Ahora que el H. Ayuntamiento de
La Paz ha contemplado la reposición de
todo el alumbrado público de la ciudad concediendo su cuidado y rehabilitación
a una empresa privada, concesión que por
cierto ha sido censurada por la organización Observatorio Ciudadano, y creo que
también por muchos paceños por aquello de hipotecar las finanzas del municipio
durante quince años, me parece adecuado recordar los tiempos en que La Paz no contaba
con ese servicio.
El periodista Rogelio Olachea en
su libro La Paz de Antaño narra que
allá por los años veinte todas las casas
se alumbraban con quinqués y que en los sitios públicos como el Jardín Velasco
estaban instalados mecheros colgados en las ramas de los árboles los que, por
causa del hollín ya no eran verdes sino negros. También dice que en las
esquinas de las manzanas había farolas y un sereno limpiaba todos los días los
cristales ahumados y reponía el combustible.
Por su lado, el buen amigo Jesús
Cota me platicaba que en 1918 el entonces gobernador del Territorio, general
Manuel Mezta, inauguró una pequeña planta eléctrica que funcionaba en el
interior del palacio de gobierno y daba servicio a sus dependencias y a varias
casas cercanas al edificio. En ello coincidió con Rogelio ya que este hace
mención de ese hecho.
Jesús, quien trabajó toda su
vida en la Comisión Federal de Electricidad, agregó que años después la planta
eléctrica se instaló a un lado del malecón, sobre la calle Melchor Ocampo. Y
allá por lo ochenta se cambió al lugar donde actualmente se encuentra. Cota era
un buen conversador y por él supe que junto con
otros dos amigos se habían tomado el café más caro del mundo.
Fue en 1959 cuando un ciclón
hizo destrozos en la ciudad, entre ellos el derrumbe de varios postes del
sistema eléctrico lo que motivó la suspensión del servicio. Al día siguiente,
cuando se presentaron a trabajar, se les antojó un trago de café, por lo que
buscaron una parrilla eléctrica, prepararon la cafetera, y para generar energía
echaron a funcionar la planta el tiempo necesario. Cumplido su antojo la
pararon.
Pero volviendo al tema del
alumbrado público y de la empresa que se encargará de él, existe una mala
interpretación al respecto. En su edición de ayer, (junio 13) El Sudcaliforniano incluye la
información de Observatorio Ciudadano y de las aclaraciones del licenciado
Rodrigo Serrano Castro, subsecretario de la Consejería Jurídica del gobierno
del estado, donde éste último declara que no se autorizará ese contrato en
tanto no lo apruebe el Congreso del Estado.
Sin embargo, en el propio El Sudcaliforniano del día 10, se
insertó una nota del ayuntamiento informando que la concesión ya había sido
aprobada y publicada para su ejecución en el Boletín Oficial del Gobierno del
Estado. Incluso da el nombre de la empresa, Grupo Integral de Recolección y
Reciclados de Occidente, S. A. de C. V.
Para los habitantes de nuestra
ciudad esta concesión tiene muchos inconvenientes, tal como lo ha hecho saber
Observatorio Ciudadano en una carta dirigida al presidente municipal de La Paz,
sobre todo porque es necesaria la participación de verdaderos expertos, además
de la opinión ciudadana. Como sea, lo
prudente será que el ayuntamiento de marcha atrás y evitar así que los próximos
ayuntamientos sobrelleven una carga más
allá de sus posibilidades financieras.
Junio 14 de 2015.
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