Las
noticias vuelan y llegan a donde menos se imagina. Incluso al pasado, bueno, si
echamos mano de la historia, como es el caso reciente de un rumor que tiene que
ver con la reelección y la ampliación del mandato.
Por
supuesto, se inició cuando al presidente de la Suprema Corte de Justicia la
Nación se le autorizó por parte del Congreso de la Unión permanecer dos años
más al frente del Poder Judicial lo que, a juicio de juristas, tal decisión fue
inconstitucional.
Pero
vayamos al pasado. El licenciado Miguel Alemán fue presidente de México en el
periodo de 1946 a 1952, sustituyendo al general Manuel Ávila Camacho. Conformó
su gabinete con políticos y profesionistas como Héctor Pérez Martínez, Jaime
Torres Bodet, Ramón Beteta, Adolfo Uribe Alba y Manuel Gual Vidal.
Desafortunadamente,
Héctor Pérez Martínez quien había sido nombrado secretario de Gobernación murió
en 1948 y entonces tomó su lugar Adolfo Ruiz Cortínez, gobernador en ese
entonces del estado de Veracruz. Fue en ese año cuando empezaron a moverse las
aguas de la sucesión presidencial.
Fernando
Casas Alemán, jefe del Distrito Federal, y el general Miguel Henríquez Guzmán
se apuntaron cada uno con sus partidarios, éste último apoyado por la
Federación del Partidos del Pueblo y personajes que no encontraron hueso en el
gobierno de Alemán. Por su parte, Casas Alemán confiaba en la amistad con el
presidente.
Así
las cosas, cuando más agitado se encontraba el ambiente político, el presidente
se decidió por su secretario de Gobernación, ante la sorpresa de muchos que
incluso lo descartaban por ser “muy viejito”. El propio presidente del PRI Rodolfo
Sánchez Taboada, expresó malhumorado: “Ahora resulta que hasta el viejito de
Ruiz Cortines quiere ser presidente”.
Al
final la incógnita se despejó. Adolfo Ruiz Cortines sería el candidato a la
presidencia de la república para el periodo de 1952 a 1958. En las elecciones
efectuadas Ruiz Cortines obtuvo casi tres millones de votos mientras que
Henríquez Guzmán sólo 580 mil. La aplanadora del PRI funcionó a las mil
maravillas.
Pero
volvamos un poco atrás. Desde mediados del gobierno del Miguel Alemán se empezó
a manejar la idea de su reelección. Y el primero que lo hizo público fue Rafael
Ortega, un diputado local del estado de Veracruz. Después la idea tuvo
acompañantes. El Partido Nacional Reeleccionista se propuso luchar para
reformar la Constitución a fin de que la reelección fuera posible, por la
“voluntad del pueblo”
Se
ha especulado que al designar a Ruiz Cortines como su sucesor, lo que quería
Alemán era servirse de él para seguir conservando el poder, al igual que lo
hizo Plutarco Elías Calles cuando apoyó al ingeniero Pascual Ortiz Rubio para presidente
a la muerte de Álvaro Obregón, quien murió asesinado en su intento de
reelegirse.
Después
de todo, los intentos de reelección de Miguel Alemán fueron rechazados. Los
expresidentes Abelardo L. Rodríguez, Manuel Ávila Camacho y el mismo Lázaro
Cárdenas dieron un rotundo NO a sus aspiraciones. Cuando le preguntaron a
Cárdenas su opinión al respecto, contestó: “Sólo los falsos amigos del
presidente Alemán desean que se reelija. Reconozco en él la suficiente
inteligencia para no admitir su continuidad al frente de su gobierno”.
La
presidencia de Ruiz Cortines nos interesa porque al integrar su gabinete nombró
como secretario de Trabajo y Previsión Social al licenciado Adolfo López Mateos
quien seis años después salió electo como presidente de nuestro país y porque,
al conformar su equipo de trabajo, invitó al general Agustín Olachea Avilés
como secretario de la Defensa Nacional.
Al
igual que Miguel Alemán hubo otros presidentes posteriores que también
coquetearon con la idea de reelegirse. En 1975, Luis Echeverría exploró la
posibilidad de ampliar dos años su mandato o de plano reformar la Constitución
para gobernar otros seis años. Nomás que Jesús Reyes Heroles, presidente del
PRI en un discurso incendiario acabó con sus pretensiones. Se dijo que Salinas
de Gortari también pensó en la reelección después de Luis Donaldo Colosio, pero
el asesinato de éste acabó con sus propósitos.
Total,
parece ser que la reelección en los tiempos presentes no tiene razón de ser al
menos para el presidente de la república. Y aunque haya muchos obcecados con la
idea valiéndose de la mayoría de un congreso servil, lo cierto es que el pueblo
de México no puede aceptar volver al inicio de la Revolución mexicana que costó
millones de muertos defendiendo el lema de “Sufragio Efectivo No Reelección”.
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