Mi estimado amigo Eligio Moisés Coronado ha estado divulgando hace meses la palabra California que aparece en comercios, empresas, instituciones privadas, como constancia de su identificación de nuestro estado. Lo hace en un intento de convencer a los habitantes de esta región de que es su nombre original avalado por la historia y motivo de identidad como californianos.
La intención no es menor. Se trata de oponerse a que nuestro estado se llame Baja Sur, tal como se va siendo costumbre entre una parte considerable de la población, además de aparecer en diversos medios publicitarios y empresas públicas. Tal como lo dijo en una ocasión un periodista, llegará el momento que seamos “bajeños” en vez de californianos.
El año pasado, varias asociaciones civiles del municipio de Los Cabos instituyeron el “Día de la Californidad” fijando como fecha de la conmemoración el 14 de noviembre de cada año. Ante la presencia de autoridades civiles y militares se reiteró el compromiso de defender nuestra identidad contra todo intento de socavarla insistiendo en que nosotros somos californianos de origen.
Un grupo de escritores, periodistas, historiadores se han sumado a esta propuesta y están divulgado por los medios a su alcance el rechazo a que se utilicen otros vocablos denigrantes en vez del término California. Además, como un homenaje a los antiguos habitantes de la península, el grupo cultural del poblado El Triunfo, a través de diversas actividades —conferencias, exposiciones, artesanías— están reafirmando el sentido de pertenencia de todo lo que atañe a nuestras formas de ser y de pensar.
Apenas hace unos días, gracias a su iniciativa, se inauguró el Museo del Vaquero de las Californias, como una muestra más de la importancia de salvaguardar las costumbres y tradiciones de esos rancheros los que, a base de tenacidad, han logrado ser parte del desarrollo económico de esta región de nuestro país.
Por otro lado, existen publicaciones —libros, revistas, folletos— donde se explica la necesidad de evitar los síntomas de la transculturización como es el caso de la insistencia de utilizar el vocablo Bajasur en vez de Baja California Sur como es el nombre oficial de nuestro estado. Utilizando los medios electrónicos —Facebook, Twitter, Whats App, Messenger y otros— diversos cibernautas están insistiendo en utilizar el nombre de California para identificarnos.
En lo particular, en mis libros Aconteceres de Baja California Sur, Pasado y Presente de la Antigua California y Visión de Sudcalifornia, han aparecido crónicas referentes a este problema de la pérdida de identidad y de cómo, las autoridades hacen caso omiso y no ponen remedio. En el primero de ellos, escribí:
“Un gringo, con el aval del Fideicomiso de Turismo de La Paz, es el autor de la serie televisiva “Destination Baja Sur”, y hace días llegó a San José del Cabo para vanagloriarse del gran éxito que ha tenido ese programa a nivel mundial. Ante la presencia de funcionarios —nos gustaría saber quiénes estuvieron presentes— Bill Boyce, de la cadena televisiva NBC Sport se mostró eufórico por el éxito de este documental ya que ha sido visto por más de seis millones de espectadores”.
En el año de 2016, el Archivo Histórico Pablo L. Martínez me publicó el libro “Pasado y presente de la Antigua California”. Entre las diversas crónicas apareció una con el título de “Estado de California, México”. En él dije de la conveniencia de cambiarle el nombre a nuestro Estado para llamarle California o bien Antigua California. Así no habría posibilidad de modificarlo o agregarle vocablos que no tienen razón de ser.
Por supuesto, fue una opinión personal basada en los antecedentes históricos de esta región de México. Los agregados de Baja y Sur se dieron después de 218 años (1804-2022) y 48 años (1975-2022) con el agregado Sur a raíz de la conversión de Territorio a Estado. En cambio, el término California data de 1535 y a la fecha son nada menos que 487 años.
Así es que por antigüedad somos californianos, habitantes de la California Mexicana.
Noviembre 09 de 2022.
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