Con
motivo de las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 1º de julio
próximo, se llevó a cabo el primer debate entre los cinco candidatos que
aspiran a lograr el voto mayoritario de la ciudadanía, para ocupar el puesto de
primer mandatario de la república.
Otros
debates están pendientes no solo de los aspirantes a la presidencia, sino
también de los candidatos a puestos de elección popular como son los diputados
federales, locales y los senadores, aunque la mayoría de ellos prefieren
evitarlos y realizar sus proselitismos sin interferencias de ninguna clase.
Además, corren el riesgo de que sus promesas queden en entredicho y le resten
votos a sus pretensiones.
La
referencia viene al caso porque en eso de los debates, nuestra entidad se
pintaba sola. En la década de los veinte del siglo pasado, el Territorio Sur de
la Baja California solamente tenía derecho a un diputado federal y como en ese
entonces no existían partidos políticos, las candidaturas se las disputaban
grupos de personas afines a determinado candidato.
En el
período 1920-1921, Enrique Von Borstel había representado a nuestra entidad
como diputado en el Congreso de la Unión, llevando como suplente al señor Juan
H. Mendoza. Al término de su gestión resolvió volver a contender para su
reelección y para el caso procuró el respaldo del mismo grupo que apoyó su
candidatura en 1920. Un grupo entre los que se encontraban Ernesto Arámburo,
Alberto Alvarado Falcón, Antonio Castro y J. Rosario Castro.
Su
opositor fue el profesor Carlos Meza León, de reconocido prestigio en el
territorio, respaldado por otro grupo encabezado por el señor Luis Gibert. Así
las cosas, se organizó un debate para confrontar ideas de los dos pretensos,
que tuvo lugar en el teatro cine Juárez de esta ciudad de La Paz.
Con un
numeroso público, entre los que se contaban simpatizantes de Von Borstel y Meza
León, se inició el debate al tomar la palabra Enrique, quien expuso las
gestiones que realizó para beneficio de los habitantes de la entidad, estando
seguro que con el respaldo ciudadano continuaría defendiendo los mejores
intereses de los sudcalifornianos.
Al
término de su intervención, le tocó el turno a Carlos explicar el porqué de sus
deseos de aspirar a ocupar la diputación federal, no sin antes lanzar palabras
injuriosas a su oponente. Dijo que este se creía insustituible y que deseaba
perpetuarse en el poder y terminó con una frase lapidaria: “Los perros abren
los ojos a escasos días de nacidos; en cambio los partidarios de Von Borstel
son perpetuos ciegos mentales incapaces de avizorar horizontes de renovación
política”
Al oír
aquella ofensa, el Plique, como le llamaban familiarmente a Enrique, subió a la
tribuna desenfundando una pistola y amenazando al orador. Por fortuna personas
cercanas impidieron que las cosas pasaran a mayores, no sin antes decir el
ofendido ¡Esto no se puede resolver con palabras, sino con las armas en la mano!
Y ahí se terminó el debate.
Días
después, en el jardín Velasco, se enfrentaron a balazos partidarios de los dos
candidatos con el resultado de resultar gravemente heridos Ernesto Arámburo y
Eduardo G. Batiz. El causante, Luis Gibert salió ileso de este enfrentamiento
armado.
Después
de los comicios resultaron electos Enrique Von Borstel como diputado
propietario y Alberto Alvarado Falcón como suplente, para el periodo 1922-1924.
Para el periodo siguiente 1924-1926 resultó cierto el vaticinio de Meza León,
pues Von Borstel se perpetuó en el poder.
Lo que
no sabe es si en su proselitismo como candidato se efectuaron debates aunque,
con la terrible experiencia del anterior, es casi seguro que se aplicó el
sistema del dedazo. No vaya haber sido la de malas…Por lo demás y como una
justificación de mi crónica, hago mención del estimado amigo desparecido
Alejandro D. Martínez, autor del libro “Experiencias políticas de un guaycura”,
publicado en el año de 1986.
También
para aquellos lectores que deseen ampliar sus conocimientos sobre el tema les
recomiendo “Baja California Sur, legisladores federales al H. Congreso de la
Unión” de los autores José Carlos Cota Osuna y Gilberto Ibarra Rivera.
Abril 25 de 20128.