Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

miércoles, 28 de agosto de 2024

POLK EL VERDUGO DE MÉXICO

    James J. Polk fue presidente de los Estados Unidos en los años de 1845 a 1849. En nuestro país se le recuerda porque fue el instigador de la guerra conocida como la Intervención Norteamericana a México en 1846 hasta 1848, a resultas de la cual perdimos la mitad de nuestro territorio.

    El antecedente que originó la guerra fue la expedición en 1824 de la Ley Federal de Colonización, misma que autorizó a Stephen Austin para establecer asentamientos de gringos en Tejas. Doce años después, en 1836, esos colonos dirigidos por Samuel Houston tomaron la decisión de separarse de nuestro país. Por supuesto, el congreso de los Estados Unidos en el año de 1845 aprobó la anexión pese a las protestas del gobierno mexicano.

    En ese año de 1845 Polk fue elegido presidente del país vecino y él fue el más decidido opositor a que Tejas siguiera siendo mexicana. Estaba decidido a quedarse con esa provincia pero, además, obtener por compra California y Nuevo México. En su toma de posesión como presidente declaró: “Nuestra Unión es una confederación de Estados independientes, cuya política es la paz de uno con otro en todo el mundo. Ensanchar sus límites equivale a extender el dominio de la paz sobre territorios adicionales y sobre millones de habitantes. El mundo no tiene nada que temer de la ambición militar de nuestro gobierno”.

    Cínico y ambicioso a un mes de su mandato inició la guerra contra México y trascurridos tres meses ya había ocupado Nuevo México y California. La invasión se inició por Nuevo León por tropas encabezadas por Zacarías Taylor mientras que el general Winfield Scott lo hacía por Veracruz.

Polk escribió un diario conocido como “Diario 1845—1849” el cual por cierto es difícil de conseguir ya que tiene un precio de $2,100.00 pesos. En este texto aparecen varias declaraciones justificando la invasión a México. El 30 de junio de 1846 dijo: “En todo caso debemos obtener la Alta California y Nuevo México en el tratado de paz que hiciéramos”.

    Y el 13 de abril de 1847, en un proyecto de tratado insinuó: “Los Estados Unidos deben quedarse con las provincias de Nuevo México y la Alta y la Baja California”. Aseguró que “bajo el gobierno de nuestras leyes pronto se desarrollarían sus recursos minerales, agrícolas, manufactureras y comerciales”.

    Pero sus pretensiones fallaron, al menos para Baja California que siguió siendo parte de México. En el Tratado de Guadalupe aprobado por el gobierno norteamericano el 10 de marzo de 1848, no quedó incluida nuestra península. Ello se debió en parte, a la férrea defensa de sus habitantes que todavía en 1848 peleaban por mantener su soberanía. 

Agosto 8 de 2024.

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