Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

lunes, 10 de julio de 2017

Una ausencia lamentable

Mi invitaron oportunamente, pero no me fue posible asistir a la presentación del libro  “Los últimos californios” del investigador norteamericano Harry Crosby.  Fue el viernes pasado, en el Archivo Pablo L. Martínez y los presentadores fueron la doctora María de la Luz Gutiérrez, Enrique Hambleton Von Borstel y Eligio Moisés Coronado.

El libro es una reedición hecha por el AHPLM, ya que la primera se hizo en el año de 1992 por parte del gobierno del estado cuando era cronista del mismo Eligio Moisés. El libro original en inglés lo publicó Crosby en 1981 y gracias a la gentileza de este autor fue posible la traducción al español por Enrique Hambleton.

El texto, como su nombre lo indica, se refiere a los habitantes de los ranchos serranos descendientes de los antiguos pobladores de la época de las misioneros jesuitas los que, cuando éstos fueron expulsados de la península en 1768, les fue concedida en propiedad diversas extensiones de tierras en las que formaron sitios de explotación ganadera a todo lo largo y ancho de la península.
A ellos se refiere Crosby. Y aprovecha las páginas del libro para hablar de las formas de vida de los rancheros californios, de sus costumbres, vestimenta, alimentación y de cómo, con ingenio y esfuerzo, lograron aprovechar los manantiales de las sierras para el sustento familiar y de sus ganados.

El autor toma como ejemplo a una familia de un rancho de la sierra de San Francisco y describe las tareas cotidianas de don Loreto Arce, viejo poblador de esa región. Apoya sus descripciones con fotografías inéditas de las labores de mujeres y hombres y panorámicas de la cadena montañosa de  esa región central de la Baja California.

Independientemente de la importancia de esta obra—debemos agradecer a la maestra Elizabeth Acosta Mendía su publicación—debe considerársele como un parteaguas que dio pauta para que otros escritores e historiadores locales escribieran sobre el tema. Creo que los libros que se originaron al respecto complementan lo escrito por Crosby.

Pero ya en 1952, Francisco Javier Carballo Lucero había escrito un artículo sobre los rancheros diciendo, entre otros conceptos: “El símbolo verdadero, vital, de los sudcalifornianos, no es el escudo que tiene una concha perla en el centro y alrededor unos fríos pescaditos. Es la efigie bravía y serena al mismo tiempo del ranchero sin palabras. Altiva, que llega a los pueblos en un amanecer y parte cuando al frente ya se han pintado mil crepúsculos en dos minutos de atardecer…”

También, antes del libro de Crosby, Aurelio Martínez Balboa escribió en el año de 1981 “La ganadería en Baja California Sur”, en el que hace una apología de los rancheros. Es una obra interesante aunque es difícil de encontrar. Y en el 2010, la doctora en historia Martha Micheline Cariño le dedicó cuarenta páginas al origen y establecimiento de la sociedad ranchera, en su libro “Historia de las relaciones hombre naturaleza en Baja California Sur”.

En ese mismo año apareció mi libro “Un viaje por la cultura sudcaliforniana” en el que me refiero a la vida de los ranchos y sus habitantes, de sus costumbres y sus características del habla. Y no puedo dejar de mencionar el libro “El campeador de la California” de Simón Óscar Mendoza Salgado (2010) una obra excelente con ilustraciones a todo color, donde describe con detalles la vida cotidiana de los rancheros, de su vestimenta y de las faenas y labores propias del vaquero. Por su interesante contenido es un libro de cabecera.

Desde luego, existen otros libros que hablan sobre el tema, como el de  Emilio Arce y su “El corral viejo” y el de Guillermo Arrambidez Arellano titulado “Un romance”. Como se verá existe mucha información sobre los ranchos sudcalifornianos y aunque, como dice Crosby cada día son menos, no por eso debemos olvidarlos antes al contrario, magnificar su presencia en el devenir de Baja California equivale a reconocer las raíces de nuestro pueblo y con ello mantener viva e irrenunciable la identidad sudcaliforniana.

Julio 09 de 2017.

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