Invitado por Alfonso Gavito,
director de Comunicación Social del Congreso del Estado, ayer asistí a la
sesión de la Comisión de Asuntos Educativos y de la Juventud de la cual la
diputada Diana Guadalupe Vonborstel es la presidenta. Ahí saludé a varios
amigos entre ellos a Francisco López Gutiérrez, Gilberto Ibarra Rivera, Edith
González Cruz y Dante Salgado quienes, al igual que yo, habíamos acudido para
escuchar un pronunciamiento importante.
Y fue la diputada Maritza Muñoz
Vargas la que presentó un punto de acuerdo tendiente a convertirse en decreto,
a fin de que el Congreso del Estado haga un reconocimiento público al doctor en
historia Miguel León Portilla. En sus considerandos, la legisladora hizo
alusión al gran interés que siempre ha demostrado el doctor por la Baja
California y su historia.
Recordó los libros que ha
escrito referentes a la península, entre ellos “La California Mexicana, ensayos
acerca de su historia”, “Las cartas fundacionales de Juan María de
Salvatierra”, “La cartografía de la Baja California” y otros en los que ha sido
responsable de la edición como la Historia natural y crónica de la antigua California,
de Miguel del Barco, así como los Testimonios sudcalifornianos de la fundación
de Nuestra Señora del Pilar de La Paz, por los padres jesuitas Jaime Bravo,
Juan de Ugarte y Clemente Guillén, en el año de 1720.
En lo personal he escrito varias
crónicas alusivas a este historiador mexicano. De cómo, desde que era niño, se
interesó por esta región de nuestro país. Y la anécdota que cuenta da cuenta de
su interés: en clase de primaria la maestra les explicó que la California se encontraba
en los Estados Unidos y no en México. De regreso a su casa, preguntando a sus
familiares y hojeando una geografía de nuestro país, se dio cuenta que existía
una California mexicana que se encontraba en la península del mismo nombre.
Al día siguiente con las pruebas
en la mano le demostró a su maestra que sí había una entidad en nuestro país
llamada Baja California. Congruente con su interés, cuando fue adulto, efectuó
un recorrido junto con su esposa por toda la extensión de la península, desde
Cabo San Lucas hasta la frontera con los Estados Unidos.
Fue en esos años cuando hizo
amistad con incipientes historiadores nativos, como Eligio Moisés Coronado,
Ignacio del Río, José Andrés Cota Sandoval, Francisco Javier Carballo y de
manera especial con Armando Trasviña Taylor.
Armando en los años sesenta del
siglo pasado ocupaba el puesto de director de Acción Social, Cívica y Cultural
en el gobierno del licenciado Hugo Cervantes del Río. En ocasión de una visita
a la ciudad de La Paz, llevó al doctor al edificio donde se resguardaban, mejor
dicho se amontonaban, los miles de documentos generados por las
administraciones de gobierno desde el siglo XIX hasta mediados del XX. En ese
momento y con la aceptación del gobernador, León Portilla mandó dos
archivistas, --mujeres-- que organizaron los expedientes, para tiempo después
fundar el Archivo Histórico de Baja California Sur.
Alguien me comentó que la UABCS
tiene el propósito de otorgarle el grado de Doctor Honoris Causa en el mes de
mayo próximo. Bien lo merece y qué bueno que nuestra máxima casa de estudios
lleve a cabo ese homenaje. Así tendremos la oportunidad de saludarlo y
expresarle nuestro reconocimiento, porque Miguel León Portilla es investigador
emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y miembro del
Colegio Nacional, que no es poca cosa.
Y sería un excelente colofón que
con este motivo, tanto el Congreso del Estado o la UABCS, reeditaran varios de
sus libros que ya están agotados, entre ellos la Historia de la Baja California
1850-1880, de Adrián Valadez y Los Testimonios Sudcalifornianos que fue editado
por el gobierno de nuestro estado en 1989.
Febrero 18 de 2016.