Fuimos muchos los que pensamos que el rechazo en las mañaneras a la senadora Xóchitl Gálvez no le iba a traer nada bueno al presidente López Obrador, sobre todo porque la senadora ha sido, junto con Lilly Téllez y Kenia López Rabadán —también senadoras— quienes desde la tribuna camaral y en una plataforma digital o en entrevistas, han criticado duramente el pésimo gobierno del primer mandatario.
Otro dicho “no hay mal que por bien no venga” se puede aplicar a la combativa senadora, pues de ahí la popularidad de Xóchitl alcanzó las distintas tapas de la sociedad, a tal grado que la ha considerado como una candidata que puede llegar a la presidencia de nuestro país.
Desde luego, el Frente Amplio Opositor —partidos y organizaciones civiles— ha impuesto normas a fin de elegir a la persona que, como candidato(a) participará en las elecciones presidenciales del próximo año.
Por principio, los dirigentes de los partidos PAN PRI y PRD y el Frente Ciudadano han aceptado la inscripción de los interesados en participar como precandidatos, quienes en primera instancia deberán reunir 150 mil firmas de adhesión, asistir a foros de confrontación de propósitos y esperar la realización de encuestas, todo ello para seleccionar a los tres finalistas que el 3 de septiembre, después de una elección primaria y una encuesta final, se definirá quien será el candidato de la oposición.
Al principio fueron 16 las personas interesadas en participar, pero luego de conocer las bases de la convocatoria, varios de ellos optaron por declinar su intención, entre ellos Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Damián Cepeda y Germán Martínez. Los que sí participarán son Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Xóchitl Gálvez, Francisco Javier Cabeza de Vaca, entre otros.
Para algunos comentaristas políticos el método elegido por el Frente Amplio Opositor resultó complicado por los requisitos que se exigen, el poco tiempo de que se dispone y lo difícil para algunos —como es el caso del empresario Gustavo de Hoyos— reunir las 150 mil firmas, en especial para los que provienen de las organizaciones civiles.
La simplificación del método lo acaba de dar López Obrador en su mañanera al declarar que Xóchitl Gálvez será la candidata de la oposición. Y al modo, como si no tuviera cola que le pisen, afirmó que se trata de un dedazo.
Y ahora, el presidente metiche se convertirá en el mayor enemigo de la senadora. Pero le van a salir ronchas porque Xóchitl no es una perita en dulce y como la ataquen, atacará. Por lo demás, y a como van las cosas, lo ideal sería que ya, el Frente se decidiera por tres de los mejores aceptados por la ciudadanía, como por ejemplo Xóchitl Gálvez, Santiago Creel y Enrique de la Madrid. Los tres tienen con qué derrotar a las corcholatas del presidente.
Sin despreciar las aptitudes políticas y el conocimiento de los problemas que aquejan a nuestro país, los demás harán bien, tal como lo hizo Germán Martínez, dejarle el camino abierto al que mejor reciba el apoyo popular y dejar en el olvido las encuestas, los foros y la elección primaria.
Además, si ya se sabe que la corcholata preferida del presidente es Claudia, porque entonces el Frente Amplio Opositor no declara como futuro candidato a uno de los tres: Xóchitl, Creel o de la Madrid. Y de la ilegalidad del proceso no hay que preocuparse, mientras el INE durmiendo en sus laureles, apapache al presidente y a sus corcholatas.
Julio 05 de 2023.