El maestro Sealtiel Enciso Pérez me invitó a estar presente en el Festival de la Antigua California y del “Día de la Californidad”, que se realizó el día 14 del presente mes de noviembre, en el Museo del Arte de esta ciudad.
En el contenido de la invitación se incluyó el objetivo principal que es “fortalecer la identidad y el amor por nuestra península, su historia, su cultura, tradiciones y sus maravillosas regiones naturales”. Además, esta conmemoración se une al “Día de la Californidad” en nuestra capital al igual que lo hacen las ciudades de Los Cabos y Tijuana.
En la ceremonia se hizo entrega de un reconocimiento por parte de la Sociedad de la Antigua California, a la doctora en historia Micheline Cariño Olvera, por su destacada trayectoria en el estudio y difusión de la California original.
La doctora Cariño Olvera es profesora investigadora en la UABCS y autora de libros, artículos y ensayos relacionados con la historia económica de Baja California. Particularmente ha dedicado parte de su investigación en dar a conocer la explotación perlera desde los tiempos de la colonia, de su pesca desmedida y la conveniencia de continuar con el cultivo de esa especie como un medio de elevar los ingresos de los pescadores de esta región del país.
Entre sus libros más conocidos figuran la “Historia de las relaciones hombre—naturaleza en Baja California Sur, 1500—1940”; “Vida y legado de don Gastón J. Vives, el primer maricultor de América”; El primer emporio perlero sustentable del mundo”, en coautoría con el doctor Mario Monteforte; “Sudcalifornia desde sus orígenes hasta nuestros días”, con la colaboración de distinguidos historiadores de la UABCS.
En el programa conmemorativo participó también Carlos Lazcano Sahagún, miembro importante de la Sociedad de la Antigua California y un defensor, al igual que nosotros, de la permanencia del vocablo California, tanto para la península como de nuestro Estado. Defensores ante la cada vez más intención de llamar a nuestro Estado como Baja y Baja Sur.
Ante la indiferencia de los que deben evitar estos atropellos a la historia peninsular, ya que el término California deviene de varios siglos atrás, cada día se utiliza el vocablo Baja en comercios, empresas, revistas turísticas, en los eventos deportivos, tal como sucede con la carrera Baja Mil a celebrarse en estos días.
Al respecto de esta carrera de motos y automóviles, Carlos Lazcano se ha convertido en un crítico de ella. “Ya son más de una decena —dice— las carreras de este tipo que se llevan a Cabo solo en el estado de Baja California, como la de San Felipe 250, la Camalú, la de San Vicente y otras”.
La justificación de estas carreras, afirma, es por una supuesta derrama económica la que normalmente llega a pocas personas, Pero eso no justifica el daño ambiental que producen. Daños como la erosión, la fragmentación de ecosistemas, perturbación de zonas florísticas y faunísticas, degradación de la tierra, posible extinción de especies, destrucción de hábitats y contaminación acústica. Además, los gases que producen contribuyen al nocivo cambio climático.
Palabras sensatas las de Carlos Lazcano. Y aunque algunas de ellas se las lleva el viento, otras quedarán grabadas en las conciencias de los niños y los jóvenes bajacalifornianos dando origen a la conservación de esta tierra la que, a pesar de su aridez, nos ofrece la seguridad de vivir en ella sin sobresaltos por lo que significa la naturaleza como medio ideal para desarrollarnos.
Pero se necesita mayor comprensión de las autoridades a fin de evitar eventos como las carreras a campo traviesa. Nuestro Estado está llevando a cabo competencias deportivas que no dañan el medio ambiente. Las autorizaciones para las carreras como la Baja Mil sin que importe la destrucción de la naturaleza, nos recuerdan la Roma imperial donde, para tener contento al pueblo, le daban “pan y circo”.
Noviembre 16 de 2023.