Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

lunes, 27 de marzo de 2017

La fundación de San José del Cabo

Leonardo Reyes Silva

En días pasados un amigo me preguntó si las fiestas de San José del Cabo en este mes de marzo eran con motivo de la fundación de ese pueblo sureño. Mi respuesta fue negativa pues lo que se conmemora es el día del santo San José que según el calendario es el 19 de marzo.

De hecho, no se sabe con exactitud la fecha de fundación de ese lugar, aunque se tiene conocimiento de que en 1822, el canónigo Agustín Fernández de San Vicente, emisario del emperador Agustín de Iturbide, estableció en la península tres ayuntamientos, San José del Cabo, San Antonio y Loreto. Pero en esos años San José ya era una comunidad a la que llegaban barcos mercantes y sus habitantes se dedicaban a la ganadería, la agricultura y, desde luego, al comercio.

San José del Cabo era un lugar adonde llegaban los galeones provenientes de Asia, en su ruta hacia el puerto de Acapulco. Era un descanso obligado debido a los tres a cinco meses de travesía. Allí se proveían de víveres frescos y del agua potable necesaria.

Lo más seguro es que la fundación de San José fue el 8 de abril de 1730, cuando los padres José Echeverría y Nicolás Tamaral establecieron la Misión del Estero de las Palmas de San José del Cabo y cerca del estero levantaron unas chozas rústicas a fin de dar inicio a sus labores de catequización.

Y es que en la mayoría de los pueblos cuyo origen se debe a las misiones que se levantaron en esos lugares, los festejos de fundación se efectúan los días en que llegaron los misioneros jesuitas a esas comunidades indígenas. Pueblos como Loreto, La Purísima, Santa Gertrudis, San Javier y otros, organizan sus conmemoraciones los días en que se fundaron esos centros religiosos.

No pasa así con la ciudad de La Paz, cuya fundación se celebra el 3 de mayo, dado que Hernán Cortés fundó el Puerto y Bahía de Santa Cruz —hoy La Paz— en el año de 1535. Y aunque después Sebastián Vizcaíno la rebautizó con el nombre que actualmente tiene y en 1720 los padres Juan de Ugarte, Jaime Bravo y Clemente Guillén establecieron la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz, todavía se sigue considerando la fecha de la fundación de nuestra ciudad el 3 de mayo de 1535.

Es interesante la historia de la Misión de San José del Cabo. Fue de las últimas que fundaron los misioneros jesuitas y la que más problemas tuvo en su contacto con los indígenas pericúes, habitantes de esa región del sur de la península. No habían pasado dos años de la estancia del padre Tamaral en ese lugar, cuando tuvo lugar la sublevación de los indios que por sorpresa lo asesinaron junto con algunos de sus mozos y quemaron la iglesia,

También al padre Lorenzo Carranco de la misión de Santiago lo mataron junto con otros indios que lo ayudaban en los oficios. Se logró descubrir que fueron los cabecillas Boton y Chicori los que incitaron a los pericúes a realizar esos castigos a los sacerdotes.

Su abominable acción fue motivada por la prohibición de vivir con varias mujeres a la vez y por la forma en que los obligaban a trabajar en la misión. Al menos esa fue la defensa que expusieron cuando hicieron prisioneros a los principales responsables de los asesinatos. Boton y Chicori fueron sentenciados a muerte, pero los daños que causaron a las misiones de San José del Cabo y Santiago impidieron por varios años que volvieran a la normalidad.


26 de marzo de 2017.

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