Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

jueves, 13 de octubre de 2022

ILDEFONSO GREEN Y LAS HUELLAS ANCESTRALES

    En la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres de la ciudad de La Paz, se encuentran los restos mortales de Ildefonso Green Ceseña, desde el año de 1986. Se hizo merecedor de esta distinción por su participación en los movimientos revolucionarios en nuestra entidad en los siglos XIX y XX.

    Una de sus hazañas tuvo lugar cuando en 1853 el filibustero William Walker se apoderó de La Paz con intenciones de fundar una nueva república. Ildefonso se puso al frente de un contingente armado para hacerle frente, lo que originó que el invasor abandonara la península.

    Participó en la Guerra de Reforma defendiendo al lado de Mauricio Castro la vigencia de la Constitución de 1857. Estuvo al lado del general Manuel Márquez de León, cuando este se opuso al gobierno del presidente Porfirio Díaz y dio a conocer el Plan Revolucionario de El Triunfo en el año de 1879. Todavía, a principios del siglo XX, hizo acto de presencia en la Revolución Mexicana apoyando el movimiento de Venustiano Carranza en nuestra entidad.

    Hubo una época, a finales del siglo XIX, en la cual Ildefonso se retiró del activismo revolucionario a fin de dedicarse a negocios privados, entre ellos la ganadería y la pesca. Se asegura que integró una armada para dedicarse a la explotación de placeres perlíferos, al igual que otros lo hicieron a lo largo de la península. Pero también se dedicó a la caza de ballenas.

    En el libro de Rosa María Mendoza Salgado, “Huellas ancestrales”—2ª edición—publicado recientemente, en las páginas 95 y 96, se hace mención de la captura de dos ballenas por Ildefonso, tal como lo menciona el periódico “La voz de California” del mes de febrero de 1883. Y la comercialización del aceite de esos animales. Quizá fue el único dedicado a esta actividad pesquera, ya que no tenemos referencia de otros armadores que hicieran lo mismo.

    Lo que sí es verdad fue la caza de ballenas en el norte de la península por barcos extranjeros. En el periodo de 1856 a 1869 se sacrificaron no menos de 30 mil de esos cetáceos. Aprovecharon el arribo de estos a las bahías de la península, como la de Ojo de Liebre, bautizada como Laguna Scammon por uno de los depredadores.

    El libro de Rosa María tiene como antecedente el primer libro publicado con ese nombre en el año de 2001. El actual, aumentado en sus páginas con un total de 254, describe con más amplitud la historia familiar de la autora y también de las costumbres y formas de vida de esa época, en las que la ganadería, la agricultura, la pesca y el comercio fueron las fuentes económicas de esa región sureña.

    La información aparecida en “Huellas ancestrales” en su primera edición del 2001, no pasó desapercibida por los autores de la obra que lleva el nombre de “Historia cultural e imágenes de San José del Cabo” escrita por los historiadores Edith González Cruz, Ignacio Rivas Hernández y Luis Arturo Torres Rojo, en el año de 2013.

    Un dato que incluye dice “Rosa María Mendoza Salgado. Los abuelos fueron José María Mendoza Wilkes y Prisciliana Mouet Ceseña, quienes se casaron en el año de 1900 y vivieron en una casa ubicada en la calle Mijares, cerca del único hotel que había en la Villa de San José del Cabo”. Además, en el contenido del libro se encuentran varias notas de pie de página mencionando a la autora.

    Y, por supuesto, “Huellas ancestrales” aparece en la bibliografía del citado libro, lo cual es una satisfacción para Rosa María merecedora de reconocimiento por su aportación a la historia de esa población del sur peninsular. 

Octubre 12 de 2022

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