Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

viernes, 13 de mayo de 2016

Un revolucionario civil: Modesto C. Rolland

Con ésta son tres crónicas que escribo sobre la vida y la obra del ingeniero Modesto C. Rolland. La primera en el 2007 que apareció en mi libro Narraciones de Ayer y de Hoy, y la segunda en el libro Pasado y Presente de Sudcalifornia, el que próximamente lo editará el Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

En la primera crónica que llevó por título ¿Quién fue Modesto C. Rolland?, hago mención de lo poco que se sabe de este personaje que llegó a ocupar altos puestos en la administración pública y fue el constructor de varias obras arquitectónicas, entre ellas la Plaza México y el estadio de la ciudad de Jalapa.

Posteriormente, gracias a la información de un sobrino suyo, el también ingeniero Modesto Rolland Constantine, conocimos más de este sudcaliforniano, cuya obra es reconocida a nivel nacional e internacional. Por cierto, su pariente está por publicar un libro que reúne toda la vida y la obra de su abuelo.

Creo que no cometo una indiscreción al referirme un poco a su participación en la vida política, especialmente en los años de 1913 a 1915, cuando nuestro país se vio envuelto en una guerra intestina debido al asesinato del presidente Francisco I. Madero. La lucha en contra del espurio presidente Victoriano Huerta fue encabezada por Venustiano Carranza, Villa, Obregón, Zapata y otros caudillos más.

En 1913, Rolland ocupaba un cargo en el gobierno de Madero, pero debido a su posición radical en contra del usurpador Huerta fue encarcelado. Gracias a la influencia de algunos amigos lo dejaron libre y entonces se dirigió al norte del país con el objeto de entrevistarse con el señor Carranza. En efecto, en el mes de octubre de 1914 tuvo contacto con él y se puso a sus órdenes.

El jefe de la revolución lo comisionó en el consulado mexicano en los Estados Unidos y desde ahí se encargó de divulgar y justificar el movimiento armado en contra del gobierno huertista. Se dio tiempo para publicar un boletín bisemanal llamado “Cartas Mexicanas” que distribuía a 500 periódicos de la unión americana. En este medio informativo explicaba el significado de la revolución y los planes de reconstrucción y pacificación del país. Por supuesto, el presidente Wilson y los miembros del congreso estaban enterados de este boletín.

Cuando la revolución triunfó, el ingeniero Rolland regresó a la ciudad de México y junto con otros partidarios, entre ellos Salvador Alvarado y Gerardo Murillo (el doctor Atl), fundaron un partido político afín al gobierno al que llamaron Confederación Revolucionaria. Una de sus principales acciones fue plantearle a Carranza la necesidad de que todo mexicano tenía derecho a la posesión de la tierra.

Meses antes Rolland había dictado una serie de conferencias sobre la cuestión agraria y los medios prácticos para resolver el problema. De seguro le sirvió de antecedente el libro de don Andrés Molina Enríquez “Los grandes problemas nacionales” escrito en 1911 en el que trata el problema de la propiedad de la tierra.

Cuando el gobierno designó al general Alvarado como gobernador del estado de Yucatán, Rolland lo acompañó en su calidad de responsable de la Comisión Local Agraria que tenía el propósito de llevar a cabo la reforma agraria en esa región. Nomás que esa política de entregar la tierra a los campesinos no fue del agrado de Venustiano Carranza quien opuso trabas a su ejecución.

Al mismo tiempo, el mismo gobernador Alvarado nombró a Rolland como gerente del Departamento del Petróleo, habida cuenta de sus grandes conocimientos que tenía sobre su explotación en nuestro país. En ese puesto hizo severas críticas a las compañías extranjeras que abusaban de los trabajadores sin concederles derechos. Además insistió ante el gobierno que era urgente la nacionalización de la industria petrolera y la construcción de oleoductos y refinerías.

Resulta interesante leer el contenido de estos manifiestos, tanto de la propiedad de la tierra como del petróleo. Reflejan el sentir y el patriotismo de un hombre de su tiempo el que, no obstante ser civil, participó activamente en la reconstrucción del país aportando su experiencia como ingeniero y revolucionario de los buenos.

Mayo 09 de 2016

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