Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

martes, 14 de mayo de 2019

La Llorona

Cihuacóatl
“The history of La Llorona (the weeping Woman) has many originis, but one I feel to have great authenticiy is that concerning Marina la Malinche, the faithful companion of Hernando Cortés. She reportedly died of a broquen heart, and is a from this sorrowful end that the legend of the weeping woman began. The history traveled to many parts of the Word, changing with time, and was eventually told in Nuevo México in the following form”.

Así empieza la leyenda que Paulette Atencio incluyó en su libro “cuentos de mi niñez” en el año de 1991 y editado por el Museo de Nuevo México. Según la tradición, la historia de La Llorona se originó por el año de 1800 en el pueblo de Santa Fe y relata el matrimonio de María con Gregorio, con el que procrearon dos hijos. Felices por algunos años, el esposo comenzó a distanciarse de ella hasta que la abandonó. Desesperada María y en un arrebato de locura culpó a los niños de su desgracia, los arrastró hasta el río cercano y los arrojó a sus aguas. Al recobrar la lucidez y al darse cuenta de su horrible acción comenzó a dar gritos llamando a sus hijos, pero al correr por la orilla del río tropezó y se golpeó la cabeza con una piedra. Así murió. Al poco tiempo muchas personas del pueblo escucharon los lamentos de La Llorona.

Por supuesto existen muchas versiones de La Llorona en varios estados de nuestro país, incluso en la Ciudad de México donde se dice nació la leyenda en el pueblo de Texcoco. Guanajuato y Querétaro tienen diferentes versiones de ese fantasma de mujer. El primero narra la desgracia de una familia de buena posición económica que tenía una única hija, de incomparable belleza. Un día de tantos no la hallaron en su alcoba, pero se dieron cuenta que del balcón colgaba una soga que daba a la calle. Por más que la buscaron no dieron con ella. Pasó el tiempo y una noche en una de las calles aledañas a un río, apareció una mujer vestida de blanco que llevaba en sus brazos un niño cubierto de harapos el que deja en el pórtico de una casa. Entonces, arrepentida de su infame acción exhala gritos escalofriantes que llena de susto a quienes los escuchan.

Por su parte, la leyenda de La Llorona en Querétaro cuenta que "tiene una cabellera larga y oscura, que por la espalda le llega a la cintura, que siempre viste de blanco y que de espaldas se puede adivinar a una mujer hermosa, pero que si la miras de frente, detrás de su velo, te puedes topar con el rostro violento de la muerte".

En Querétaro se habla de una mujer llamada Rosalía a quien su esposo llevado por los celos la asesinó, junto con sus hijos pequeños. Y ahora muchos transnochadores aseguran verla por las calles con su cabellera larga y revuelta emitiendo gritos desgarradores buscando a sus hijos.

La leyenda refiere la experiencia de una señora de avanzada edad que tuvo un encuentro con La Llorona. Platicó ella que no la escuchó lamentarse pero sí de su llanto y tuvo la sensación de que la estaba observando por detrás. En esos momentos de su llanto los perros no dejaron de aullar como si presintieran la presencia de un alma en pena.

En la ciudad de México la leyenda es un poco parecida a la de Guanajuato, pues narra la historia de una bella mujer indígena que por celos, venganza y desesperación al creer que su esposo, de ascendencia española la dejaría por una dama de la alta sociedad, ahogó a sus tres hijos en un río cercano donde vivía. Después, arrepentida, se quitó la vida. A partir de esa tragedia su alma vaga por las calles a media noche, con un lamento desgarrador: ¡Ay, mis hijos!

Estas versiones de La Llorona se cree que tuvieron su origen en la época prehispánica, más concretamente referidas a la mitología mexica, en la figura de la diosa Cihuacóatl, la mujer serpiente. Ella era la protectora de las mujeres fallecidas y recolectora de las almas. Dice el cronista Fray Bernardino de Sahagún que estando cautiva, gritaba y aullaba por las noches.

Cuenta la leyenda que cuatro sacerdotes en una noche de luna llena escucharon de pronto un alarido lastimoso. Era un alarido sobrecogedor. Un sonido agudo como escapado de una mujer en agonía. El grito se fue extendiendo hasta llegar al palacio del emperador Moctezuma.

Los sacerdotes subieron a lo más alto del templo y pudieron ver una figura blanca, arrastrando o flotando una cauda de tela vaporosa. El grito y sus ecos se perdieron a lo lejos, por el rumbo del señorío de Texcocan.

Como bien lo dice Talía Román Cerón, autora de las leyendas de Querétaro, el mito de La Llorona ha trascendido con el tiempo, hasta convertirse en una leyenda que provoca a la vez curiosidad y a la vez miedo, ya que es parte de nuestra riqueza cultural. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario