Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

miércoles, 30 de junio de 2021

ELECCIONES Y POPULISMO

    De manera casual, la semana pasada le comenté a mi nieta Martha Reyes de la existencia de un libro cuya autora es de origen turco que se refiere a la dictadura que impera en su país hace ya varios años. Ella me preguntó su nombre y el título de la obra, así es que revisé mis apuntes y se lo dije. El viernes pasado me visitó para obsequiarme el libro que compró en una librería de la Ciudad de México.

    Ece Temelkuran es una escritora y columnista política, colaboradora de los periódicos The Guardian, The New York Times, Le Monde y otros no menos importantes. Ha publicado una docena de libros y ha recibido diversos galardones por ello. En el 2016 tuvo que abandonar su país por no estar de acuerdo con la forma de gobernar del actual mandatario de Turquía.

    En la ciudad que le dio refugio escribió en el año de 2019 “Cómo perder un país. Los siete pasos de la democracia a la dictadura”. Del contenido de esta obra un comentarista escribió: El mejor libro que he leído sobre la tendencia populista y autoritaria que está rehaciendo nuestro mundo.

    Se refiere en particular a Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, quien desde el año de 2014 gobierna con estilo autoritario y ha reforzado las medidas contra sus adversarios políticos. Durante su gobierno han sido encarcelados numerosos activistas y periodistas, y también ordenó el cierre de medios de comunicación por ser críticos de su gobierno.

    Después de un fallido golpe de Estado en 2016 reprimido y con sentencias de muerte de cientos de sublevados o afines al movimiento subversivo, el poder de Erdogan se incrementó. La autora dijo en su momento: “Cómo y por qué la democracia turca fue finalmente eliminada por un despiadado populista y su creciente grupo de partidarios es una historia larga y complicada. Pero el propósito de este libro no es contar como perdimos nuestra democracia, sino intentar extraer lecciones de este proceso en beneficio del resto del mundo. Lo que ocurrió en Turquía y lo que el mundo occidental ha empezado a experimentar poco después son demasiadas numerosas para descartarlas. Hay algo similar a un patrón de esa locura política que hemos dado en llamar «el auge del populismo» y que todos estamos presenciando en mayor o menor medida”.

    En un reciente artículo del periódico The Washington Post dice que el populismo de derecha ha sido el centro de atención desde 2016 cuando el Reino Unido decidió abandonar la Unión Europea y Donald Trump fue elegido presidente de los Estados Unidos.

    El populismo de derecha casi siempre es más fuerte en las zonas deprimidas rurales y obreras. Ha pasado en países como Polonia, Hungría incluso en Alemania y en países como Perú, Bolivia. Brasil, Venezuela y México. En general el populismo de derecha ofrece políticas asistencialistas a fin de ejercer el control social y se distingue por dar preferencia en su discurso de los aspectos más sobresalientes del pensamiento de las derechas: la tendencia a criminalizar y judicializar los problemas sociales y la construcción de un nacionalismo excluyente con características etnicistas.

    Cuando en una entrevista le preguntaron a Ece del papel que juegan las redes sociales en esta forma de gobierno, contestó que son un poder tan grande que no hay otro que las pueda controlar y regular. Son empresas que tienen lazos con los poderes económicos y políticos.

    En efecto, además del populismo y la polarización que son las características de estos gobiernos, se está utilizando lo que ha dado en llamarse la posverdad que desinforma, confunde, alarma, distorsiona y se miente utilizando las redes de tal forma que lo que publican muchos creen que es verdad aunque en realidad son mentiras.

    La experiencia vivida en otros países como Turquía muestra que el populismo no es una ideología, sino una estrategia para apoderarse del poder y retenerlo. Un país pude ser capaz de enfrentarse a un gobierno populista cuyas políticas dañan la economía, son proclives a la corrupción y hacen caso omiso de la democracia.

    En una ocasión con motivo de la presentación de su libro “Turquía y los locos de la melancolía”, después de referirse al problema político de Turquía, una de las asistentes le preguntó: “Entonces ¿qué podemos hacer por usted?” Ece respondió: “Lo crean o no, lo que sea que le haya pasado a Turquía también los amenaza a ustedes. Esta locura política es un fenómeno global. Así que, en realidad, ¿qué puedo hacer yo por ustedes?

Junio 30 de 2021

lunes, 14 de junio de 2021

ASÍ ES LA DEMOCRACIA

Varias horas del domingo pasado —día de las elecciones— me las pasé releyendo un libro que me obsequió el estimado amigo exgobernador de nuestro estado, Ángel César Mendoza Arámburo. Lleva por título “Las palabras de Casandra” y su autor es Fernando Vázquez Rigada y por subtítulo “Historia del futuro del Estado mexicano”.

Vázquez Rigada lo escribió en el año de 2011, pero al igual que Casandra la adivina pretende, a través de los ensayos que contiene la obra, rastrear el pasado de la república y hojear el futuro relacionados con los aspectos políticos, económicos y sociales.

En su ensayo “Democratizar la democracia” con una visión futurista expone que “si el problema de la vida institucional de la República no se reconstituye, los riesgos para la vida democrática son mayúsculos porque si las instituciones fallan son sustituidas por la voluntad de individuos con ansias de poder, obstaculizando con ello los accesos a la justicia, a la renovación democrática del poder público y la construcción de legitimidad del sistema político”

La mención de este libro viene al caso con motivo de las elecciones del 6 de junio pasado donde estuvieron en juego gubernaturas, diputaciones federales y locales, así como ayuntamientos. Los resultados obtenidos en esta contienda electoral han demostrado que el ejercicio de la democracia sigue vigente en nuestro país a pesar de sus imperfecciones y los afanes por subvertir los procesos que la hacen posible.

La participación ciudadana en los comicios demostró que en democracia todo es posible cuando se trata de cambiar un estado de cosas. Y en el caso particular de México la intención fue restar un poco el poder avasallador del presidente, poder que hizo posible el desmantelamiento de instituciones consideradas vitales en el desarrollo integral del país.

Ahora, con la integración de un congreso legislativo en el que los partidos opuestos a Morena podrán aceptar o rechazar las iniciativas del poder ejecutivo, sobre todo aquellas que violentan los principios constitucionales, se abre la oportunidad de encauzar tales iniciativas por los caminos de la ley impidiendo el desacato de las mismas por medio de las cámaras de diputados y senadores.

Y es que en los tiempos actuales nuestro país tiene un régimen que se ha distinguido por “mandar al diablo las instituciones” y por ello no respeta a las minorías, no permite la crítica, desconoce las libertades consagradas en la Constitución y no le importan los derechos humanos.

Pero la democracia tiene también un propósito según la opinión de Karl Popper: a través del voto castigar al mal gobernante y separarlo del poder en el tiempo que marquen las leyes. Este procedimiento es quizá lo mejor que ha inventado la humanidad para gobernarse.

Sin embargo, valiéndose de la democracia como intermediaria, los ciudadanos, en vez de tomar decisiones benéficas para el país prefieren la política del avestruz evitando enfrentarse a los problemas para tratar de resolverlos. Fue lo que pasó en las pasadas elecciones donde a mitad de los electores no acudieron a votar, sin importarles las difíciles condiciones económicas y sociales de la población mayoritaria del país que son las clases populares.

Por eso tienen razón algunos analistas de la realidad política de México cuando enfatizan que la democracia mexicana es frágil e inconclusa y que no hacemos uso de ella en los momentos en que más se necesita. Y la falta de ella da motivo para que el poder político se entronice en una sola persona como es el caso de nuestro país. Esa indiferencia cercana al caos, me hace recordar la anécdota aquella cuando el sultán Boabdil perdió el reino de Granada y al verlo llorar, su madre le espetó: “Lloras como mujer lo que no pudiste defender como hombre”. 

09 de junio de 2021

lunes, 7 de junio de 2021

UN AÑO DE AUSENCIA

    Mañana, 8 de junio, hará un año que perdí a mi esposa. Un año perdido en la angustia y en la soledad. El paso de las horas, los días y los meses han marcado para siempre mi vida, poniendo un dique infranqueable que me impide alivianar mi corazón por esa pérdida. Y ante la cruel realidad el único consuelo son las lágrimas vertidas al lado de su tumba y las que me acompañan todas las mañanas cuando frente a su retrato, la saludo: “Buenos días Cande, aquí estoy a tu lado para decirte que no te olvido, que me duele mucho tu ausencia, que me perdones por no haberte cuidado cuando más lo necesitabas”.

    Mi esposa fue una mujer que sufrió mucho en su vida debido a sus enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes, males permanentes que la obligaron a la ingesta de medicamentos y una dieta rigurosa. Y sufrió también por la pérdida de sus padres y hermanos, pero lo que más la lastimó fue la muerte de nuestro hijo Guillermo, un joven militar sacrificado por los narcotraficantes. Ese dolor y esa tristeza la acompañó toda su vida.

    Unos días después de su muerte, una amiga me habló por teléfono para darme el pésame y al notar mi angustia trató de calmarme con estas palabras: “Mira, yo perdí a mi esposo hace varios años, pero él siempre ha estado conmigo, platicamos y yo le cuento de como he podido soportar su ausencia continuando con las rutinas de la vida diaria y a veces, créeme, estoy segura que me escucha y eso alegra mi corazón”.

    Cuando vamos al panteón —mis hijos, mi yerno Ramón y algunos nietos— le llevamos flores, regamos alrededor de su tumba, la limpiamos y después una de mis hijas musita “aquí estamos mamá, con estas flores te decimos lo mucho que te quisimos, que no te olvidaremos jamás”.

    La tumba de Cande quedó a un lado de nuestro hijo Guillermo. Y habrá un lugarcito para mí cuando me llegue la hora de morir. Así, por lo pronto, estaremos juntos intercambiando recuerdos como seres inmortales, cuyos espíritus trascienden el tiempo y el espacio. Y seremos felices tanto como no lo fuimos en este mundo.

    Es imposible olvidar a las personas que amamos. En mi caso, bien por los años a mi lado —64 años— o por la protección que le brindó a su familia, o por el amor silencioso que le tenía, el recuerdo se ha convertido en parte de mí mismo que permea cada momento de mi existencia. Con ella a mi lado al despertar, en el desayuno, la comida y la cena; al mirar la televisión y tomar café por las tardes; al regar las plantas de su jardín y las de la finca que lleva su nombre; al salir de compras y acudir a los onomásticos de la familia; Al escuchar su voz cuando se acordaba de los incidentes de nuestra vida en común.

    Todo esto me llena de tristeza al recordarlo y no lo puedo evitar. Incluso en este momento, cuando escribo estas líneas, mis ojos se nublan y un golpeteo lastima mi corazón. Yo entiendo que ella se fue para siempre y que hoy mi compañera es la soledad. Y que no obstante el cuidado de mis hijos y el resto de nuestra familia para conmigo, la tristeza es una sombra que cubrirá por siempre mi vida.
Mañana mi familia ofrecerá una misa en su memoria y en las primeras horas visitaremos su tumba en el panteón de los San Juanes. Ahí, con nuestras lágrimas, le repetiremos una y otra vez “Bendita seas esposa y madre, jamás te olvidaremos”.

07 de junio de 2021.

miércoles, 2 de junio de 2021

LA BIOGRAFÍA DEL PODER

    Me gusta leer a Enrique Krauze, sobre todo por los análisis políticos actuales y también por los contenidos de sus libros referentes a la historia de México y los hombres —caudillos les llama— que han acompañado las transformaciones políticas y sociales del pasado y presente de nuestro país.

    Autor de múltiples obras destacan desde luego las que presentan un panorama real de esos caudillos y los claros oscuros como gobernantes de México. Menciono aquí tres de sus libros: Siglo de caudillos, La presidencia imperial y Biografía del poder. Carlos Angulo, esposo de mi nieta Martha Reyes, conociendo mi afición, un día de tantos me obsequió este último, un texto de mil páginas y cuyo contenido no tiene desperdicio.

    Ahora, con los problemas que vive nuestro país y las próximas elecciones del 6 de junio, resultan aleccionadoras las palabras de Krauze, sobre todo de lo que él llama “El teatro de la política” y “La plaza de la democracia”. En el primero se refiere a la presidencia imperial antes del año dos mil. En esa época, los presidentes tenían el monopolio de todos los poderes formales del Congreso, de la Suprema Corte, los gobernadores, los presidentes municipales.

    Los obreros y campesinos agrupados en confederaciones —CTM, CNC— estaban subordinados al presidente. Los empresarios y la Iglesia seguían las directrices del mandatario. La Hacienda Pública y el Banco de México se manejaban discrecionalmente desde Los Pinos. Los medios de comunicación eran soldados del presidente. Sólo algunas revistas y casas editoriales eran independientes.

    En ese año de 1997, cuando Krauze escribió el libro La biografía del poder, escribió: “México ha cambiado porque adoptó los valores y principios de la democracia liberal. La presidencia imperial ha desaparecido”. Y en una visión profética añade: “Quien gane en las elecciones de 2018, y al margen de sus preferencias electorales, sería bueno que los mexicanos —sobre todo los jóvenes, sin dejar de ser rebeldes y contestatarios— sepan cuidar el frágil edificio de las democracia que construyeron las generaciones anteriores”.

    Enrique Krauze ha sido testigo de los cambios ocurridos en el poder político en los dos últimos años, ahora bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. Su tal vez desilusión lo ha llevado a ser un crítico permanente del abuso de poder ejercido por un hombre que juró respetar la Constitución y los altos valores de la democracia. Porque al igual que antaño desconoce las instituciones en su afán de obtener un poder omnímodo muy cercano a la dictadura.

    En 1990, en un encuentro con intelectuales, el escritor y político Mario Vargas Llosa habló sobre la permanencia del PRI en el poder, e incluso consideró que México vivía en una dictadura perfecta. Dijo que no era la unión soviética, ni el comunismo ni Fidel Castro sino México y su dictadura. Además consideró que el nacionalismo era uno de los síntomas más peligrosos que perpetuaba esa dictadura.

    Octavio Paz a su vez opinó de la no existencia de una dictadura en nuestro país, aunque aseveró la existencia de una dominación hegemónica por parte de un partido político. “La lucha hoy —dijo— es la de crear un pluralismo que lleve a otros estadios el poder político”.

    Diez años después se terminó lo dicho por Vargas Llosa. La sociedad mexicana había logrado por fin definir una imagen más democrática, con elecciones confiables organizadas por instituciones electorales avaladas por los propios ciudadanos.

    El avance democrático con sus imperfecciones fue impresionante. Así lo demostraron las elecciones presidenciales de los años dos mil, dos mil seis, dos mil doce y dos mil dieciocho. En este último año de ambiente democrático, los mexicanos teníamos esperanzas en el continuo desarrollo de nuestro país. Pero parece que nos equivocamos.

    En un artículo publicado en el mes de octubre del año pasado titulado “La dictadura imperfecta”, el jurista Ignacio Morales Lechuga se refiere al gobierno de López Obrador: “Estos dos años de gobierno evidencian que la corrupción crece; la inseguridad, la pobreza y las enfermedades aumentan. El presidente no ha cumplido sus promesas, se ha concentrado en la destrucción de las instituciones, la apropiación de los ahorros depositados en fondos y fideicomisos; ha logrado además el control de la Suprema Corte, hasta convertir a su presidente un apéndice del Ejecutivo”.

    Y termina con la siguiente advertencia “La imperfecta dictadura tiene todavía un punto vulnerable: el voto que le dio origen es el mismo que puede desterrarla”.

Junio 02 de 2021.