En días pasados, los periódicos locales dieron la noticia que
próximamente se construirá el primer parque eólico de La Paz. Su ubicación
estará a la altura del kilómetro 35 de la carretera al norte.
Meses antes, una empresa privada construyó los aerogeneradores que
ya pueden observarse por los que transitan por esa zona de Los Aripes. El
proyecto podrá producir 50 MW que ayudarán a solucionar las deficiencias en el
consumo de energía eléctrica.
La empresa responsable —dice la información— es un proyecto
comunitario en colaboración con los habitantes del ejido donde se instalará
este proyecto, que en breve será capaz de producir energía limpia para los
paceños.
Y en esto de la energía limpia, debemos recordar la promesa del
presidente López Obrador de instalar una planta de energía eléctrica a base de
gas, misma que costará 6 mil millones de pesos. “Para 2023--afirmó—ya no se va
a utilizar combustible”. Tal declaración la hizo en la reunión ordinaria de la
CONAGO en el mes de febrero de 2020.
De continuar esos programas de energía limpia, se podrán instalar
otras plantas eólicas a todo lo largo del estado pero, de preferencia, en las
regiones de la Pacífico Norte, donde se han realizado estudios sobre el potencial
eólico de esa zona de nuestra entidad.
Todo lo anterior viene al caso por los comentarios en torno a la
iniciativa de reforma energética propuesta por el presidente y que ha
involucrado a la iniciativa privada, partidos políticos y funcionarios del
gobierno federal.
La iniciativa ha generado discusiones respecto a aprobar o no la
reforma eléctrica. Al respecto, Carlos Ugalde opinó: “El dilema no es entre el
bienestar del pueblo o apoyo a empresas extranjeras; tampoco es entre Lázaro
Cárdenas o Salinas de Gortari. El verdadero dilema es entre fomentar energías
limpias a bajo costo o darle el monopolio al gobierno para que produzca energía
cara (subsidiada) y contaminante”.
Y en esto de las energías limpias la confusión o la falta de
conocimientos ha permitido pifias como la reciente de la Secretaría de Energía,
Rocío Nahle, quien aseguró que en invierno no puede producirse energía solar o
eólica. Pronto encontró respuesta a su equivocación. La mayoría de los paneles
solares no son térmicos sino fotovoltaicos. Para estas células fotoeléctricas
no necesitan un sol radiante, sino que haya tan solo luz. Y en cuanto a la
energía producida por el viento es mayor en invierno que en verano.
El presidente tiene mucho interés en que el Congreso de la Unión
apruebe la reforma. En las mañaneras lo ha reiterado, incluso ha solicitado el
apoyo de los partidos políticos en especial al PRI , dado que el voto negativo
de sus diputados pueden frustrar sus intenciones. Y como opinan muchos, el
otrora poderoso partido se deja querer antes de decidirse en pro o en contra.
Pero volviendo al tema actual que representa el déficit de energía
eléctrica en nuestro estado, las autoridades siempre han señalado su
preocupación insistiendo en la instalación de parques eólicos y solares. En el
Plan Estatal de Desarrollo del gobierno anterior presentó como alternativa para
solucionar el problema de la “aplicación de nuevas técnicas que se han venido
desarrollando para el uso de energías no convencionales, tales como la energía
eólica, energía solar, energía de mareas y oleajes”.
Ahora, con nuevas autoridades en el gobierno del estado de seguro
continuarán con esos programas de energías limpias, lo que permitirá que
empresas públicas y privadas lleven a cabo la instalación de plantas de energías
limpias en todo el territorio de nuestra entidad.
Pero existe una traba. Ahora, con la reforma energética propuesta
por el presidente esos planes podrán venirse abajo, a menos que los senadores y
diputados que nos representan en el Congreso de la Unión voten a favor de las
energías limpias. De lo contrario estarán afectando seriamente el bienestar del
pueblo de Baja California Sur.
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