Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

miércoles, 18 de septiembre de 2024

UN AMOR FRUSTRADO

    No, no se trata de humanos, sino de una pareja de palomas serranas acostumbradas a dormir arriba de un abanico instalado en el patio interior de nuestra casa. Todas las madrugadas me sentaba en un sillón colocado a un lado de la puerta de la cocina que comunica con el patio y allí esperaba que la pareja despertara y bajara en busca de comida.

    Al igual que yo, muchas familias de nuestra ciudad acostumbran darle comida a las palomas y estas, sabiendo que no les causan daños, confiadamente conviven con las personas. Y así es como vemos muchas de estas aves revoloteando, haciendo nidos en los árboles o parándose en los postes de la luz o de las antenas.

    Una mañana viéndolas comer me acordé de la canción Dos palomas al volar y la que hizo popular Lola Beltrán, Currucucú paloma. La primera comienza así: Dos palomas al volar/dejaron su palomar en el olvido/no pudieron regresar/y al fin de tanto volar/encontraron nuevo nido.

    El recuerdo se hizo realidad días después. Como de costumbre al ocupar mi sitio en el sillón, dirigí la mirada al abanico y para mi sorpresa sólo estaba una de las palomas. –Vaya, me dije, se le hizo tarde a la compañera. Pero transcurrió el día y no apareció y los días siguientes tampoco. Y mientras tanto el palomo seguía durmiendo en su soledad.

    ¿Qué pasó? Pienso que a lo mejor encontró un nuevo amor aunque se veían tan amartelados, un besito por allá, otro por acá, déjame espulgarte. A lo mejor, pero lo más seguro, es que murió por un descuido y un gato o un perro la aprisionaron quitándole la vida. No quiero pensar que su muerte se debió a una persona —adulto o joven— con fines inconfesables. Aunque de que los hay, los hay.

    Acabo de terminar esta crónica, son las dos de la tarde. Al salir al patio veo al palomo dormitando en el abanico. Espera, como yo, como por obra de magia, ver aparecer a su compañera para continuar el romance como razón de su vida.

Agosto 30 de 2024.

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