El doctor en ciencias Carlos
Angulo, esposo de mi nieta la también doctora Martha Reyes, cada vez que viaja
al interior de la república, se da tiempo para visitar las librerías en busca
de libros de leyendas que luego me regala.
De regreso de la Ciudad de
México, me trajo un hermoso volumen con los mitos y leyendas de Japón y ahora,
después de haber estado en la ciudad de San Luis Potosí, compró el libro “San
Luis Potosí y sus leyendas” y me lo obsequió. Bien por Carlos por qué me da en
la pata de palo.
Desde el año de 2005 en que
publiqué “Mitos, Leyendas y Tradiciones Sudcalifornianas” entre ellas El
Mechudo, El tesoro de Pichilingue, El Coromuel y otras más, siempre tuve interés
por las leyendas de nuestra entidad y de otros estados de nuestro país.
Aquí en la ciudad de La Paz
existen leyendas —aparte de las que aparecen en mi libro— escritas y divulgadas
por escritores y periodistas, entre ellos Carlos Domínguez Tapia, Manuelita
Lizárraga y Gamaliel Valle Hamburgo. Aunque no han aparecido impresas en volumen,
con excepción de este último, no dejan de ser interesantes. Al menos sus
títulos son llamativos.
“Las esquinas tétricas de La Paz”,
“Los tres árboles de los ahorcados”, “El cerro de la calavera” son de la
autoría de Domínguez Tapia. “Y La Mujer de negro en la 16”, “Las zorras de
Todos Santos” y “La mujer de negro y el vestido de novia en una noche de
carnaval” las dio a conocer Manuelita. Por su parte Gamaliel ha publicado tres
o cuatro libros con leyendas urbanas.
Voy a referirme a la leyenda de “La
mujer de negro en una noche de carnaval”, por su curiosa coincidencia con otra
de San Luis Potosí. Nuestra leyenda dice que un taxista llevó de pasajera a una
mujer con ropajes negros y que después de llevarla a una casa al sur de la
ciudad regresó vestida con un traje de novia y le pidió que la llevara al
panteón. Cuando se bajó le dijo al taxista: con esta nota cóbrele a mi padre.
Por la mañana, Fue a entregar el recado y cuál no sería su sorpresa cuando el
papa le dijo que ella había muerto hacía quince días. Cuando buscaron el
vestido de novia no lo encontraron.
La leyenda “La dama enlutada” de
San Luis Potosí dice que una señora abordó un taxi en altas horas de la noche y
le pidió al chofer que la llevara a varios templos con el fin de rezar. Después
de recorrerlos la mujer le dio un recado escrito diciéndole que su hermano le
pagaría. Al día siguiente se presentó a la residencia de la familia y al
entregar la nota, le dijeron que su hermana había fallecido dos meses antes.
Como se ve, en eso de las
leyendas con el que pueden ser sucesos reales o ficticios, se presta mucho para
las coincidencias. Por ejemplo está el caso de “La Llorona” que se apareció en
muchas ciudades del país, con semejantes características aunque, como en el
caso de la ciudad de Querétaro, fue una superchería.
En ese lugar, a altas horas de
la noche, se aparecía la llorona con sus lamentos causando el espanto de sus moradores. Pero llegó el momento en que
unos guardias se le enfrentaron y la detuvieron, con la sorpresa de que era un
hombre que portaba un armazón de mujer vestida de blanco y la parte de las piernas las había pintado de
negro para figurar que flotaba.
Resultó ser un consumado ladrón que
se había valido de esa artimaña para robar en las casas y a los trasnochadores
ingenuos. Sin embargo la leyenda continúa narrando el caso de una dama que fue
asesinada por su iracundo y cruel esposo junto con sus dos hijos.
Por lo pronto, estoy en espera
de que Carlos visite otras de nuestras ciudades a fin de que adquiera libros de
leyendas y, oportunista que soy, me los regale.
Mayo
5 de 2016
NOTA DEL EDITOR
Si usted lo desea, puede descargar el libro “Mitos, Leyendas y Tradiciones Sudcalifornianas” del profesor Leonardo Reyes Silva a través del siguiente enlace:
Si quiere descargar otras ediciones acceda al enlace:
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