Fue en el mes de marzo del año
de 2007 cuando se creó oficialmente el Archivo General del Municipio de La Paz,
mediante un acuerdo del cabildo del XII ayuntamiento, dirigido en ese entonces
por el profesor Víctor Manuel Castro Cosío.
Sustentado en un reglamento
aprobado de antemano, el AGM inició sus funciones en un local proporcionado por
el ayuntamiento localizado en la calle Virginia Peralta Albáñez, en la colonia
Adolfo Ruiz Cortínez. Como encargado del mismo quedó un servidor auxiliado por
un eficiente elemento, Héctor Aarón Salgado Molina.
En la administración municipal
siguiente bajo la presidencia de Rosa Delia Cota Montaño, el AGN continuó con
la recepción, clasificación e inventario de los documentos generados por los
ayuntamientos anteriores, para lo que contó con mayor personal, equipo de
oficina y remodelación del edificio.
En esos años, ya se tenía
información de que el local que ocupaba el AGN era propiedad del gobierno del
estado, y que deberían hacerse gestiones para que por medio de una donación o
intercambio pudiera el ayuntamiento registrar la propiedad a su nombre. Pero
lamentablemente nada se hizo al respecto.
Cuando entró en funciones el XIV
ayuntamiento dirigido por la licenciada Estela Ponce Beltrán, a mitad de su
período, el gobierno estatal exigió la devolución del inmueble y no teniendo
justificaciones legales por parte de las autoridades municipales, se desocupó
el local.
Pero por la premura de la orden
de desalojo, todos los documentos amontonados en un vehículo fueron trasladados
a un edificio que ocupaba la Dirección de Cultura Municipal donde en dos
pequeños cuartos de la planta baja los trabajadores los depositaron sin ningún
orden. Y así permanecen hasta la fecha.
La historia del AGN es triste
pero aleccionadora. En el gobierno municipal del licenciado Alfredo Porras, en
mi carácter de cronista, hicimos el rescate de unos documentos apilados en la
torre del antiguo palacio municipal. Fueron 639 expedientes de administraciones
anteriores que se guardaron en 26 cajas archivadoras.
Esos 639 expedientes como se
dice, anduvieron de la ceca a la meca, pues por falta de local adecuado primero
se guardaron en la Dirección de Comunicación Social, después en una oficina de
gestoría localizada sobre la calle Márquez de León; cuando ésta desapareció no
se encontró otro lugar más que en mi casa en un lapso de tres meses; cuando se
hizo cargo del ayuntamiento el profesor Castro Cosío le destinaron un espacio
en el edificio que ocupaba la Dirección de Asuntos Jurídicos del municipio,
sobre las calles Josefa Ortiz de Domínguez, entre Pino y Caoba; después, en el
2007 se le destinó un pequeño local en el edificio de la Unidad Municipal de
Atención a la Mujer, que resultó insuficiente e inadecuado: no se ocupó.
Por fin, después de esas
peripecias, las 26 cajas archivadoras quedaron depositadas en un lugar seguro,
en el recién creado Archivo General Municipal en el año de 2007 Pero, de nueva
cuenta, esos documentos continúan su peregrinar hasta que una autoridad,
consciente de la importancia de resguardar la memoria del municipio de La Paz,
haga hasta lo imposible para construirle un edificio propio.
Vale la pena preguntarnos:
¿podrá hacerlo realidad el XV ayuntamiento que presidirá el licenciado Armando
Martínez Vega? Como dice el periodista Ricardo Alemán: Al tiempo.
Julio
27 de 2015
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