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Gral. Francisco J. Múgica
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El 18 de febrero del presente año —2019— el
presidente López Obrador firmó el decreto mediante el cual el centro
penitenciario de Islas Marías se convertirá en el Centro Recreativo y Ecológico
“Muros de Agua”. Será un centro para el desarrollo de las artes y la cultura y
la promoción del cuidado del medio ambiente. Lo que no cambiará es su
designación como Patrimonio Natural de la Humanidad y de Islas Protegidas del
Golfo de California, por parte de la UNESCO.
La isla María Madre —las otras
dos se conocen como María Cleofas y María Magdalena— se convirtió en centro
penitenciario el 12 de mayo de 1905, durante el gobierno de Porfirio Díaz. Su
primer director fue el coronel Rafael M. Pedrajo, el que por cierto fue gobernador
de Baja California Sur, en el periodo de 1938 a 1940. En 1928, por disposición
presidencial, se hizo cargo del penal el general Francisco J. Múgica quien
permaneció en la isla hasta el año de 1933.
Durante su estancia en el penal,
Múgica construyó el hospital, la escuela, la biblioteca y el muelle. Y también
dispuso que fuera una cárcel sin rejas, puesto que en su calidad de isla era
muy difícil salir de ella. Esta disposición nos hace recordar la cárcel del
pueblo de Mulegé donde también los presos tenían libertad fuera del penal
teniendo como límite el pueblo. En ambos casos esa disposición tuvo buenos
resultados, excepto unos pocos casos de intento de evasión.
De la vida en el penal en los
primeros años la información es muy restringida, pero aun así hubo escritores
que hablaron de ella, como Martín Luis Guzmán en su novela “Islas Marías”,
donde relata, tal vez con un poco o mucho de ficción, el trato injusto que recibían
los prisioneros, los trabajos extenuantes y los castigos a los reos incumplidos.
Y de cómo, poco a poco, se fue transformando su situación dándoles la calidad
de seres humanos capaces de regeneración a través del buen trato y el respeto a
los derechos humanos.
Un biógrafo de Múgica escribió
al respecto: “Llevó a cabo una inagotable actividad constructiva y regenerativa
en el penal, donde por primera vez los infractores sociales fueron tratado como
seres humanos y se les proporcionaron los beneficios sociales y culturales de
los que gozaban el resto de sus compatriotas”
Las islas Marías fueron
descubiertas en el año de 1526 por Diego García Colio y Juan de Villagómez dos
exploradores enviados por Francisco Cortés de San Buena Aventura, gobernador de
Colima. En esa expedición de conquista descubrieron los picos de una isla, pero
no desembarcaron en ella. Lo único que hicieron fue consignar el descubrimiento.
Se cree también que Nuño de Guzmán, el eterno enemigo de Hernán Cortés, ordenó
que dos bergantines fueran a explorar la isla descubierta por uno de sus
capitanes. Pero no tuvo efecto la orden porque la Audiencia de la Nueva España
ordenó que esos barcos fueran entregados a Cortés. Así es que ni éste ni Guzmán
pudieron tomar posesión de ella. La isla María Madre, desde su descubrimiento
ha tenido varios propietarios a partir del año de 1857. El último de ellos, la
señora Gila Azcona la vendió al gobierno en 150 mil pesos. Eso fue en el año de
1905. En ese mismo año las Islas Marías se destinaron como una colonia penal. Y
eso ha sido hasta la fecha en que por decreto se convertirá en el centro de
desarrollo artístico y cultural.
Por lo que respecta a la
estancia de Múgica como director del penal, existe poca información no obstante
la gran cantidad de biografías que existen sobre su vida y su obra. Sin
embargo, en una libreta de notas del general escritas en los años de 1928 a
1931, da cuenta de algunos sucesos entre ellos la custodia y traslado de la
Madre Conchita al penal de las Islas Marías. Así, dice en su diario: “La conocí
esta madrugada a las 2.00 horas; ajena a su marcha dormía en su celda;
llegamos, tocamos, tardó en despertar; previo permiso entramos. La vi por
primera vez y no me es simpática; el largo mentón de su rostro es repulsivo;
está tranquila y marcha serena…”.
Durante la travesía, Múgica
escribe la impresión de ella: “La monja famosa se muestra obediente y las otras
bravías, pero en las primeras horas de marcha están mansitas y contentas. La
madre Conchita es culta, parece suave y moldeable; es vanidosa y sociable;
habla bien el caló de los juanes y tiene actos de verdadero disimulo; hace gala
del rigor con que la han tratado en la prisión y de los kilos que ha perdido en
servicio de Dios. Se ríe de la ignorancia de los creyentes que la rodean, pero
se deja decir jefa del grupo. Me ha ofrecido que escribiremos la historia de su
cautiverio y ayudarme a desentrañar el fondo de verdad que haya en la tragedia
de nuestro país”.
A los pocos años de estar en el
penal contrajo matrimonio con el señor Carlos Castro Balda también sentenciado
por la muerte de Obregón. Cuando los esposos fueron liberados en el año de 1940,
regresaron a la ciudad de México y en los años siguientes la madre Conchita
impartió conferencias y editó varios libros, entre ellos “Una mártir de México”.
Después, en los años setenta del siglo pasado, Castro Balda llegó al Valle de
Santo Domingo localizado en el estado de Baja California Sur y se dedicó a
explotar un lote agrícola. Pasados algunos años regresó a la ciudad de México
lugar donde murió el 17 de julio de 1986, Por coincidencia el mismo día en que
cayó asesinado el general Obregón.
María Concepción Acevedo de la
Llata murió en 1978, a los 87 años de edad. Jamás pudo quitarse el estigma de
su participación en el asesinato del general Álvaro Obregón. Cuando falleció se
permitió que fuera amortajada con su hábito de monja.
Por su parte, el general Francisco J. Múgica fue
relevado como director del penal con el objeto de ocupar la Secretaría de
Economía Nacional durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas. En 1941,
siendo presidente del país el general Manuel Ávila Camacho lo designó
gobernador del Territorio de Baja California Sur, cargo que ocupó hasta el año
de 1945.
Los jóvenes de ahora poco o nada conocen de estos hechos, pero mi familiares fueron testigos de que el se. Castro balda vivió en donde esta la pista de carros palma seca., ante s dicho rancho cconocido como la laguna.
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