Así es el título de la
conferencia que nos ofrecieron Rosa María Mendoza Salgado y Jackeline Verdugo
Meza, en el segundo día de la II Semana de Historia, organizada por la
asociación civil Californios Amigos de la Historia y los Estudios Locales.
Las conferencias se están
llevando a cabo en el Museo de Regional de Antropología e Historia de esta
ciudad de La Paz, con un numeroso público asistente. Y es que los temas son
interesantes ya que tocan aspectos del pasado bajacaliforniano como el que
originó esta crónica.
Con buen sustento en la
investigación, las expositoras hicieron alusión a los diversos aspectos que
conforman la cultura popular y de como muchos de estos han perdurado hasta nuestros
días. Y pusieron varios ejemplos, entre ellos la vestimenta del ranchero, la
pastorela que se representa en los Comondús, las frutas en conserva herencia de
los misioneros, las fiestas religiosas de los pueblos, en fin…
Jackeline es una promotora
incansable de las costumbres y tradiciones de la región central de nuestra
entidad, en especial de San Miguel y San José de Comondú. El reencuentro de ese
pasado lo aprovecha para, a través de su divulgación, lograr que muchas
personas visiten esos lugares, así como interesar a las autoridades de gobierno
para su mejoramiento material.
Rosa María, por su parte, con su
bagaje de conocimientos, hace remembranza de lo que en tiempos pasados los
pueblos del sur de nuestro estado mantuvieron sus formas de vida, esas que en
la actualidad forman parte de su identidad. Comunidades como San José del Cabo,
Miraflores, San Bartolo, San Antonio y El Triunfo, con sus características
propias en el arte, en las artesanías, en las costumbres locales.
Cuando se refirieron a los
productos del mar que se consumían como la langosta, el abulón y la caguama —aún
ahora se consumen con motivos especiales pero a altos precios— lamentaron que
son costumbres que poco a poco van desapareciendo, aunque queda el recuerdo de
los suculentos platillos que se preparaban con ellos.
Me sorprendió la exposición
minuciosa de las conferenciantes ya que su intervención la acompañaron con
diapositivas de fotografías antiguas, algunas de ellas inéditas. Así, durante
una hora y media, merecieron la atención del público presente el que, al final
de sus intervenciones, les brindaron un caluroso aplauso por la excelente
exposición del tema relacionado con la cultura popular en la antigua
California.
Pero, a mi juicio, el contenido
de la conferencia va más allá del hecho mismo de conocer parte del pasado de la
California Mexicana. En ello va implícito algo más que tiene que ver con las
raíces identitarias del pueblo, con las formas de ser y de sentir de los
habitantes de esta media península que lleva el nombre de Baja California Sur.
Recordar el pasado, sí, pero
mucho mejor es preservarlo, tenerlo presente como fuente inspiradora que de
consistencia a las acciones de los habitantes de nuestra entidad, a fin de
lograr un mejor desarrollo sin mengua del olvido de nuestras raíces culturales.
Y en el tiempo actual se antoja urgente y necesario dado el fenómeno de
transculturación que se viene dando en varias regiones, sobre todo en la parte
sur, específicamente en el municipio de Los Cabos, donde la influencia del
turismo avasallador está acabando con los usos y costumbres del pueblo
sudcaliforniano.
Por eso es significante las
intervenciones de Rosa María y Jackeline en la II Semana de Historia organizada
por CAHEL, A.C. Para los que estamos atentos al devenir de esta región de
nuestro país, debemos pasar lista de presentes en la lucha por la permanencia
de nuestros valores idiosincráticos, toda vez que en ello van implícitas las
raíces de nuestro orgulloso pasado.
El estimado amigo Carlos
Lazcano, desde Ensenada, me envío un artículo sobre el nombre de California. Y
en uno de sus párrafos dice “Una de las consecuencias de ignorar la historia y
otros muchos aspectos que distinguen a las regiones, como los usos y costumbres
es un desamor por dichas regiones. Bien dicen que de la vista nace el amor. Del
conocimiento nace el amor. No se puede amar lo que no se conoce y un conocimiento
pobre se traduce en un arraigo pobre
, sino es que en un
desarraigo”.
Mayo 23 de 2018.