Los días 1 y 2 del mes pasado,
invitado por la CROC, impartí dos conferencias a los miembros de esa
organización sindical en las ciudades de Cabo San Lucas y La Paz. El tema
central se refirió a la historia de la Baja California desde la época
precolonial hasta los tiempos presentes.
Durante hora y media expuse, de
manera general, como se desarrollaron los acontecimientos históricos a partir
del descubrimiento de la península por Fortún Jiménez, en 1533. Y de cuál fue
el origen de la palabra California, un tema obligado cuando se habla del pasado
de este región de México.
Auxiliado por imágenes variadas
hice referencia a la presencia de Hernán Cortés en estas tierras y su
determinación de bautizar el sitio donde desembarcó como Puerto y Bahía de
Santa Cruz, por el hecho de haber arribado el 3 de mayo de 1535. Muchos años
después, otro expedicionario, Sebastián Vizcaíno le cambio el nombre por el de
La Paz,
Hice alusión, de manera
especial, al período de los misioneros jesuitas, franciscanos y dominicos que
estuvieron aquí desde 1697 hasta 1840. Desde luego, correspondió a los primeros
fundar las 17 misiones a todo lo largo de la península, iniciando con la de
Loreto y terminando con la de Santa María de los Ángeles, en 1767. Ese año
donde llegó la orden de expulsión de los jesuitas de la Baja California y de
todo el país.
Antes de iniciar las
conferencias, me llamó la atención la intervención del dirigente de la CROC en
el estado, el señor Esteban Vargas Juárez, cuando explicó a sus compañeros de
la intención de esas pláticas relacionadas con nuestro pasado. Les dijo que
sabía que muchos de los presentes no eran originarios de esta región del país y
desconocían en parte los orígenes de sus mujeres y sus hombres, de las bellezas
naturales que la rodea y que son un atractivo para el turismo que nos visita.
“Muchos de ustedes —observó— laboran en hoteles cuyos huéspedes se interesan en
conocer aspectos históricos o culturales del lugar al que llegan y, muchas de
las veces, son a ustedes a quienes les preguntan. Por eso necesitamos conocer
más de este lugar. Y esa es la razón por la que hemos iniciado una serie de
pláticas tendientes a ese fin…”.
Motivados por ese mensaje de su
dirigente, las cerca de ciento cuarenta personas que asistieron a mis pláticas,
escucharon con profunda atención la exposición que hice sobre las diversas épocas
históricas por las que ha pasado la Baja California. Al término de ellas les
agradecí su presencia y reconocí el interés de su organización para esta clase
de eventos de divulgación histórica y cultural
Después me informaron que ello
forma parte de un plan de actividades que ellos desarrollan en beneficio de las
familias, como las tecnologías domésticas, los programas de abasto, los centros
de capacitación y convivencia social y el de emprendedores en movimiento. Toda
una serie de acciones que son comunes en esta clase de organizaciones
sindicales.
Claro, abundando un poco sobre
lo dicho por su dirigente, hice referencia a la importancia que reviste el
conocer las características de nuestra región y sus habitantes, sobre su pasado
y su presente, ya que ello nos permite valorar la medida de sus esfuerzos a
favor de esta tierra. Y como, conociéndola, es que se forma una identidad que
permitirá defender en su momento el patrimonio del pueblo sudcaliforniano. Un
patrimonio que ahora es suyo por radicar, junto con sus familias, en estos
hermosos lugares.
Habrá ocasión en que pueda
volver a cambiar impresiones con los integrantes de este sindicato. O con
cualquier otro grupo interesado en afirmar sus raíces sudcalifornianas. Vale la
pena el intento.
Octubre
03 de 2015.
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