad de México. Atrás quedaron los recuerdos de una tierra agreste a la que supieron dominar para lograr la construcción de una carretera que abrió el camino para el progreso de los habitantes de la península.

Pero aparte de llevarse las mejores impresiones de esta tierra, se llevó también a la novia, una hermosa joven de Santa Rosalía a la que hizo su esposa y madre de sus cuatro hijos que llevan el apellido de Kernz Covarrubias.

El libro del ingeniero César Kernz Pérez se suma a otros anteriores como “La carretera Transpeninsular” de Ulises Irigoyen, publicado en 1943, “Al margen de la carretera transpeninsular” de El Colegio de México y el artículo “La California inventada” de Héctor Mendoza Vargas y Karina Busto Ibarra.

En cuanto a libros dedicados a Santa Rosalía están “Centenario de Santa Rosalía” de Roberto Gastélum Arce, y “Memorias de un cachanía” de Guillermo Castro Miranda. Y el de Juan Romero Gil, “Santa Rosalía, un pueblo que se negó a morir” 

Diciembre 1º de 2021.