El sábado
pasado, por la noche, asistí a un espectáculo multicultural que llevó el nombre
de “Calafia: el mito, una celebración”, que se llevó a cabo en el centro
cultural —antiguo palacio municipal— de esta ciudad. La invitación por teléfono
me la hizo la señora Green, quien se disculpó por no entregarme la invitación
personalmente por falta del tiempo.
No me
arrepiento de haber asistido. Fue un evento muy bien preparado, con una
escenografía adecuada y con la participación de grupos de danza y modelaje. La
representación de la reina Calafia fue excelente, con su vestuario y ornamentos
de gran lujo. Y a un lado, sobre una manta que pendía del techo, una
contorsionista nos maravilló con su destreza y actos sorprendentes.
Como parte del
espectáculo se hizo un reconocimiento a la señora Lupita Cosío, quien durante
muchos años ha sido la diseñadora de la vestimenta de la reina Calafia. Se le hizo entrega de un diploma por parte
del Instituto Sudcaliforniano de Cultura.
Uno de los
conductores del programa narró de manera general como se generó el mito de la
reina Calafia que ha venido a formar parte de los festejos de fundación de La
Paz. Hizo alusión al libro de caballería Las sergas de Esplandian escrito en el
siglo XVI que habla sobre una isla California, sus tesoros y su hermosa reina.
Me pareció
correcto que explicara que el nombre de Calafia es un mito, porque en realidad
solamente existió en la imaginación del autor del libro. Porque mito es eso, una narración fabulosa e
imaginaria fuera de la realidad. Como, por ejemplo, el nuevo mito del término
Baja Sur.
El sábado
anterior, en una nota en El
Sudcaliforniano, Sandra Félix directora del fideicomiso de turismo de La
Paz, anunció que la cadena NBC Sport está grabando un programa que llevará por
nombre “Destination Baja Sur”, el cual será trasmitido en Canadá, el Caribe,
algunos países de América Latina y los Estados Unidos.
Mal estará en
hacerlo, porque en primer lugar no existe un lugar que se llame Baja Sur y en
segundo porque se demuestra una total ignorancia de la verdadera identidad de
esta región de nuestro país. Ya lo hemos dicho en varias ocasiones: al frente
de las dependencias relacionadas con el turismo deben poner a personas con preparación
académica, evitando así metidas de pata de esta naturaleza.
De cierto, la
publicidad y el conocimiento de nuestro estado siempre da buenos dividendos
para la industria sin chimeneas que es el turismo. Pero que para ello se dé
falsa información en vez de beneficiar perjudica porque, ¿dónde van a encontrar
un lugar que se llame Baja Sur? Lo correcto sería “Destination Baja California
Sur”
Pero las más de
las veces nuestras llamadas de atención no son escuchadas, a pesar de que
existe un decreto emitido por el gobierno del estado prohibiendo el término
Baja Sur. En contadas ocasiones el error se ha rectificado, pero con los afanes
turísticos cada día son más los eventos deportivos y comerciales que omiten el verdadero nombre
de nuestra entidad.
Por lo pronto
es conveniente que al conductor del programa, Bill Boyce, se le exija que
cambie el nombre del mismo, no le hace que con ello afecte los intereses
económicos de sus patrocinadores. Debe hacerlo si no quiere recibir el rechazo
de todos los que respetamos esta tierra porque, repito, la que pretende incluir
en su programa es una verdadera utopía, como lo son la reina Calafia y la isla
California.
Junio 16 de 2015
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