La noticia me causó sorpresa,
aunque era previsible por la situación económica del ayuntamiento de La Paz:
los talleres gráficos han sido suspendidos debido a que ocupaban un local
rentado y el personal que lo atendía fue reubicado en otras dependencias del
ayuntamiento. Y la maquinaria, maquinaria moderna guardada en el área de
Comunicación Social.
Los talleres gráficos del
ayuntamiento siempre han sido una parte importante de su administración. En
ellos se imprime la papelería de diversas dependencias como la dirección de
tránsito, la tesorería, oficialía mayor y el cabildo. También elabora folletos
de información y en ocasiones, con la autorización del presidente municipal, la
impresión de libros de diferente contenido.
A partir del año de 1972 en que
se reinició la vida municipal de La Paz, el ayuntamiento contó con una modesta
imprenta para sus necesidades más urgentes. Pero, además, atendió aspectos de
difusión cultural elaborando folletos relacionados con la historia de nuestro
estado y del propio municipio.
En el primer ayuntamiento presidido
por el ingeniero Alfonso González Ojeda se editaron 14 cuadernos de divulgación
histórico-cultural, entre ellos La Paz de
Antaño de Rogelio Olachea, La calle
en que vivimos de Eligio Moisés Coronado y Vergel Poético de Baja California Sur.
En el segundo ayuntamiento en la
Colección Cabildo apareció el texto Descripción
de la Antigua California de Joaquín Velásquez de León y el libro Las Misiones de Baja California de
Miguel Mathes, edición en español e inglés. Y así, cada uno de los
ayuntamientos hasta el año de 2018, publicaron textos de autores paceños,
aunque unos lo hicieron más que otros.
Al respecto es necesario aclarar
que algunas obras no fueron impresas en los talleres gráficos del municipio,
pero formaron parte de su programa editorial. Tal fue el caso del libro Reglamento para el gobierno de la Provincia
de Californias, 1781, de Felipe de Neve, editado en España y patrocinado
por el VIII ayuntamiento. O la colección de cuatro libros de la autoría del
licenciado Manuel Torre Iglesias, en la administración del III ayuntamiento.
En lo particular estoy
agradecido por la oportunidad que me brindaron varios ayuntamientos a fin de
publicar algunos de mis libros. En el 2001, a raíz de mi nombramiento como
cronista del municipio de La Paz, los talleres gráficos imprimieron Calles y monumentos de la ciudad de La Paz
y “Casos y cosas del municipio de La Paz.
En el XI ayuntamiento aparecieron los libros La Paz y sus historias y Mitos,
leyendas y tradiciones sudcalifornianas. En el XII ayuntamiento se editaron
Historia del Municipio de La Paz y Narraciones de ayer y de hoy. Y en el IX
ayuntamiento aparecieron El P. Gabriel
González y otros ensayos y Relatos de
la California Mexicana.
Por cierto este último
ayuntamiento adquirió la moderna maquinaria con impresoras computarizadas y
durante la administración del licenciado Armando Martínez Vega, se publicó mi
libro Aconteceres de Baja California Sur,
en el año de 2017.
Ahora, con la suspensión de la
imprenta municipal desconozco si se le buscará un local adecuado que no afecte
las finanzas del ayuntamiento que preside Rubén Muñoz Álvarez. O sí, como lo proyecta
el actual director del Instituto Municipal de Cultura, Rolando Placier, formará
parte de esa dependencia como apoyo fundamental de su programa editorial-
Yo he externado la opinión de
que el costo de mantenimiento de los talleres puede solucionarse por medio de
maquilas, tal como lo hace le imprenta del gobierno del estado el que, apoyado
en el reglamento de esa institución, permite la impresión de obras mediante un
presupuesto adecuado. El personal capacitado ya lo tienen, por lo que debe
considerarse el funcionamiento de los talleres gráficos que han formado parte,
desde siempre, de la administración municipal. Habrá que esperar.
Noviembre 19 de 2018.
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