El miércoles pasado el grupo Reflexión
escuchó la plática del ingeniero Jorge M. Rolland Constantine quien radica en
la ciudad de Querétaro, sobre la vida y la obra de su abuelo el también
ingeniero Modesto C. Rolland, originario de esta ciudad de La Paz y que se
distinguió en su tiempo por ser un innovador en el arte de la construcción a
base de concreto armado.
Fue una exposición detallada y
completa de este sudcaliforniano que en su juventud incursionó en la política,
ocupó altos puestos en las administraciones públicas de esa época y fue el
constructor de la plaza de toros México en la capital del país, el estadio de
la ciudad de Jalapa y otras obras de no menos importancia.
El nombre de Modesto C. Rolland
es poco conocido en nuestro estado, sobre todo porque la mayor parte de su vida
la pasó en el centro de la república. De niño asistió a las escuelas de Santa
Rosalía y La Paz. En el Instituto Rosales de la ciudad de Culiacán se recibió
de maestro y posteriormente hizo la carrera de ingeniería en la ciudad de
México.
En los últimos meses se han
insertado en el periódico El
Sudcaliforniano uno o dos artículos sobre la vida y la obra del ingeniero
Rolland. En el 2007, en mi libro “Narraciones de ayer y de hoy” incluí una
crónica con el título de ¿Quién fue Modesto C. Rollland? Ahora, con la
documentada investigación realizada por su nieto y que es suficiente para la
edición de un libro biográfico, estaremos en condiciones de valorar la
presencia de este personaje en el
progreso de nuestro país.
Jorge Rolland vino a La Paz en
busca de mayor información sobre su abuelo. Lo único que pudimos decirle es que
el historiador Pablo L. Martínez en su libro “Guía familiar de la Baja
California” insertó el dato del matrimonio de Juan Francisco Rolland y María de
Jesús Mejía, padres de don Modesto. Y también de uno de los hermanos de éste el
señor Guzmán Rolland que se casó con doña Julia Piñeda.
Como consecuencia de este último
matrimonio se formó una familia muy conocida en nuestra ciudad. Recordamos a
cinco de sus hijos, los profesores María de Jesús y David, a José (cuate), María del Refugio y
Juan B. quien fue subjefe de Hacienda en esta ciudad.
María de Jesús, conocida
cariñosamente como la Chuy Rolland, llenó toda una etapa en el magisterio
sudcaliforniano. Fue una activista en tareas sociales y la fundadora y
directora durante varias décadas de la escuela primaria “Rosendo Robles”.
La señora Julia Piñeda era
hermana de Filemón C. Piñeda, uno de los distinguidos poetas sudcalifornianos,
quien a su vez fue el padre del profesor César Piñeda Chacón, Incansable
promotor de las artes y la cultura de nuestro Estado. Y todos por lazos de
parentesco, son parientes del ingeniero Modesto C. Rolland y, desde luego del
ingeniero Jorge.
Bueno, pues después de la
plática sobre su abuelo, los asistentes al desayuno del grupo Reflexión
propusieron que sus restos fueran depositados en la Rotonda de los
Sudcalifornianos Ilustres. Se tomó nota de ello, pero en tanto, lo mejor sería
que una de las calles de la ciudad llevara su nombre, o bien un fraccionamiento
o colonia. Que una de las aulas o auditorio del Instituto Tecnológico lo
recordara o bien que su busto se colocara en la calzada Forjadores de la Baja
California.
Con este homenaje, a la vez que
se reconocen los méritos del ingeniero, se hará perdurable el apellido Rolland,
uno de los más antiguos de la Baja California.
Septiembre
10 de 2015.
*Nota del editor
Si lo desea, puede ver y descargar el libro Narraciones de ayer y hoy directamente de este blog o a través del siguiente enlace:
https://drive.google.com/folderview?id=0BxYWdR7T4Rp0flA1cDQ2b2FZR1puWjVON3pKTWhzajFPeHFkeDhWU3RtNEI5aEtzU2ViYzQ&usp=sharing
No hay comentarios.:
Publicar un comentario