Este mes de diciembre, como los anteriores, tiene singular presencia en procesiones, posadas, reuniones familiares, asistencia a comercios para comprar regalos, en fin un mes donde aprovechando las vacaciones de fin de año, la gente tiende a disfrutar estos días de la mejor manera. Pero todo lleva a un fin para la grey católica: los festejos de la Noche Buena, Navidad y Año Nuevo.
Recordar el nacimiento de Cristo se ha convertido en una tradición religiosa que se remonta muchos siglos atrás, desde la época del dominio del imperio romano en los pueblos de Judea. Allí, en uno de ellos llamado Belén nació quien con el tiempo se convertiría en el guía de una religión que permanece inalterable en el presente.
La parafernalia alrededor de este acontecimiento ha dado origen múltiples obras literarias —cuentos, leyendas, poemas, novelas y ensayos— que recrean el nacimiento de Cristo y sus avatares posteriores. Algunas novelas como Quo Vadis, Ben Hur, Fabiola también conocida como La iglesia de las Catacumbas, han sido desde la segunda mitad del siglo XIX lectura obligada para los que desean recrear los tiempos en que tuvo lugar el nacimiento de la religión cristiana.
En nuestro país Ignacio M. Altamirano escribió la novela “La Navidad en las montañas” en el año de 1871, durante la época más convulsionada de nuestro país por la Guerra de Reforma y de la Intervención francesa. El argumento de la novela describe a un capitán del ejército liberal que llega a un pequeño poblado localizado en la zona montañosa y el encuentro con el cura del lugar, quien convertido en un verdadero misionero de Cristo, convierte ese lugar en un pequeño paraíso donde la fraternidad y la convivencia son sus rasgos distintivos.
Coincide su llegada con los festejos de la Noche Buena y la Navidad por lo que le toca presenciar y escuchar las pastorelas y los villancicos, además de las tertulias de la gente del lugar. Por cierto, Altamirano confiesa que esta novela la escribió a instancias de un amigo suyo quien lo tuvo secuestrado durante tres días hasta que la terminó.
Los festejos de la Navidad están íntimamente relacionados con el origen del cristianismo y por eso existen múltiples textos que se refieren a la vida de Jesús, sobre todo originados en el siglo pasado. La mayoría de ellos fueron escritos por extranjeros, entre los que destacan “Un judío marginal: nueva visión del Jesús histórico” de John Meier. Este texto es el más completo sobre la vida de este profeta ya que comprende cuatro tomos sobre la vida de Jesús, sobre sus raíces, su contacto con San Juan Bautista, sus compañeros y la interpretación de su mensaje.
Otros autores han descrito el perfil humano de Jesús a través de sus obras, describiendo al hombre de carne y hueso, con sentimientos, defectos y virtudes. Así lo hacen Hans Kung en su libro “Jesús”, José Samaniego con su obra “El evangelio según Jesucristo” y R. Aguirre quien junto con C. Bernabé publicaron “Qué se sabe de Jesús Nazaret”.
Desde luego debo mencionar a los cuatro evangelios que hablan de Jesús en el nuevo testamento de la Biblia, donde San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan dan sus testimonios de la vida del profeta judío. Y de María Magdalena, la mujer que acompañó y ayudó a Jesús en sus peregrinaciones y estuvo presente en su sacrificio y en su resurrección.
Desde el punto de vista religioso es costumbre celebrar varias misas de Navidad. Así, la noche anterior (nochebuena) se celebra la Misa de Gallo conocida también como Misa de Medianoche. Así También la Misa del Día en la que el papa en la basílica de San Pedro bendice a todo los fieles, bendición conocida como Urbi et Orbi (a la ciudad –Roma—y al mundo.
Y la pregunta obligada ¿Ya compró los regalos para su familia y amigos cercanos? Ayudan para hacer más feliz la Navidad.
Diciembre 22 de 2021.
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