Una noticia aparecida en el
periódico “El Sudcaliforniano” la semana pasada ha despertado el interés y la
preocupación de varios sectores de la población de La Paz. El director de ese recinto
cultural, Francisco Javier Gómez Díaz, informó que dado el alto costo del
arrendamiento, han pensado trasladarse a otro estado a menos que el gobierno
del estado o el ayuntamiento los apoye a fin de conseguir un local adecuado
para albergar el museo.
El Museo de la Ballena tiene una
historia singular. Fue inaugurado en 1996, después de múltiples gestiones ante
las autoridades locales y federales, logrando levantar el local en los terrenos
de la unidad cultural Profesor Jesús Castro Agúndez. La construcción se hizo en
forma de cúpula geodésica, misma que llamó la atención por su originalidad.
La iniciativa del museo fue de
Víctor Ramos Pocoroba, un promotor cultural que tocó múltiples puertas y
encontró el respaldo de pintores, escultores y de la iniciativa privada hasta
lograr que el museo abriera sus puertas a la población de La Paz. En su
interior se colocaron muestras de especies relacionadas con las ballenas,
colecciones de pinturas relativas, fotografías,textos sobre la historia de
estos interesantes cetáceos y se organizaron visitas guiadas.
El nombre legal de este recinto
fue el de Museo Comunitario de la Ballena, A. C. y estaba a cargo de una mesa
directiva integrada por Víctor, Walterio Gil Flores, César Valdez Gerardo y
otros más. En cuanto a su sostenimiento, se contó con la ayuda del Instituto
Sudcaliforniano de Cultura y de las aportaciones que en forma voluntaria dejaban
los visitantes.
Con el fin de darle mayor
atractivo al lugar, se logró trasladar el esqueleto de una ballena que fue exhibida
en una zona anexa al museo. Por su gran tamaño fue la admiración de los niños y
aún de las personas adultas y uno que otro visitante extranjero. Platica Víctor
Ramos, que fue tal el interés que despertó el Museo, que en un año llegaron a
visitarlo 4,224 personas, algunas de ellas procedentes de países lejanos como
Argentina, Chile, España, Francia, de los países nórdicos e incluso de Japón.
En 1999, cuando el licenciado
Leonel Cota Montaño tomó posesión como gobernador de Baja California Sur, el
señor Ramos Pocoroba fue removido de la dirección del Museo y en su lugar quedó
encargado el señor Gómez Díaz quien en esos años había sido su ayudante. Pasado
algún tiempo y en virtud de que la amplitud del local no fue suficiente para
resguardar y exhibir los diferentes materiales relativos a las ballenas, la
asociación civil tomó la decisión de cambiarse a otro edificio que resultó ser
el que actualmente ocupa en el paseo Álvaro Obregón y la calle 16 de Septiembre.
La renta, dice el actual director, es demasiada para sus posibilidades, aún con
los cobros por derecho de visita.
Ante esta situación de carácter
económico, han solicitado al gobierno del estado y al ayuntamiento de La Paz, se
les destine un local lo suficiente amplio a fin de resguardar ese patrimonio,
así como la exhibición de esqueletos de ese mamífero marino.
Ante la disyuntiva o amenaza de
trasladar a otro estado el Museo de la Ballena, el presidente municipal electo,
Rubén Muñoz Álvarez, prometió ayudarlos en ese sentido, evitando con ello el
abandono de la ciudad. Por declaraciones del actual director están gestionando
la oportunidad de trasladarse al Centro de Convenciones, cerca de la playa de
Enfermería, para lo cual han hecho la solicitud al gobierno del estado.
Como quiera que sea, ese centro
cultural con amplia difusión científica, debe seguir funcionando en nuestra
ciudad. De 1996 a la fecha se ha convertido en un atractivo turístico que
enorgullece a los habitantes de esta capital. Si continúa siendo asociación
civil sus integrantes deben efectuar una gran campaña de sensibilización a fin
de que, tanto las instituciones oficiales y privadas y la población en general,
coadyuven a la permanencia del Museo Comunitario de la Ballena.
Agosto 13 de 2018.