Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

viernes, 9 de febrero de 2018

Mi amigo Isidro Jordán Carlón

Ayer, por la mañana, recibí una llamada telefónica de Isidro, quien después de saludarme me invitó a pasar por su casa pues tenía algunas cosas que platicarme. Acudí con el gusto de saludar al amigo de tanto tiempo atrás, cuando fuimos compañeros en la escuela primaria Ignacio Allende, conocida en esos años como la número uno.

Después continuamos frecuentándonos durante nuestros estudios en la secundaria, junto con otros compañeros como Ricardo Fiol, Norberto Flores y Arturo Salgado. Pero mientras nosotros continuamos en la escuela normal él, por motivos personales, ingresó al trabajo burocrático en el entonces Territorio Sur de la Baja California. Con el paso de los años ocupó los cargos de oficial mayor y delegado de Gobierno de La Paz.

Al saludarlo y obsequiarme un regalo —una caja de chocolates— me platicó que entre sus recuerdos de esos tiempos estaba la visita que hizo al pueblo de Cabo San Lucas donde visitó el local que ocupaba la subdelegación. Lo que le llamó la atención es que esa oficina, desde luego improvisada, tenía como paredes láminas de hojalata de tambos utilizados en la planta empacadora de atún establecida en ese lugar.

Me dijo que la encargada de la subdelegación era la profesora Amelia Wilkes Ceseña, nombrada por el entonces gobernador Hugo Cervantes del Río. La maestra atendió los asuntos administrativos de ese lugar, durante los años de 1966 a 1970.

Desde luego la información de Isidro está sujeta a comprobación, no tanto por las paredes de hojalata sino más bien si la profesora Amelia despachó en esa original oficina. Habremos de preguntarle a su hija, también maestra como lo fue ella, si tal hecho fue verdad.

De todas maneras, el recuerdo de esa época nos trae gratos recuerdos. De cómo, en los años sesenta, recorrimos esa región y nos maravillamos de sus hermosas playas y de la bucólica vida de los habitantes de San José del Cabo y Cabo San Lucas. Eran los años en que el boom turístico todavía no transformaba la región alterando el medio ambiente en pos de un desarrollo económico.

Afortunadamente, los recuerdos de esa época han sido recreados por algunos escritores, sobre todo los que se refieren a la hoy ciudad de Cabo San Lucas. Gustavo de la Peña Avilés escribió un libro que se llama “Las memorias del vigía” y la maestra Faustina Wilkes Ritchie con su libro “El San Lucas que yo conocí”. Son dos textos obligados de leer a fin de tener una visión más clara de lo que fue ese hermoso lugar—lo sigue siendo a pesar de todo—hace ya varias décadas

Le agradezco a Isidro su amistad y que haya retrocedido en el tiempo para contarme cosas tan originales como la subdelegación de gobierno de Cabo San Lucas, sobre todo porque ahora, esa población convertida en uno de los pilares de la economía del municipio de Los Cabos, tiene magníficos edificios que albergan las oficinas gubernamentales.

Febrero 08 de 2018

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