Van
para 12 años que murió el maestro y poeta Néstor Agúndez Martínez, un 26 de
marzo de 2009. Por sus méritos culturales, el H. XVI Ayuntamiento de La Paz, secundado
por la Asociación de Escritores Sudcalifornianos de la cual fue miembro
distinguido, de diversas instituciones educativas y culturales, como el grupo
Reflexión, elevaron una petición a la H. XV Legislatura del Estado, a fin de
que los restos de este personaje descansen en el Rotonda de los
Sudcalifornianos Ilustres, erigida en la ciudad de La Paz.
Fue
en el año de 2016 cuando se elevó la solicitud al Congreso del Estado, toda vez
que de acuerdo con la expedición de la Ley de Símbolos y Protocolos Oficiales,
corresponde a esa Legislatura dictaminar sobre la petición aludida. Sin
embargo, después del año de la solicitud, todavía la diputación local no ha
emitido el dictamen correspondiente.
Ignoramos
las causas de la demora pues no se ha recibido respuesta a esa solicitud. No
sabemos si se turnó a la Comisión para el análisis necesario y que conforme al
dictamen el Pleno del Congreso someta a votación si es o no procedente la
declaración de Sudcaliforniano Ilustre.
No
creo que haya impedimentos para aprobarlo. En una crónica que escribí en el mes
de marzo de 2018, dije: “No es terquedad que sus restos descansen en la Rotonda
de los Sudcalifornianos Ilustres. Lo merece y de ello deben estar conscientes
el pueblo y el gobierno de la entidad. Que por alguna razón que ignoramos la
indiferencia no ha hecho posible tal anhelo, no es motivo para resignarnos a
olvidar al maestro y poeta, antes al contrario, cada año que pasa la figura de
Néstor se eterniza y se convierte en ícono para orgullo de las presentes y
futuras generaciones”.
Dije
algo más en otra crónica. “Néstor Agúndez Martínez es uno de los íconos de la
literatura sudcaliforniana. Poeta que hizo del soneto su fuente de inspiración,
forma parte de la trilogía de artistas de este solar, junto con Filemón C.
Piñeda y José Alberto Peláez Trasviña.
Néstor,
todosanteño de cepa, entregó lo mejor de sí mismo a ese pueblo en su triple
carácter de maestro, promotor social y defensor de la cultura regional. Fueron
más de cuarenta años los que dedicó a forjar la imagen de una comunidad, una de
las que guardan mejor las tradiciones de nuestro pueblo.
En
su último reducto, la Casa de la Cultura Siglo XXI, mantuvo hasta el límite la
defensa de lo nuestro, oponiéndose a intereses ajenos y con una actitud que a
veces rayaba en la intolerancia. Pero así eras Néstor y por eso se le admiraba.
Néstor
era un hombre orgulloso y tenía por que estarlo. Fue un personaje que no tenía
miedo a decir la verdad. Por eso, muchas veces se encontró con la incomprensión
y la indiferencia de los que tenían poder para ayudarlo. Pero, a pesar de todo,
seguía adelante, porque hizo de la terquedad uno de sus sellos distintivos.
El
pesimismo no formó parte de su carácter. Su optimismo se tradujo en cantarle a
la vida, a la naturaleza, a la amistad y al amor. Andan por ahí varias
publicaciones que hablan de su vida y su obra, con cientos de sonetos que son
reflejos de su extraordinaria inspiración.
Néstor
hizo de la amistad un puente de luz para darse a conocer, y que los demás
supieran de él. Su correspondencia epistolar con muchas personalidades locales,
nacionales y extranjeras fue el camino para que conocieran su obra poética,
pero también de su calidad humana y de su bonhomía. Fue también un portavoz de
las bellezas de su pueblo, de su historia, de sus tradiciones.
Desfacedor
de entuertos como el Quijote de la Mancha, hizo gala de su libre albedrío. Su
rebeldía ante el dogmatismo oficial lo demostró muchas veces en sus acciones.
Como aquella ocasión en que colocó un busto del licenciado Colosio en el patio
de la Casa de la Cultura, ante la presencia de los padres de este distinguido
político. Eran los tiempos en que un gobierno perredista estaba al frente de
nuestra entidad.
Pero
así era Néstor y así lo recordamos. Por eso, cuando las flores que el día 26 le
llevaremos se mustien, todavía nos quedará su presencia inmanente en los poemas
que escribió, esos que nos hablan de un hombre que trascendió más allá de lo
cotidiano para dejar su huella en la literatura sudcaliforniana.
Todavía
es tiempo de que la actual Legislatura apruebe la inhumación de los restos de
Agúndez Martínez en la Rotonda. Gilberto Ibarra Rivera, a nombre de la
Asociación de Escritores, reiteró la solicitud el 10 de abril de 2019 ante los
diputados Homero González Medrano y Lorenia Lineth Montaño Ruiz. Ellos fueron
los depositarios de toda la documentación requerida por la Ley arriba mencionada.
¿Qué más necesitan?
Estamos
seguros que el actual gobernador de nuestro Estado, Carlos Mendoza Davis,
estará de acuerdo con la aprobación del Congreso, y apoyará sin reservas el
homenaje en honor de uno de los personajes más distinguidos de Baja California
Sur.
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