¿Qué tanto sabes de la historia
de nuestro malecón? Me preguntó hace días un amigo. Tenía interés por el
anuncio de las autoridades de que próximamente lo volverían a remodelar. Y si se
podía conocer el proyecto y el costo del mismo.
Le contesté que en mi libro
“Calles y monumentos de la ciudad de La Paz” publicado en el año de 2001 estaba
una crónica sobre el malecón y el paseo Álvaro Obregón. Y como el libro ya no
se conseguía que abriera mi blog y ahí lo encontraría. ¿Y cómo abro tu blog?
Bueno…
Según referencias históricas el
malecón se construyó durante el gobierno de Carlos M. Esquerro y fue inaugurado
el 16 de septiembre de 1926. Era un muro de piedra de un poco más de un kilómetro
de longitud suficiente para impedir el acceso del mar a la zona habitada.
Pero nunca se pensó en las
corrientes de agua que bajaban de la sierra cuando llovía y que se encauzaban
por los arroyos que atravesaban la ciudad. Fue por eso que durante un copioso
aguacero, las corrientes destrozaron parte del malecón y hubo que
reconstruirlo. Al siguiente gobernador, general Amado Aguirre le tocó la tarea
de reforzar conveniente el muro con varillas y cemento, además de colocar alcantarillas
con su desfogue al mar.
Pero no fue todo. A todo lo largo
del malecón se colocaron arbotantes de cemento armado con alma de tubo de seis
pulgadas y en la parte superior focos de 200 bujías que iluminaron, no
solamente la orilla de la playa sino también las calles aledañas. Debió haber
quedado muy bien la remodelación del malecón ya que el gobernante se jactó de
que era uno de los mejores del país.
Debió haber sido cierto porque
los siguientes gobernadores hasta el mandato del general Agustín Olachea
Avilés, nomás le dieron una manita de gato. En 1957, después que Olachea le
puso mano al malecón, un observador dijo: “El malecón que circunda las playas
en torno a la bahía es el mejor de la costa del Pacífico; tiene una dimensión
de cuatro kilómetros y está sombreado con palmas reales. Su alumbrado es
modernísimo, de luz mercurial, con arbotantes metálicos contribuyen al ornato y
belleza del paseo.
De 1975 en adelante, el malecón y
el paseo Álvaro Obregón fueron motivo de atenciones. Se colocó concreto
hidráulico a todo lo largo de la avenida, se sustituyó el alumbrado, el kiosco
volvió a construirse y se reforestaron varios tramos del malecón, se ganó
terreno al mar para crear una playa artificial frente al hotel “Perla” en fin,
de una u otra manera tanto el gobierno estatal como el municipal, siempre se han preocupado por mantener en óptimas
condiciones nuestro paseo y el malecón.
Durante el gobierno del
licenciado Ángel César Mendoza Arámburo se tuvo la idea de hacer de dos
carriles el paseo, pero por falta de recursos no fue posible. Su sucesor
Alberto Alvarado pretendió lo mismo, aunque se conformó con el tramo que va del
Molinito al Coromuel.
Ahora que el gobierno y la
iniciativa privada renuevan su interés por el malecón, independientemente de lo
que se pretenda con la remodelación, no debe perderse de vista que el proyecto debe
relacionarse con el espacio que ocupa el Centro Histórico de la ciudad lo que,
si en verdad se tienen esos nobles propósitos, deben procurar matar dos pájaros
de una pedrada. ¿O no lo ves así, Tito Piñeda?
Octubre 24 de 2016.
Nota del editor.
Si desea descargar el libro "Calles y monumentos de la ciudad de La Paz" y algún otro textos del profesor Reyes Silva, por favor, toque el siguiente enlace. (También puede compartirlo)
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