Muchos lectores de “El
Sudcaliforniano” habrán leído en su edición del día 8 del presente mes, la
presentación de un proyecto tendiente a erigir dos monumentos en honor de los
fundadores de las Californias: los soldados de cuera. El proyecto fue
presentado por el señor Ignacio Félix Cota en las instalaciones del Archivo
Histórico Pablo L. Martínez. Los monumentos se construirán en la población de
Loreto y la ciudad de Ensenada.
Cuando en el año de 1697, el
padre jesuita Juan María de Salvatierra fundó la misión de Nuestra Señora de
Loreto, lo hizo sin acompañamiento militar, salvo Luis Tortolero y Torres,
soldado español. Pero ya en el año de 1702
eran 18 soldados con sus cabos los radicados en la misión. En 1730
aumentó a 29 soldados que guarnecían las misiones establecidas. En 1767 la
llamada Compañía de California estaba integrada por 60 soldados, un capitán y
un teniente.
De seguro esos militares
comenzaron a usar protectores para defenderse de los arbustos espinosos durante
sus recorridos a través de la península. Pero no se les conoció como soldados
de cuera. Sin embargo, se les puede considerar como parte de los fundadores de
California, sobre todo los que llegaron en 1702.
Los soldados de cuera llamados
también dragones tienen una historia muy interesante. En 1767 llegó a Loreto el
capitán Gaspar de Portolá designado gobernador por el virrey Croix. Se hizo
acompañar por 50 elementos del Regimiento de Dragones de España y después de
cuarenta días de navegación arribaron a San José del Cabo. De ese lugar se
dirigieron por tierra a la misión de
Loreto, travesía que destruyó los uniformes de los soldados debido a los
matorrales espinosos que encontraron en su camino. Dice un historiador que
“llegaron a su destino exhaustos y harapientos”
Portolá llevaba la orden de
expulsión de los misioneros jesuitas, disposición que cumplió al pie de la letra.
Después, en el año de 1768, acatando una orden del virrey, junto con el visitador
José de Gálvez, organizaron las expediciones al norte de la península a fin de
ocupar los puertos de San Diego y Monterey y establecer presidios y misiones en
esa región.
Fueron tres expediciones las que
se organizaron. Por la vía marítima con los barcos San Antonio y el San Carlos.
Por la ruta terrestre fueron dos desde Loreto hasta San Diego. En el mes de
septiembre de 1768 salió de Loreto el capitán Fernando de Rivera y Moncada, con
el propósito de recoger provisiones y bestias de las misiones y reconocer el
camino a la alta California. Lo acompañaban 27 soldados de cuera, tres arrieros
y 42 indios cristianos. Llegó a San Diego en marzo del año siguiente.
En ese mismo mes de marzo salió
la segunda expedición al mando del gobernador Portolá, a quien acompañó fray
Junípero Serra. Con ellos iban diez soldados de cuera y 44 indios peninsulares.
Esta expedición llegó a San Diego a principios del mes de julio. El día 16, con
la presencia de Portolá, Serra y Rivera y Moncada fundaron la misión de San
Diego de Alcalá.
El historiador Carlos López
Urrutia dice que los soldados de cuera contribuyeron decisivamente en la
conversión y colonización del territorio de la Alta California. Defendieron a
la región de invasiones extranjeras, contribuyeron en la fundación de las
misiones franciscanas y la creación de pueblos
convertidos hoy en grandes ciudades como San Diego, Monterey, Santa Bárbara y
San Francisco.
Por eso, el reconocimiento debe
ser por parte del estado de California del país vecino, porque ellos, los
soldados de cuera, fueron elementos
pasajeros en la Baja California.
Noviembre
10 de 2015
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