Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

jueves, 10 de octubre de 2024

VIVIR LO IMPOSIBLE

    A veces, en un momento de paz interior, los recuerdos avivan la mente, y es entonces cuando desfilan hechos, personas y experiencias que se lograron a través de la vida. Para muchos, jóvenes aún, los recuerdos no forman parte de su quehacer cotidiano, pero para otros como es mi caso, constituyen toda una larga etapa que se une a los deseos imposibles que nunca pudieron cumplirse.

    Muchos hechos buenos y malos marcaron mi vida. Un intento de asesinato de mi persona, accidentes que pusieron en riesgo mi existencia, enfermedades y cirugías de alto riesgo pero, en contraparte, muchos años dedicados a la noble tarea de educar, de ser útil como funcionario público, de divulgar las cosas del pasado de esta tierra a través de mis crónicas, de poder dar salida a mi vocación de escritor, de formar una familia que ha sido mi orgullo de siempre.

    Hoy es uno de esos momentos donde lo que se quiso hacer no se logró. Y no se trata de logros personales, sino más bien de los deseos de recorrer parte del mundo con el ánimo de abrevar nuevos conocimientos. Visitar, por ejemplo, la ciudad de Granada y la Alhambra, el museo de Louvre en París, el Archivo de Indias de Sevilla, la biblioteca Bancroft en Berkeley y recorrer la costa del estado de California con sus misiones franciscanas y sus famosos viñedos.

    Por lo demás, si pudiera retroceder en el tiempo, me hubiera gustado aprender a cocinar, porque ahora con mi viudez añoro los sabrosos guisos de mi esposa. Hubiera dedicado más tiempo a llenar de mimos a mi compañera y a mis hijos, dedicaría parte de mis ocios a compartir la amistad con mis amigos y sería menos gruñón, menos serio y disfrutaría de los placeres de la vida.

    Pero, como ustedes saben, tengo 94 años y estoy en los linderos del ocaso. 
 Septiembre 18 de 2024.