Vida y obra

Presentación del blog

A través de este blog, don Leonardo Reyes Silva ha puesto a disposición del público en general muchos de los trabajos publicados a lo largo de su vida. En estos textos se concentran años de investigación y dedicación a la historia y literatura de Baja California Sur. Mucho de este material es imposible encontrarlo en librerías.

De igual manera, nos entrega una serie de artículos (“A manera de crónica”), los cuales vieron la luz en diversos medios impresos. En ellos aborda temas muy variados: desde lo cotidiano, pasando por lo anecdótico y llegando a lo histórico.

No cabe duda que don Leonardo ha sido muy generoso en compartir su conocimiento sin más recompensa que la satisfacción de que muchos conozcan su región, y ahora, gracias a la tecnología, personas de todo el mundo podrán ver su trabajo.

Y es que para el profesor Reyes Silva el conocimiento de la historia y la literatura no siempre resulta atractivo aprenderlo del modo académico, pues muchas veces se presenta con un lenguaje especializado y erudito, apto para la comunidad científica, pero impenetrable para el ciudadano común.

Don Leonardo es un divulgador: resume, simplifica, selecciona una parte de la información con el fin de poner la ciencia al alcance del público. La historia divulgativa permite acercar al lector de una manera amigable y sencilla a los conocimientos que con rigor académico han sido obtenidos por la investigación histórica.

Enhorabuena por esta decisión tan acertada del ilustre maestro.

Gerardo Ceja García

Responsable del blog

viernes, 25 de noviembre de 2022

LOS VATICINIOS DE UN DICTAODR

    El pasado día 20, como todos los años, se conmemoró el inicio de la Revolución mexicana en todo nuestro país. Se recordó a Francisco I. Madero y a los que con él llevaron adelante la oposición armada contra el general Porfirio Díaz.

    La historia nacional ha recreado los acontecimientos que tuvieron lugar antes y después de la Revolución, con personajes como los hermanos Flores Magón, del Partido Liberal Mexicano y después con la férrea oposición de Francisco Villa y Emiliano Zapata, entre otros.

    Dos años antes, en 1908, el periodista norteamericano J. Creelman fue recibido por el general Díaz. En conversación con el presidente tuvo la oportunidad de comprobar en que forma en que forma se combinaba un autocrático gobierno y las alabanzas a un ideal democrático.

    Ralph Roeder en su libro “Hacia el México moderno: Porfirio Díaz” dice que: “El reportaje se revistió de valor histórico, porque en el curso de la conversación, el general Díaz se dignó defender su dictadura y anticipar al periodista su abdicación a favor de la democracia”.

    Aquí sus palabras: “Hemos conservado la forma republicana y democrática de gobierno. Sin embargo hemos adoptado una política patriarcal en la actual administración de los negocios de la nación, guiando y restringiendo las tendencias populares, con una fe completa en que una paz forzada permitirá a la educación, a la industria y al comercio desarrollar elementos de estabilidad y unidad en un pueblo que es por naturaleza inteligente y sensible”.

    Y remató: “He esperado pacientemente el día en que el pueblo de la República Mexicana estuviera preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas y sin daño para el crédito y el progreso nacionales. ¡Creo que ese día ha llegado ya!

    Las opiniones del general Díaz causaron expectación en todo el país y los grupos opositores se organizaron en partidos políticos, uno de ellos bajo el lema de Sufragio Efectivo No Reelección. Los resultados fueron los previstos porque se obligó al dictador a renunciar y la aceptación de Francisco I. Madero como presidente de la república.

    Y aunque el cambio se vio frustrado por la traición de Victoriano Huerta originando un nuevo movimiento armado, lo cierto es que a partir de 1917, el respeto a la Constitución y la No Reelección fueron los garantes de un país en constante progreso hasta la fecha.

    Hubo intentos de permanencia en el poder por algunos mandatarios —Obregón, Alemán, Salinas de Gortari— pero los antecedentes dejados por los que lucharon en el pasado, lo impidieron.

    En el México de hoy, muchos comentaristas políticos creen que el presidente López Obrador pretende perpetuarse en el poder. Lo justifican por el sometimiento del Congreso de la Unión y de la Suprema Corte de Justicia. Lo vaticinan cuando quiere desaparecer al INE y buscar el apoyo incondicional de las fuerzas armadas.

    Y lo peor, en sus afanes de dominio ha polarizado a los mexicanos dividiéndolos entres buenos y malos, entre conservadores y adictos a la cuarta transformación. Para él los opositores son hipócritas, cretinos, oligarcas, racistas, clasistas y además fifís. Ofensas que solo llevan el intento de desprestigiar a los contrarios los que, por cierto, algunos son intelectuales y políticos de prestigio, y no digamos de periodistas canalizadores de la verdad.

    Así las cosas, cuando López Obrador afirma que las dictaduras no garantizan la paz y que su gobierno cuenta con el respaldo de la mayoría de los mexicanos. ¿Porque entonces no gobierna para todos y solo por los treinta millones que votaron a su favor en el 2018?

    Los mexicanos buscamos reencontrar el camino que nos lleve de nueva cuenta por los caminos de la democracia y la unidad de propósitos, en un ambiente de concordia y paz, alejados de autoritarismos y ansias de poder generadores de autocracias y dictaduras. 

Noviembre 23 de 2022.

martes, 22 de noviembre de 2022

EL DÍA DE LA CALIFORNIDAD

    Para mí el lunes pasado no fue un día cualquiera. Invitado por el presidente municipal de Los Cabos acudí a Cabo San Lucas a fin de estar presente en el acto conmemorativo del Día de la Californidad, evento realizado en el Sector Naval de esa población. Pero, además, porque me fue entregado un Reconocimiento por el “Estudio, difusión y fortalecimiento de la cultura originaria de la California Mexicana”.

    Pero no fui el único en recibir esta distinción. También se hicieron merecedores Rosa María Mendoza Salgado, Armando Trasviña Taylor, Gilberto Ibarra Rivera, Hugo Francisco Payén Izabal y en ausencia al distinguido historiador doctor Miguel León Portilla. La presencia de su esposa, la doctora Ascensión Hernández Triviño dio realce a este Día de la Californidad.

    Gracias a la buena disposición del H. Ayuntamiento de Los Cabo que aprobó esta conmemoración y de las asociaciones Raíces Cabeñas y Yenecamú fue posible que a partir del año de 2021 se iniciara el reconocimiento, cada 14 de noviembre, como el Día de la Californidad. Igual mérito de ello corresponde al cronista de Los Cabos, Gabriel Fonseca Verdugo, quien no ha escatimado esfuerzos para el mejor éxito de este evento.

    Los que tomaron la palabra, entre ellos el presidente municipal profesor Oscar Leggs Castro, hicieron énfasis en la necesidad de salvaguardar la identidad que nos heredaron nuestros antepasados y reafirmar los lazos de hermandad que nos une en un solo propósito: defender nuestra tierra de las acechanzas del exterior y coadyuvar al progreso de nuestra entidad.

    El concepto de californidad se define como la pertenencia a un lugar y la identificación con su historia, tradiciones, costumbres y defensa de las virtudes que les son propias como el respeto a los demás, la convivencia pacífica, la honestidad en las acciones y una similitud en las formas de pensar y de sentir.

    La californidad tiene sus raíces en el pasado pero deviene en el presente. A través de los siglos este vocablo tiene su origen a partir del descubrimiento de la península en 1534 y la defensa de los grupos indígenas —pericués, guaycuras y cochimies— a invasiones extrañas. Durante la estancia de los misioneros jesuitas, quienes fundaron misiones convertidas después en pueblos, la californidad comenzó a emerger entre los habitantes de esos lugares como señales de pertenencia.
    
    Pasados los años, en el periodo independiente, los californianos defendieron esta tierra de las invasiones extranjeras y de aventureros. Y fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando la identidad se acentuó con la publicación de los primeros periódicos, cuyo contenido reflejaba los intereses sociales y culturales de los habitantes de la península.

    En el transcurso del siglo XX, además de la difusión de la cultura y las artes regionales, la población sudpeninsular pugnó para lograr sus derechos políticos, defendiendo el derecho de gobernarse por sí mismos. La presencia del Frente de Unificación Sudcaliforniana y periódicos como El Eco de California defendiendo el arraigo y el nativismo, fueron muestras identitarias de los bajacalifornianos.

    Y de nueva cuenta se renovó la californidad al convertirse nuestra entidad en estado libre y soberano a partir del año de 1974. Se afirmaron las raíces y se dio la apertura para que otros mexicanos llegaran a esta tierra y se identificaran con nosotros. Fueron los casos de los colonizadores de los valles de Santo Domingo y Vizcaíno, cuyos descendientes son ahora californianos por nacimiento y ponen sus esfuerzos al progreso de nuestro estado.

    Hoy, la californidad es un concepto hecho realidad que nos une y defiende contra los intentos de socavar lo que por tanto tiempo ha sido nuestro. Ante las ofensas de llamar Baja a nuestra península y Baja Sur a nuestra entidad, la californidad se hace presente para defender el nombre que por derecho histórico nos correponde: CALIFORNIA.

    En la conmemoración del “Día de la Californidad” se escucharon dos propuestas: Qué al archivo histórico del municipio de Los Cabos, se le imponga el nombre del doctor Miguel León Portilla. Y la otra, solicitar la intervención del gobierno del estado, para que se incluyan en los programas de estudio de la educación básica los conocimientos relacionados con la historia de la Baja California.

    Y la invitación para que los otros municipios de la entidad decreten el “Día de la Californidad” al igual que lo ha hecho el municipio de Los Cabos. 

Noviembre 16 de 2022.

martes, 15 de noviembre de 2022

NO NOS PONEMOS DE ACUERDO

    Mi estimado amigo Eligio Moisés Coronado ha estado divulgando hace meses la palabra California que aparece en comercios, empresas, instituciones privadas, como constancia de su identificación de nuestro estado. Lo hace en un intento de convencer a los habitantes de esta región de que es su nombre original avalado por la historia y motivo de identidad como californianos.

    La intención no es menor. Se trata de oponerse a que nuestro estado se llame Baja Sur, tal como se va siendo costumbre entre una parte considerable de la población, además de aparecer en diversos medios publicitarios y empresas públicas. Tal como lo dijo en una ocasión un periodista, llegará el momento que seamos “bajeños” en vez de californianos.

    El año pasado, varias asociaciones civiles del municipio de Los Cabos instituyeron el “Día de la Californidad” fijando como fecha de la conmemoración el 14 de noviembre de cada año. Ante la presencia de autoridades civiles y militares se reiteró el compromiso de defender nuestra identidad contra todo intento de socavarla insistiendo en que nosotros somos californianos de origen.

    Un grupo de escritores, periodistas, historiadores se han sumado a esta propuesta y están divulgado por los medios a su alcance el rechazo a que se utilicen otros vocablos denigrantes en vez del término California. Además, como un homenaje a los antiguos habitantes de la península, el grupo cultural del poblado El Triunfo, a través de diversas actividades —conferencias, exposiciones, artesanías— están reafirmando el sentido de pertenencia de todo lo que atañe a nuestras formas de ser y de pensar.

    Apenas hace unos días, gracias a su iniciativa, se inauguró el Museo del Vaquero de las Californias, como una muestra más de la importancia de salvaguardar las costumbres y tradiciones de esos rancheros los que, a base de tenacidad, han logrado ser parte del desarrollo económico de esta región de nuestro país.

    Por otro lado, existen publicaciones —libros, revistas, folletos— donde se explica la necesidad de evitar los síntomas de la transculturización como es el caso de la insistencia de utilizar el vocablo Bajasur en vez de Baja California Sur como es el nombre oficial de nuestro estado. Utilizando los medios electrónicos —Facebook, Twitter, Whats App, Messenger y otros— diversos cibernautas están insistiendo en utilizar el nombre de California para identificarnos.

    En lo particular, en mis libros Aconteceres de Baja California Sur, Pasado y Presente de la Antigua California y Visión de Sudcalifornia, han aparecido crónicas referentes a este problema de la pérdida de identidad y de cómo, las autoridades hacen caso omiso y no ponen remedio. En el primero de ellos, escribí:

    “Un gringo, con el aval del Fideicomiso de Turismo de La Paz, es el autor de la serie televisiva “Destination Baja Sur”, y hace días llegó a San José del Cabo para vanagloriarse del gran éxito que ha tenido ese programa a nivel mundial. Ante la presencia de funcionarios —nos gustaría saber quiénes estuvieron presentes— Bill Boyce, de la cadena televisiva NBC Sport se mostró eufórico por el éxito de este documental ya que ha sido visto por más de seis millones de espectadores”.

    En el año de 2016, el Archivo Histórico Pablo L. Martínez me publicó el libro “Pasado y presente de la Antigua California”. Entre las diversas crónicas apareció una con el título de “Estado de California, México”. En él dije de la conveniencia de cambiarle el nombre a nuestro Estado para llamarle California o bien Antigua California. Así no habría posibilidad de modificarlo o agregarle vocablos que no tienen razón de ser.

    Por supuesto, fue una opinión personal basada en los antecedentes históricos de esta región de México. Los agregados de Baja y Sur se dieron después de 218 años (1804-2022) y 48 años (1975-2022) con el agregado Sur a raíz de la conversión de Territorio a Estado. En cambio, el término California data de 1535 y a la fecha son nada menos que 487 años.

    Así es que por antigüedad somos californianos, habitantes de la California Mexicana. 

Noviembre 09 de 2022.

viernes, 21 de octubre de 2022

CARLOS LÓPEZ URRUTIA, UN RECUERDO

    Tengo tres recuerdos del doctor en historia Carlos López Urrutia. En el 2001 me obsequió el libro “El real ejército de California”; en el 2004 me hizo llegar “Vida de Joaquín Murrieta”, con la introducción, traducción y notas de él mismo. Y en el 2005 “Los insurgentes del sur” con el subtítulo “Los intentos navales argentino-chilenos por ayudar a la independencia de México.

    López Urrutia era de nacionalidad chilena. De joven emigró a los Estados Unidos donde estudió en la universidad jesuita de Santa Clara, California. Realizó estudios de posgrado y se doctoró en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Interamericana de México. Fue catedrático de Menlo College en California y profesor residente en la Universidad de Oxford, de Inglaterra.

    Lo conocí cuando llegó a La Paz e hizo una visita al Archivo Pablo L. Martínez, en uno de los años en que yo era director de esa institución. Un intelectual amable —como en general son todos— y un profundo conocedor de la historia de Chile y su armada y también del pasado de la California norteamericana.

    En crónicas anteriores me he referido al contenido de los libros que hablan de Murrieta y de los insurgentes del sur. Los dos son importantes pues están ligados, de una u otra manera, a la historia de las Californias.

    Ahora que en nuestro país existe un fuerte debate relacionado con la participación del ejército en tareas de seguridad y se comenta la importancia de las fuerzas armadas en la defensa de la soberanía nacional, es oportuno recordar el papel que desempeñó otro grupo de oficiales y soldados a los que López Urrutia los llama “El Real Ejército de California”.

    El autor lo dice en el prólogo: “Esta es la historia del Real Ejército de California, de los hombres que integraron sus cuadros; de los jefes y oficiales que guiaron, dirigieron y crearon una nación; de las estructuras jerárquicas y físicas que se levantaron; la historia, en fin, de uno de los tres componentes, tal vez el más importante, de la colonización de California”.

    La historia de estos militares comenzó en el año de 1702, cinco años después de la fundación de la misión de Loreto, por el padre jesuita Juan María de Salvatierra. En ese año de 1702 ya existían 18 soldados radicados en ese lugar. En 1730 aumentó a 29 que guarnecían las misiones de la región. En 1767, la que se llamó Compañía de California estaba integrada por 60 soldados, un capitán y un teniente.

    En ese año de 1767, año de la expulsión de los jesuitas de la península, llegó a la península el capitán Gaspar de Portolá, quien venía acompañado de 50 elementos del regimiento de Dragones de España. Un año después, cuando se inició el poblamiento de la región al norte de la península, la expedición que partió de Loreto estuvo acompañada por 215 soldados de la Compañía Franca de Voluntarios de Cataluña.

    Dice López Urrutia que “esta primera expedición terrestre pasaría a la historia como una de las más exitosas que llegaron a California. En dos meses, consumiendo medias raciones, había llegado a su destino sin perder un solo soldado y sin un enfermo. El soldado de cuera había demostrado su capacidad pasando la mayor parte de cada jornada en su cabalgadura, comiendo solo tres tortillas al día, a veces sin dormir, en un desierto sin agua ni refugio por un espacio de dos meses”.

    En los años siguientes, al ocupar los puertos de San Diego, Monterey y San Francisco y establecer presidios en ellos, para defensa de esos lugares y las misiones fundadas por los franciscanos, la presencia de los soldados fue indispensable para el éxito de la colonización.

    Hasta el año de 1821, las Californias dependieron del gobierno español, al igual que el llamado Real Ejército de California. Con la independencia de México, el poder gubernamental y la milicia formaron parte de nuestra nación.

    Como un dato curioso, los soldados usaban coleta. Obedeciendo órdenes superiores tuvieron que cortársela. Dice Juana Machado en sus memorias, que después de cumplir con la orden, su padre entró a la casa con la trenza en las manos con una cara muy triste y se la entregó a su esposa que también estaba con la cara compungida. “Mamá miró la trenza y se lanzó a llorar”. 

Octubre 19 de 2022.

jueves, 13 de octubre de 2022

ILDEFONSO GREEN Y LAS HUELLAS ANCESTRALES

    En la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres de la ciudad de La Paz, se encuentran los restos mortales de Ildefonso Green Ceseña, desde el año de 1986. Se hizo merecedor de esta distinción por su participación en los movimientos revolucionarios en nuestra entidad en los siglos XIX y XX.

    Una de sus hazañas tuvo lugar cuando en 1853 el filibustero William Walker se apoderó de La Paz con intenciones de fundar una nueva república. Ildefonso se puso al frente de un contingente armado para hacerle frente, lo que originó que el invasor abandonara la península.

    Participó en la Guerra de Reforma defendiendo al lado de Mauricio Castro la vigencia de la Constitución de 1857. Estuvo al lado del general Manuel Márquez de León, cuando este se opuso al gobierno del presidente Porfirio Díaz y dio a conocer el Plan Revolucionario de El Triunfo en el año de 1879. Todavía, a principios del siglo XX, hizo acto de presencia en la Revolución Mexicana apoyando el movimiento de Venustiano Carranza en nuestra entidad.

    Hubo una época, a finales del siglo XIX, en la cual Ildefonso se retiró del activismo revolucionario a fin de dedicarse a negocios privados, entre ellos la ganadería y la pesca. Se asegura que integró una armada para dedicarse a la explotación de placeres perlíferos, al igual que otros lo hicieron a lo largo de la península. Pero también se dedicó a la caza de ballenas.

    En el libro de Rosa María Mendoza Salgado, “Huellas ancestrales”—2ª edición—publicado recientemente, en las páginas 95 y 96, se hace mención de la captura de dos ballenas por Ildefonso, tal como lo menciona el periódico “La voz de California” del mes de febrero de 1883. Y la comercialización del aceite de esos animales. Quizá fue el único dedicado a esta actividad pesquera, ya que no tenemos referencia de otros armadores que hicieran lo mismo.

    Lo que sí es verdad fue la caza de ballenas en el norte de la península por barcos extranjeros. En el periodo de 1856 a 1869 se sacrificaron no menos de 30 mil de esos cetáceos. Aprovecharon el arribo de estos a las bahías de la península, como la de Ojo de Liebre, bautizada como Laguna Scammon por uno de los depredadores.

    El libro de Rosa María tiene como antecedente el primer libro publicado con ese nombre en el año de 2001. El actual, aumentado en sus páginas con un total de 254, describe con más amplitud la historia familiar de la autora y también de las costumbres y formas de vida de esa época, en las que la ganadería, la agricultura, la pesca y el comercio fueron las fuentes económicas de esa región sureña.

    La información aparecida en “Huellas ancestrales” en su primera edición del 2001, no pasó desapercibida por los autores de la obra que lleva el nombre de “Historia cultural e imágenes de San José del Cabo” escrita por los historiadores Edith González Cruz, Ignacio Rivas Hernández y Luis Arturo Torres Rojo, en el año de 2013.

    Un dato que incluye dice “Rosa María Mendoza Salgado. Los abuelos fueron José María Mendoza Wilkes y Prisciliana Mouet Ceseña, quienes se casaron en el año de 1900 y vivieron en una casa ubicada en la calle Mijares, cerca del único hotel que había en la Villa de San José del Cabo”. Además, en el contenido del libro se encuentran varias notas de pie de página mencionando a la autora.

    Y, por supuesto, “Huellas ancestrales” aparece en la bibliografía del citado libro, lo cual es una satisfacción para Rosa María merecedora de reconocimiento por su aportación a la historia de esa población del sur peninsular. 

Octubre 12 de 2022

viernes, 7 de octubre de 2022

LOS GOBERNADORES DE LAS CALIFORNIAS

    
    En el año de 2003, la historiadora María Luisa Rodríguez Sala publicó el libro “Los gobernadores de las Californias, 1767-1804”, con el prólogo del doctor David Piñera Ramírez.

    Tomando como antecedente la expulsión de los misioneros jesuitas y el arribo de Gaspar de Portolá como primer gobernador de las Californias, la autora hace un recuento detallado de los personajes que gobernaron las llamadas Californias —la Alta y la Baja— hasta el último en la figura de Diego de Bórica hasta el año de 1799, cuando solicitó licencia por enfermedad.

    En su lugar ocupó el puesto en forma interina José Joaquín de Arrillaga, quien permaneció al frente de las Californias hasta el año de 1804 cuando se dividieron en la Alta y la Baja. Arrillaga quedó al frente de la primera y Felipe de Goicochea de la segunda.

    Al respecto, dice la autora que “Fue esta situación geográfica y política la que marcó el inicio del poblamiento y desarrollo de la Alta California, que vendría a marcar su destino de asimetría económica frente a la potencialidad de un territorio mucho más rico para el desarrollo agrícola, ganadero y minero, que conformaría el auge de la actual California norteamericana”.

    A través del libro de Rodríguez Sala desfilan los nombres de los gobernadores a partir de Gaspar de Portolá: Lo sucedieron Matías de Armona, Felipe Barry, Felipe de Neve, Pedro Fagés, José Antonio Romeu, José Joaquín de Arrillaga y Diego de Bórica.

    Por supuesto, cada uno de ellos realizó sus programas de gobierno atendiendo los requerimientos de la población y los procesos de la colonización, de las desavenencias entre el poder militar y el religioso debido a la fundación de nuevas misiones a partir de la de San Diego de Alcalá. A Felipe de Neve le tocó el cambio de la capital de las Californias de Loreto a Monterrey y la promulgación del Reglamento Provisional de las Californias.

    La historia de las Californias es interesante no solamente en el periodo de la presencia de los misioneros jesuitas hasta el año de 1767, sino muchos años después tal como lo divulga la doctora Rodríguez Sala. Y también otros autores tratan esta parte de la historia como Carlos López Urrutia en su libro “El Real Ejército de California”, Antonio María Osio en su obra “The history of Alta California” y, desde luego, la “Historia de la Alta California de Pablo L. Martínez.

    Este libro de don Pablo merece reeditarse. Su contenido es veraz, ya que es el resultado de una exhaustiva investigación en archivos de la Unión Americana, como la biblioteca Bancroft, de la Universidad de California, en Berkeley. “Recorrí la entidad —dice don Pablo— durante un año, de Sur a Norte y de Este a Oeste, con el fin de captar el mayor número de datos geográficos posible, visité obras materiales, puertos, centros culturales y museos, en donde obtuve gran cantidad de material documental y gráfico, así como información en el aspecto bibliográfico, todo lo cual me resultó de inmensa utilidad”.

    Se ha hecho costumbre de los que escriben la historia de esta región de México, se refieran a los aconteceres de la Baja California, desde los primeros pobladores —pericúes, guaycuras, cochimíes— pasando por las primeras expediciones marítimas a partir de Hernán Cortés y la presencia de los misioneros jesuitas, franciscanos y dominicos.

    A partir de esa época, la historia es un tanto desconocida en relación a los hechos relacionados con el desarrollo de lo que hoy es la California norteamericana, una historia cuyo contexto general importa, por las consecuencias que resultaron al crearse una infraestructura más allá de la existente en la Baja California.

    Es por eso de la importancia de los libros que he mencionado. Resulta interesante conocer como actuaron los gobernadores militares de las Californias, a partir de nuevo régimen político que sustituyó al que detentaban los misioneros jesuitas hasta el año de 1767.

Octubre 05 de 2022.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

MAQUIAVELO Y FOUCHÉ

    Nicolás Maquiavelo (1469-1498) autor de “El príncipe” dijo en esta obra “Al mismo tiempo la maldad natural de los hombres hace necesario, pero difícil, la misión del legislador, de quien emprende la fundación de un Estado, institución inventada para beneficio de la humanidad. Esta es la obra del genio político del ordenador y legislador inteligente, cuyo objeto debe ser no su propio bienestar, sino el de los demás y quien, por consiguiente, elimina sin escrúpulos todo obstáculo que encuentra en su camino”

    Ahora recordé esas palabras por los continuos enfrentamientos en la Cámara de Senadores con motivo de la presencia de los militares en tareas de la seguridad nacional hasta el año de 2028. La bancada de los senadores de Morena y los de oposición se han volcado en agrias discusiones donde abundan las ofensas tratando cada una de tener la razón y más aún por la intromisión del presidente de la república en asuntos que son de la competencia del poder legislativo.

    Se ha olvidado por completo de conciliar intereses que redunden en beneficios para el país y solo buscan imponerse unos sobre otros. Y para justificarse defienden las actitudes autoritarias del presidente sin anteponer razones que lo justifiquen. Y los de la oposición en las duras críticas tachando al mandatario de autócrata y tirano quien abusa de su poder para imponer sus iniciativas aunque sean ilegales, olvidando lo dicho por Maquiavelo de que “un gobernador prudente que desea ser útil, no a sí mismo y sus sucesores, sino a su país y el bienestar general”.

    Y en ese aluvión de gritos y sombrerazos sobresalen algunos legisladores como Ricardo Monreal, Citlalli Hernández y Gerardo Fernández Noroña, de Morena. Y por el lado de los partidos de oposición los senadores German Martínez, Lilly Téllez, Kenia López, Xóchitl Gálvez y Dante Delgado.

    También cuando vemos y escuchamos las posiciones contrarias de los miembros del senado, nos hizo pensar en otro personaje, José Fouché, uno de los hombres más poderosos de su época (1759-1793). Sin embargo, algunos historiadores franceses lo han llenado de injurias acusándolo de traidor de nacimiento, miserable, intrigante, tránsfuga profesional, abyecto, inmoral”.

    Pero Fouché vivió en un mundo en transformación, dirigió todos los partidos y fue el único en sobrevivir enfrentando a un Napoleón y a un Robespierre. En la biografía escrita por Stefan Sweig le llama el “genio tenebroso” y lo justifica por su actuación política.

    Los oponentes a los partidarios del régimen actual los acusan de ser maquiavélicos por sus intenciones de justificar con engañifas las acciones anticonstitucionales del presidente, y los tildan de abyectos por la sumisión que han demostrado ante el poder. Los unos defienden sin argumentos y los otros atacan poniendo a la Constitución por delante.

    Porque lo que se pretende al permitir que las fuerzas armadas se hagan cargo de la seguridad nacional significa la desaparición de las fuerzas civiles, las que por derecho les corresponde esa responsabilidad. Es por eso de la confrontación entre los miembros del Senado. Dentro de una semana, con la votación en la Cámara de Senadores se sabrá si triunfa la cordura rechazando un decreto que como muchos comentaristas objetan, evitará la militarización del país.

    Nuestro país vive momentos de crisis. La inflación que no cede, los asesinatos que pasan ya de los 120 mil, los feminicidios, la educación y la salud en entredicho, una economía en picada, los gastos innecesarios en obras sin futuro. Y a todo lo anterior, el caso de la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa que está causando grietas políticas y pone en peligro la estabilidad de la nación. Por eso, estos son tiempos de conciliación y no de polarizaciones; se debe buscar tan solo el bien de nuestro país.

    Maquiavelo y Fouché están presentes en el futuro de México. 

Septiembre 28 de 2022.

sábado, 10 de septiembre de 2022

LA PRENSA EN PELIGRO

    Dos aspectos importantes distinguen a la prensa: su derecho a informar y a opinar. Desde siempre ha sido así, y por eso, cuando se trata de limitarla se levanta una ola de protestas, tal como ha sucedido en los últimos días cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación atendió el caso de la Ley Federal de Telecomunicaciones vigente desde el año de 2017.

    La Corte declaró la inconstitucionalidad de la ley porque afectaba la libertad de expresión y para evitar que el gobierno decidiera que debiera opinar la prensa. Así, el derecho de opinar estaría sancionada por la ley, incluso con suspensiones de programas informativos cuando no respetaran lo establecido por el orden jurídico.

    Dice Raymundo Riva Palacio que la pretensión era “incluir defensores de audiencias en radio y televisión designados por el gobierno, lo que equivaldría a comisarios políticos que decidirían lo que se podría informar u opinar, así como sancionar a los que no se ajusten a lo estipulado por las autoridades. Actualmente los defensores de audiencias son nombrados por cada medio y actúan bajo los códigos de ética de la empresa”.

    Fue buena la decisión de la Corte. De lo contrario periodistas que hacen uso de los medios electrónicos suspenderían sus opiniones por temor a represalias del gobierno. Periodistas como Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Carmen Aristegui Carlos Alarazki, Ángel Verdugo, quienes han sido críticos permanentes de los errores del gobierno del presidente López Obrador.

    En los medios electrónicos se han escuchado las valientes opiniones de comentaristas de la talla de Carlos Loret de Mola, Carlos Marín, Diego Fernández, Lilly Téllez, Beatriz Pagés, Kenia López y Brozo, sólo por mencionar algunos de ellos. Pero, desde luego, con base en la libertad de expresión consagrada en el artículo 7º constitucional, también tiene cabida las opiniones de los defensores del régimen.

    La alerta de Riva Palacio es oportuna porque la intención de coartar la libertad de expresión en los medios electrónicos, podía ser el inicio para someter también a la prensa escrita, con eso de que la ley no se respeta y solo cuenta las decisiones autoritarias del gobernante.

    La historia de México es abundante en restricciones a la libertad de expresión. El ejemplo más claro se dio en el gobierno de Porfirio Díaz cuando los hermanos Flores Magón editaron los periódicos Regeneración y el Ahuizote fueron encarcelados y sus imprentas hechas pedazos. Casos como ese sucedieron en toda la república.

    Aquí, en el entonces Territorio, los gobernadores de esos años, Abraham Arroniz y Agustín Sanginés, prohibieron la edición de periódicos opositores al gobierno de Porfirio Díaz. Por cierto, uno de los periodistas, Adrián Odilón Valadez, no estuvo de acuerdo con esa disposición y siguió publicando la revista El Criterio Público, lo que le valió el destierro.

    También, cuando Ignacio Bañuelos Cabezud fundó en 1912 el periódico El eco de California, durante el periodo del gobernador Carlos Manuel Esquerro, (1925-1927) su imprenta fue destruida a base de marrazos y su casa balaceada.

    Otro caso, y corre la anécdota, le sucedió al señor Nemesio Vargas quien fue diputado de 1928 a 1930 representando al Distrito Sur de la Baja California. Dicen que él fue el responsable de la destitución del general Ruperto García de Alba. Cuando Nemesio terminó su cargo de diputado, regresó a La Paz y en el rancho de Las Playitas comenzó a editar un periodiquito con el nombre de “El Chile” en el que acusaba al gobernante de malos manejos en su administración. Una noche los gendarmes fueron en su busca con malas intenciones, pero él se salvó de milagro pues dormía en la azotea.

    En mi libro “Narraciones de ayer y de hoy” incluyo esta crónica y la termino diciendo: “El periódico El Chile me hace recordar otros que se editaron en diversas épocas que llevaban nombre originales como La Chispa, El Chisme, El Látigo y La Verdad, todos ellos con una mordaz crítica a los gobiernos en turno. Tiempos de valientes periodistas, como bien lo dice el estimado amigo Antonio Martínez Suárez”. 

Septiembre 07 de 2022.

viernes, 2 de septiembre de 2022

LA MONTAÑA MÁGICA Y EL CARRIZALITO

    Thomas Mann fue un escritor alemán autor de la novela “La montaña mágica”, publicada en el año de 1924. Es un libro que en su época despertó gran interés y el más conocido del autor. Por su obra escrita, en 1929 se hizo acreedor al premio Nobel de Literatura.

    La montaña mágica trata la estancia temporal del ingeniero Hans Castorp en el sanatorio Berghof, con el fin de visitar a su primo Joachim Ziemsein, enfermo de tuberculosis. Localizado en Los Alpes, el sanatorio atiende a pacientes —mujeres y hombres— sometidos a tratamientos especiales, donde el clima frío y la ausencia de contaminación del ambiente, son los elementos principales para su curación.

    Un blog de literatura apunta que el ambiente sosegado y tranquilo era perfecto, para llevar a cabo un análisis exhaustivo de la condición humana, por parte de dos personajes: Settembrini (masón, progresista, humanista, filósofo, escritor y pedagogo) y Naphta (judío converso al catolicismo, jesuita, nostálgico del orden medieval y sofista). Ellos, en sus discusiones, enfrentan el pensamiento de principios del siglo XX: democracia liberal contra totalitarismos.

    Pero el amable lector se preguntará: y la novela ¿qué tiene que ver con el hospital del Carrizalito?

    Cuando el general Francisco J. Múgica fue gobernador del Territorio Sur de la Baja California (1941-1945) ante el número alarmante de enfermos de tuberculosis, incluidos niños, se vio en la necesidad de fundar un preventorio y el 1944 el inicio de la construcción de un hospital localizado en las estribaciones de la sierra de La Laguna, cerca del pueblo de Santiago.

    El hospital, al igual que el sanatorio Berghof, reunía las condiciones de libre contaminación natural y humana. En el año de 1945 estaba terminado, pero no logró funcionar porque hubo cambio de gobernante en la persona del general Agustín Olachea Avilés. El proyecto quedó abandonado y con el paso del tiempo el edificio se fue deteriorando a tal grado que a la fecha solo queda el cascarón de la obra, ¿por qué no funcionó? Se pregunta la gente.

    La respuesta más difundida fue el descubrimiento de los antibióticos, vacunas y medidas de higiene que permitieron un mayor control de esa enfermedad. Por cierto, otros dos hospitales, uno en Perote, Veracruz y el otro en un lugar cercano a Guadalajara, también no funcionaron, aunque sus edificios fueron convertidos en instituciones sociales.

    La visita a las ruinas del Carrizalito es difícil dado que el lugar es propiedad privada y un portón con candado impide la entrada. En años pasados, el periodista Carlos Domínguez Tapia, con el apoyo de la XENT divulgó un documental de las ruinas del hospital y relató que era un edificio de tres plantas, con dormitorios para albergar a gran número de enfermos, así como también la casa para los médicos construida un poco más arriba.

    Dado lo exiguo del presupuesto federal asignado al Territorio, resulta admirable la inversión para esas construcciones, pues según información fidedigna el hospital costó $ 527, 079.11 pesos y la casa $ 73,000. Pero eso fue posible por la insistencia del general Múgica, quien solicitó al presidente Ávila Camacho un subsidio especial para realizar ese proyecto.

    Así es que el sanatorio de La montaña mágica y el hospital del Carrizalito tienen algo en común. Se hicieron con el noble fin de poder mitigar los estragos de la tuberculosis. Pero el primero en la ficción logró su cometido, mientras que el otro, convertido en realidad, nunca logró sus propósitos.

    Opiniones diversas, entre ellas la de Domínguez Tapia, han sugerido que se rehabilite el edificio y que pueda servir como un hotel de descanso, o un centro cultural tipo museo. Lo que sea, con tal de aprovechar esas instalaciones, testigos mudos de un noble proyecto de salud del gobierno de ese entonces.

    ¡Ah!, Y gracias a Humberto de los Ríos por el regalo de la fotografía del hospital del Carrizalito.

Agosto 31 de 2022

jueves, 25 de agosto de 2022

UN ÁRBOL DESCONOCIDO

    La semana pasada mi hija Martha Patricia me invitó a visitar Todos Santos, un pueblo distante 60 kilómetros de la ciudad de La Paz. Su intención era localizar un terreno que adquirió tres años atrás, ya que la construcción de viviendas en esa zona podía afectar su propiedad.

    Las señas generales eran por el rumbo de “La Ahorcadita”, lugar donde existe una tumba en la que descansa una joven mujer que perdió la vida a manos de un celoso marido. Alrededor de ese suceso perdura una leyenda conocida por muchos habitantes de ese lugar.

    Gracias al profesor Néstor Agúndez me enteré de esa leyenda, misma que incluí en mi libro “Mitos, leyendas y tradiciones sudcalifornianas” publicado en el año de 2005. Aproveché también la oportunidad para insertar otro relato “Minachi” contado también por Néstor.

    Bueno, pero al visitar la tumba de “La Ahorcadita”, mi hija admiró un hermoso pero viejo árbol que protege el lugar, con su fronda de hojas verdes oscuras y alargadas. Mirándolo de pronto me preguntó: “Papá. ¿Cómo se llama este árbol?”

    Ahora sí, como se dice, me agarró en curva, porque no tenía la más remota idea de su nombre. Así es que opté por decirle: “No me acuerdo, pero trataré de investigarlo”. Nos retiramos del lugar, no sin antes cortar una pequeña rama del árbol desconocido y tomarle unas fotografías.

    Cuando regresamos a La Paz, aproveché la visita del buen amigo Humberto de los Ríos para mostrarle las fotos y las hojas del árbol, pero no logró identificarlo. “Ya sé lo que voy a hacer —le dije— llamaré a Heriberto Parra Hake, quien tiene un vivero en Todos Santos. De seguro él lo conoce”.

    Unos minutos después de la llamada telefónica, Humberto pegó un golpe sobre la mesa y exclamó: ¡Ya sé cómo se llama, es el árbol de San Juan! Y comenzó a platicar donde los había visto. Por coincidencia, sonó de pronto mi celular. Era Parra Hake quien confirmó lo dicho por mi amigo. Efectivamente, es el árbol de San Juan el que cobija la tumba de “La Ahorcadita”.

    Sobre el particular recordé que en mi biblioteca tenía el libro del profesor Maximino Martínez que habla de un viaje que hizo en el año de 1944 a la Baja California, cuyo contenido es una reseña del Territorio y de su flora. Ahí aparece el árbol de San Juan con su nombre científico: Forchammeria Warsoni Rose.

    Por su lado, Martha Micheline Cariño Olvera en su libro “Historia de las relaciones hombre naturaleza en Baja California Sur, 1500-1910” hace mención del árbol “Levántate Juan”, una planta medicinal útil para el dolor de cabeza, inflamación estomacal y de los bronquios.

    Por supuesto es una especie diferente al árbol de San Juan, ya que el otro lleva por nombre original Nicotiana Glauca conocido popularmente en Argentina y Bolivia como Palán Palán. Es del mismo género del tabaco corriente de la familia de las solanáceas. Esa planta en Baja California se le llama Levántate Juan.

    La investigación de los san Juanes me obligó a releer los libros de Maximino Martínez y Martha Micheline Cariño, dos obras interesantes por sus contenidos acerca de la flora bajacaliforniana. Pero, además, el profesor Martínez hace un ameno relato de sus recorridos por el sur de nuestra entidad, visitando pueblos y rancherías, levantando datos de la vegetación.

    —Cuando visitamos el rancho de Las Parritas —dice don Maximino— por la noche como no había camas disponibles, nos instalamos bajo un cobertizo, tumbados sobre un petate, en el suelo, vestidos. Una vaca se echó cerca de nosotros, a tres metros de distancia; los cochis y los perros venían a hurgar y a veces reñían. El cansancio, sin embargo, nos hizo dormir.

    Ahí, en un rancho de nuestra California, durmió un científico mexicano, miembro de la Sociedad Botánica de América, fundador de la Sociedad Botánica de México y autor del libro “Las plantas medicinales de México”.

Agosto 16 de 2022.

jueves, 11 de agosto de 2022

MIGUEL MATHES, EL HISTORIADOR

    En el mismo mes de su muerte —13 de agosto de 2012— escribí una crónica a la que titulé “La vida útil de Miguel Mathes”. Dice así:
“Cuando apareció publicado mi libro sobre la historia del Estado de Baja California Sur, en 1975, Alguien me sugirió enviara un ejemplar al doctor William Michael Mathes, maestro de la Universidad de San Francisco. A vuelta de correo me mandó una atenta misiva felicitándome, con la invitación que continuara escribiendo la historia de nuestro pasado para niños de esta tierra. De ese entonces seguí la huella de ese acucioso investigador y más porque muchos de sus libros aparecieron en español. Con el nombre de ellos y con sus artículos especializados se llenarían muchas páginas. A tal grado fue el tiempo que dedicó a escudriñar el pasado de la Baja California. Y no fue egoísta con sus conocimientos, como el hecho de que fue un colaborador permanente de la revista Calafia editada por la Universidad Autónoma de Baja California.

    Tuve la oportunidad de platicar con él en varias ocasiones, una de ellas cuando cuándo asistió a la conmemoración de los 300 años de la fundación de la misión de Loreto, en 1997. Ahí, en una mesa del restaurante de un hotel se acordó de mi libro y me preguntó cuántos más había escrito. Con nosotros se encontraban el doctor Miguel León Portilla, su esposa Ascensión y la señora Carmen Boone Canovas.

    Aquí en La Paz tuvo un amigo predilecto, el maestro Eligio Moisés Coronado. Con él, un domingo nos invitamos al estand de tiro del club Gavilanes y me sorprendió cuando llegó acompañado de Miguel Mathes. Y más cuando mi rifle se encasquilló y el doctor, echando mano de tosca herramienta en un dos por tres lo arregló. Ante mi sorpresa me explicó: “es que varios años trabajé en una armería de Nueva York”.

    Por razones de sus trabajos de investigación y sus viajes al extranjero poco a poco fue espaciando sus visitas a nuestra ciudad. Pero lo recordamos continuamente cuando hojeamos su libro Las misiones de California que escribió con el patrocinio del gobierno del Estado en 1977. O Cuando revisamos los dos tomos de Baja California, textos de su historia, aparecido en 1988. Y cuando queremos conocer algo más de la región sur de nuestro Estado, tener a la mano el libro Importancia del Cabo San Lucas escrito en coautoría con el licenciado J. Andrés Cota Sandoval.

    El 17 de enero de 1986, el gobierno de México le impuso la condecoración del Águila Azteca. En esa ocasión, con la sencillez que le era característica, hizo alusión a su amor por nuestro país y, en especial, a la Baja California. Quizá por eso intentó donar sus libros de su valiosa biblioteca a una de las instituciones educativas de nuestra ciudad. Ante la imposibilidad, ese acervo se encuentra hoy en la biblioteca de Zapopan, Jalisco.

    El día 14 de este mismo mes de agosto, la señora Carmen Boone nos dio la noticia: Miguel Mathes falleció. Murió apaciblemente soñando —dice doña Carmen— en las tareas pendientes por realizar. Los bajacalifornianos, y en especial los del sur, le debemos un reconocimiento a su obra”.

    Hasta aquí la crónica. En el transcurso de esta década, muchas instituciones académicas han reconocido la valiosa aportación de Mathes a la historia del noroeste de nuestro país. El Colegio de Jalisco, el de Sinaloa, UABC, el Centro de Estudios de México Carso y otros más.

    En un extenso artículo titulado “Kino en California”, el historiador Gabriel Gómez Padilla recrea parte del discurso que pronunció Miguel Mathes cuando le otorgaron la Orden del Águila Azteca. Uno de sus párrafos dice:
“Yo pertenezco a esa clase de estadounidenses que respetan a México y lo quieren por lo que ha sido y por todo lo que es… Hoy me siento más mexicano que nunca, y asumo el compromiso de no defraudar a quienes me han considerado merecedor de esta muestra de confianza y distinción”.

    De esa calidad era Miguel Mathes.

Agosto 10 de 2022.

jueves, 28 de julio de 2022

    Continúan los comentarios relacionados con el proceso que anunció el gobierno de Estados Unidos —al que se unió Canadá— para obligar a nuestro país a que cumpla con el Tratado de Libre Comercio en materia energética. Al iniciar el procedimiento lo que buscan es defender los intereses de sus empresas energéticas en México ante la negativa de la participación privada en el sector.

    El asunto es que con esta medida México contraviene lo acordado en el tratado comercial que entró en vigor en agosto de 2020. De no llegar a un acuerdo entre los gobiernos —dice un comentarista en el periódico El País— en los próximos 75 días, un panel de controversias emitirá un fallo. Si este exige a México cambiar su legislación y no cumple, los socios comerciales pudieran imponer aranceles a los sectores exportadores que más dependen del T-MEC como es el de agricultura.

    Cuando llegó la anterior información al gobierno de México, el presidente no le dio importancia y solamente informó que el 16 de septiembre, aniversario de la independencia nacional, dará una declaración al respecto. Pero ya anunció que nuestro país no es colonia y que él no es “pelele de ningún gobierno exterior”. Además, —afirmó— que la CFE y Pemex son de los mexicanos y el que no los defienda será un traidor”. Y hace cuatro días remató: “Me llama la atención que haya tanto traidor a la Patria, en vez de defender a México defienden los intereses de países y empresas extranjeras”.

    No lo hubiera dicho. Ahora se enfrenta a las críticas de economistas, hombres de negocios pero, particularmente de periodistas que escriben en los principales diarios del país y del extranjero: Enrique Quintana, Macario Schettino, Raymundo Riva Palacio, Pablo Hiriart y Beatriz Pagés, directora de la revista Siempre.

    Pregona el presidente que se pretende dañar la soberanía nacional al tratar de apoderarse de la CFE Y Pemex, aunque la mayoría de los mexicanos sabemos que ello no es posible. Además de lo que establece el artículo 27 constitucional, el T-MEC en su capítulo 8 es contundente al respecto: “México tiene el dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de todos los hidrocarburos en el subsuelo del territorio nacional, incluida la plataforma continental y la zona exclusiva económica situada fuera del mar territorial y adyacentes a éste, en mantos o yacimientos, cualquiera que sea su estado físico, de conformidad con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

    Si así lo establece el T-MEC ¿cuál peligro para la soberanía? Los tres países deben respetar los acuerdos sobre todo en lo que se refiere a los recursos energéticos. Lo que sucede es la terquedad por llevar adelante los dizque beneficios generados por la CFE y Pemex, a sabiendas de los problemas financieros y de servicios que vienen arrastrando. No se necesita ser economista para reconocer que Pemex está en bancarrota y solo la ayuda de miles de millones de pesos aportados por el gobierno le permite funcionar.

    Por su lado la CFE con las restricciones impuestas a las empresas privadas, no se ve capaz de generar energía a toda la población del país. “Ahora —dice Macario Schettino— la idea tan arraigada de López Obrador de resucitar a Pemex y CFE se ha convertido en un problema internacional. Para él como para muchos mexicanos que sufren el adoctrinamiento del nacionalismo revolucionario, México es el petróleo y éste es Pemex”

    Los aduladores no entienden o no quieren entender —fanatismo ciego— que la iniciativa privada con inversionistas mexicanos y extranjeros, ha hecho posible la calidad y el costo de las gasolinas, el abasto en la electricidad y el cuidado del medio ambiente. Pero ahora tenemos problemas, entre ellos la quema de combustibles fósiles que originan el cambio climático, los apagones y los aumentos en las tarifas eléctricas.

    Si a lo anterior sumamos las violaciones a los tratados comerciales con Estados Unidos y Canadá y los reclamos legales basados en el T-MEC, pues lo menos que podemos pensar es que la va a ir mal a México.

Julio 27 de 2022.

sábado, 23 de julio de 2022

LOS PELIGROS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

    En plática de sobremesa con mi nieta Martha Reyes, su esposo Carlos Angulo y su hija Romina, tocamos el tema de la escasez del agua potable en la ciudad de La Paz, que afecta especialmente a las familias de las colonias populares. Y el problema suscitado al prohibirle a los “piperos” la comercialización del vital líquido.

    En esas estábamos cuando de pronto Romina me preguntó: “Abuelo dicen que la falta de agua se debe al cambio del clima ¿es verdad?”

    De pronto, la pregunta me tomó de sorpresa, sobre todo para explicarle que el cambio climático obedece a otros factores, aunque inciden en las sequias cada vez más frecuentes en muchas partes del mundo. En principio se tiene que entender que el clima es el resultado de lo que se ha dado en llamar el efecto invernadero.

    —Pero, ¿qué cosa motiva el cambio climático?

    —Mira —le dije a Romina— en la atmósfera existe una capa de gases que rodea a la Tierra y se llaman así, “gases de efecto invernadero”. Los principales son el vapor del agua, el bióxido de carbono, el metano y también el ozono. Estos gases retienen parte de la radiación térmica emitida por la superficie terrestre tras ser calentada por el sol manteniendo la temperatura del planeta a un nivel adecuado para el desarrollo de la vida. Cuando estos gases aumentan se pierde el equilibrio de la temperatura y se produce el calentamiento global. Ese aumento en los gases lo producen las actividades de las personas cuando usan los vehículos que funcionan con combustibles fósiles (gasolina, diésel y otros) emitiendo bióxido de carbono en grandes cantidades. También la explotación del ganado cuyos excrementos generan el gas metano.

    —¿Y qué males ocasiona el aumento del calentamiento global de la tierra? —insistió en preguntarme Romina.

    —Males son muchos —le contesté— por ejemplo los deshielos en los polos y como resultado el aumento del nivel del mar ocasionado la inundación de poblaciones costeras, la aparición de huracanes devastadores, las sequías y la migración de personas a lugares más seguros.

    —Cómo verás —le dije— el mundo se encuentra en peligro para su existencia y solo con medidas extremas se podrá solucionar. Por lo pronto habrá que utilizar menos combustibles fósiles y cambiarlos por energías verdes que son las originadas por el sol, el viento y las corrientes de agua. Impulsar el uso de bicicletas en lugar de vehículos de motor.

    La mayoría de los países saben de los males que provoca el calentamiento global y por eso se han comprometido a reducir el uso de combustibles fósiles. Algunos países de Europa ya lo están logrando. Otros en cambio —México entre ellos— aún insisten en utilizar esa clase de combustibles, sin reparar en el daño que causan a la humanidad. Se pretende que para el año 2050 se elimine totalmente el consumo de los derivados del petróleo.

    Sin embargo, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania está impidiendo estos propósitos. La carencia de gas para generar electricidad está obligando a varios países a seguir utilizando los combustibles fósiles multiplicando así los peligros del cambio climático.

    Y respecto a la carencia de agua en nuestra ciudad es un problema de muchos años atrás. La extracción del agua de los pozos no es suficiente para satisfacer la demanda de la población. En un estudio que se hizo para conocer el suministro de agua potable para La Paz, afirma que actualmente se extraen 26 millones de litros agua anuales, pero las necesidades son del orden de los 29 millones, por lo que existe un déficit de 3 millones. Y si tomamos en cuenta que el 45 % del agua se pierde por las pésimas condiciones de la red que distribuye el vital líquido, pues el problema es más grave de lo que se supone.
    
    Por otro lado, el asunto de los piperos y sus ganancias es la gota que derramó el vaso. 

Julio 20 de 2022.

viernes, 15 de julio de 2022

UN DIÁLOGO POSIBLE

    Me gusta leer algunos artículos de la revista Letras Libres. A veces sobre ciencia, literatura, economía y política. Sus colaboradores son expertos en los temas que exponen y además lo hacen con claridad y serios argumentos. Uno de ellos es Luis Antonio Espino.

    En edición reciente apareció un artículo de Espino bajo el título de “Respiremos, Pensemos, Cambiemos”. Como preámbulo escribe: “El populismo ha destruido la conversación pública sensata y ordenada y la ha saturado con escándalos y peleas. Es posible cambiar ese rumbo”.

    Es una crítica a un sistema de gobierno donde la demagogia ocupa un lugar preferente, dirigido a personas que creen a pie juntillas las supuestas verdades expuestas, mismas que al fin de cuentas solo son mentiras.

    Pero afín a la posverdad evitan la confrontación y el diálogo, únicos capaces de encontrar remedios a los graves problemas por los que atraviesa el país. “Empezando por el Jefe de Estado —dice el articulista— la clase política ya no busca generar una conversación pública mínimamente ordenada y sensata, que nos permita entender los problemas de México, discutir alternativas de solución y explicar a la sociedad que acciones deben tomarse para resolverlos”.

    Pero, ¿en verdad la clase política se niega a una conversación pública? ¿O el mismo presidente del país niega a dialogar con los que no están de acuerdo con su forma de gobernar? Es razonable pensar que al menos los partidos opuestos al que está en el poder estén dispuestos a iniciar acuerdos ciudadanos en pro de la unidad nacional, aunque dudamos que Morena, el Partido del Trabajo y el Verde Ecologista acepten compartir, discutir y buscar soluciones a los problemas sociales y económicos, en un marco de compatibilidades resultado de opiniones, críticas y planteamiento de soluciones viables y adecuadas. Y si lo hacen que lo hagan en un ambiente de concordia ya que lo que se busca es el bienestar de México.

    En los últimos días y debido al alarmante aumento de homicidios y violencia, periodistas e instituciones civiles —la iglesia entre ellas— han insistido en la necesidad de una cruzada nacional tendiente a buscar la unidad de todos los mexicanos, dejando atrás la polarización y el odio que genera la misma.

    La sociedad mexicana tiene que estar consciente de los aciertos y equivocaciones de la administración pública; no caer en la ignorancia o la indiferencia y dejar que las cosas pasen sin ponerle remedio. No se puede aceptar la sentencia de que los pueblos sumisos tienen el gobierno que se merecen.

    Los partidarios de la 4T no deben permanecer ajenos a lo que está sucediendo en el país. Las malas decisiones en la economía donde se ha despilfarrado miles de millones de pesos en obras de dudoso beneficio, aunadas a la inseguridad y la escasa atención a los problemas de la salud y la educación, son cuestiones que deben analizarse con criterios amplios, alejados de la propaganda oficial que afirma lo contrario, que todo va viento en popa.

    Si todos nos ponemos de acuerdo y sustituimos la honestidad por las obsesiones, es seguro que libraremos los escollos que están frenando el desarrollo del país. Aún es tiempo, antes que México sufra un retroceso difícil de resolver en los próximos años.

    Bien lo dice Luis Antonio Espino “Podemos llevar la conversación a lo que queremos para México. Y así, con nuestra atención puesta en donde debe, comenzaremos a ser capaces de decidir que vamos a hacer para sanar este, nuestro atribulado país. Respiremos, Pensemos, Cambiemos.

Julio 13 de 2022.

miércoles, 15 de junio de 2022

LA AUDACIA DE LA ESPERANZA

En el mes de noviembre de 1987, Manuel J. Clouthier al asumir la candidatura del PAN para la presidencia de la república, pronunció un discurso y entre otras cosas dijo: “La conquista de la democracia, la justicia y la libertad exige esfuerzo permanente y sacrificios constantes de quienes aman a su patria. Recuperar a México va a exigir de todos nosotros algo más que buenas ideas y espíritu de lucha. La situación en que se encuentra el país nos demanda también audacia”.

Más adelante expresó: “El actual régimen ha quebrado al Estado y empobrecido al pueblo. El grupo que se ha apropiado del gobierno y ha monopolizado el poder, pretende legitimar su hegemonía con expresiones retóricas que traicionan y contradicen aun en el mismo momento de pronunciarlas. Nuestra audacia nos debe llevar a desenmascarar el nuevo engaño”.

Las palabras de Clouthier, independientemente de su vigencia en los años actuales, me hizo recordar el discurso que pronunció Barak Obama en la Convención Demócrata que tuvo lugar en la ciudad de Chicago, discurso que le aseguró la nominación como candidato de ese partido a la presidencia de los Estados Unidos.

Fue en el año de 2004, cuando ante miles de simpatizantes, alzó su voz para decirle a todos los ciudadanos norteamericanos que sin importar sus ideologías ni inclinaciones políticas y pese a las adversidades y enfrentamientos sufridos en el pasado, algo los había impulsado siempre a seguir hacia adelante, a no desfallecer. A estos impulsos Barak le llamó: “La audacia de la esperanza”.

“Será necesario —enfatizó— que comprendamos como hemos llegado a la situación actual, como nos hemos convertido en una tierra de facciones enfrentadas y odios tribales. Y tenemos que esforzarnos para recordar lo mucho que tenemos en común, a pesar de todas nuestras diferencias: tenemos esperanzas comunes, sueños comunes y nos une un vínculo indestructible”.

Tanto Clouthier como Barak Obama sustentan el criterio de la unidad nacional como sustento de un bienestar social, económico y político de todos los mexicanos. Pero también, por la existencia de un partido avasallador y una maquinaria de poder que acapara todos los recursos de la administración pública. Ante ello, queda la audacia de la esperanza, una fuerza capaz de lograr el cambio.

Hoy más que nunca debemos participar si deseamos que nuestro país no detenga su marcha hacia mejores destinos de desarrollo en todos los órdenes. Necesitamos mantenernos informados de las transformaciones que ocurren en México que benefician o afectan negativamente su avance a mejores niveles de vida. Conocer la realidad nos ayudará a valorar en qué medida el poder gubernamental está a favor o no del pueblo de nuestro país.

Hoy la gente vive en la incertidumbre porque por una parte el gobierno declara la buena marcha de su administración y por la otra, opiniones de expertos y analistas, difieren y afirman que sus malas decisiones en lo económico y en lo social, incluso en lo político, están orillando a México a un peligroso retroceso.

Y para confirmarlo, exponen la crisis económica que originó fenómenos de la inflación, afectando a las clases más desprotegidas de la población. De la inseguridad social y el aumento de víctimas a manos del crimen organizado y de los feminicidios; de la falta de medicamentos y del aumento de la pobreza a pesar de los apoyos económicos a las personas de la tercera edad; de la desaparición de las escuelas de tiempo completo y las estancias infantiles.

Lo anterior y mucho más debe conocerlo la mayoría de la población, pero no con el ánimo de renegar de ello, sino más para estar en condiciones de contribuir a su solución a través de opiniones positivas y deseos de participación.

Lo peor es ignorar la situación en que se encuentra nuestro país y confiar en la palabra de nuestros dirigentes. Cuando se obra por fanatismo y se confía en falsos profetas, estamos minando la unidad del pueblo y sólo queda, como lo dije en una crónica anterior, una casa dividida.

Y eso es lo peor que nos puede pasar. Cuando con buena voluntad y deseos de hacer bien las cosas, todos los que amamos a México nos coloquemos a la vanguardia de los que creen en nuestro país, habremos de hacer de nuestra lucha “La audacia de la esperanza. 

Junio 15 de 2022.

COSAS DE LA EDAD

Jorge Luis Borges, el gran escritor argentino, escribió un hermoso poema al que tituló “Instantes”. En él describe lo que fue y lo que trataría de ser si pudiera tener otra vida. El principio y fin de ese poema dice así:

Si pudiera vivir nuevamente mi vida
En la próxima trataría de cometer más errores,
No trataría ser más perfecto.
Sería más tonto de lo que he sido.
Si pudiera volver a vivir,
Pero tengo 85 años y me estoy muriendo.

Por supuesto, ese fue un poema, uno más, que escribió en el transcurso de su vida. Y no se murió a la edad que dice el poema, sino que falleció dos años después, a los 87 años, pero queda el recuerdo de su vida, alejada de la vanidad y los oropeles.

A Jorge Luis Borges lo recordé con motivo de las declaraciones de Porfirio Muñoz Ledo, quien acusó al presidente López Obrador de estar coludido con el narco. Lo anterior fue causa para que el presidente lo desmintiera achacando su aseveración como “cosas de la edad”.

En las redes sociales y en los comentarios políticos se criticó la opinión emitida por López Obrador tanto por desconocer la capacidad intelectual y política de Muñoz Ledo, como dudar de su reconocida inteligencia resultado de un cerebro en perfectas condiciones.

El presidente se llevó entre las patas a otros personajes de la vida política, los que siempre han manifestado desacuerdo de las decisiones equivocadas del primer mandatario. Pero, además, ha tocado las fibras sensibles de científicos, investigadores, escritores, artistas, todos los que han sobrevivido y aún ofrecen su concurso al desarrollo social y cultural de México.

Científicos como Matos Moctezuma, recientemente laureado en España; artistas como Silvia Pinal, escritoras como Elena Poniatowska, políticos como Francisco Labastida Ochoa, Ifigenia Navarrete, Cuauhtémoc Cárdenas; periodistas como Joaquín López Dóriga y José Cárdenas.

Y esto por referirnos solo a los mexicanos, porque a nivel internacional es común la presencia de mandatarios que son mayores de edad y a quienes la sociedad los cataloga como sus mejores líderes. Y aunque algunos no han cumplido 80 años como Muñoz Ledo, están como se dice “al pie del cañón”, dirigiendo con eficacia y responsabilidad los destinos de sus respectivos países.

Ejemplos hay muchos. Joe Biden de los Estados Unidos, Shimon Perez de Israel, Giorgio Napolitano de Italia, Roberto Mugabe de Zimbabue. Y como olvidar a la reina Isabel de Inglaterra quien, aunque no gobierna directamente, las decisiones políticas deben ser autorizadas por ella.

En la obra “La República” del filósofo Platón, se refiere a las personas mayores de edad y afirma que es la etapa en la que el ser humano alcanza las más óptimas virtudes humanas, tales como la prudencia, la sagacidad, la discreción y el buen juicio. La vejez, según Platón, tiene sus ventajas, pues con el decaimiento del cuerpo y con él sus capacidades y placeres, la reflexión se facilita y es más sencillo lograr una actitud contemplativa lo cual, contrario a ser considerado como un mal, es considerado un bien.

En un ensayo sobre la vejez escrito por Miguel Camilo Pineda de la universidad de Bogotá, Colombia, se pregunta si realmente la vejez es buena o mala. Y se responde: “En primer lugar entre los males de la vejez es ejercitarse en la reflexión y en tomar una actitud de apertura y no de rechazo ante las inevitables situaciones que trae la naturaleza, para que estos azares de la vida no perturben la felicidad propia.

Una actitud de apertura y no de rechazo que deben tomar en cuenta todos los que, de alguna manera, están sujetos a las críticas de las mujeres y hombres en su mayoría de edad. Lo peor es los denuestos y burlas con que se pretende minimizar las declaraciones basadas en la experiencia que dan los años, en especial si esas experiencias llevan la sana intención de remediar los males ocasionados por un falso comportamiento tanto en lo político, en lo económico, en lo educativo, en la salud y en la seguridad de la población.

La vejez, tal como se reconoce en las tradiciones de nuestros pueblos aborígenes, es la voz de la sabiduría y como tal debemos respetarla y no desconocerla. 

Junio 08 de 2022.

miércoles, 1 de junio de 2022

OTRA CALAMIDAD: LA VIRUELA DEL MONO

Por si no fuera suficiente para los males que aquejan a la humanidad, ahora, además de la pandemia del Covid-19 que no acaba de erradicarse, aparece otra enfermedad llamada “viruela del mono” originada en un país africano y que se ha propagada en varias naciones de Europa. Los contagios han causado alarma en las instituciones de salud, por lo que se recomienda medidas sanitarias a fin de evitar su propagación.

Aunque este padecimiento no tiene consecuencias graves y las personas infectadas se alivian en unos cuantos días, el solo hecho de padecerlo causa inquietud debido a que en el pasado la epidemia de la viruela negra fue mortal dejando millones de muertos en todo el mundo. En América, a raíz de su descubrimiento y conquista, los grupos indígenas fueron contagiados de ese mal, sobre todo en nuestro país con la presencia de los contingentes españoles.

La península de la Baja California no fue la excepción. Los misioneros jesuitas que llegaron en 1697 y permanecieron durante 70 años en la región, dieron fe de los estragos causados por la viruela entre los neófitos radicados en las misiones, a tal grado que a juicio de algunos cronistas esa fue la causa —junto con otras enfermedades— de la desaparición de esos antiguos habitantes de la península.

Los indios californianos debido a su aislamiento habían evitado ciertos padecimientos que después fueron portadores soldados y marineros que llegaron a California en el siglo XVIII. Enfermedades como la viruela, el sarampión, la sífilis y la tifoidea causaron la muerte de innumerables californios. En los años de 1709 y 1710 se presentó un grave padecimiento de la viruela la que según el padre Miguel Venegas “acabó con casi todos los párvulos y muchos adultos de las misiones”.

Relata Ignacio del Río que “los organismos de los indios se encontraban totalmente desprovistos de defensas contra estas enfermedades que no causaban mayores efectos entre la población forastera, pero que, en cambio, entre los naturales californios resultaban siempre de fatales consecuencias. Baegert refiere que en 1763 un español que había estado enfermo de viruela regaló a un indio un pedazo de paño, lo que fue suficiente para que en un plazo de tres meses contrajeran la enfermedad y murieran más de cien californios en una sola misión”.

La viruela que diezmó la población indígena también hizo acto de presencia en los primeros años del siglo XIX en la península californiana. En los años de 1805 y 1806, la enfermedad fue un problema serio para el gobernador Felipe de Goicochea, por lo que solicitó al virrey don José de Iturrigaray la presencia de un cirujano médico que lo fue don José Francisco Araujo, quien al llegar a Loreto y darse cuenta del peligro de los contagios le pidió al gobernante que solicitara al virrey le enviara el pus de la vacuna a fin de aplicarla a los enfermos.

Con el remedio a la mano Araujo atendió a los enfermos por lo que bajó el número de contagiados. También en el año de 1844 la viruela se presentó en la península tal como lo refiere Manuel Clemente Rojo. Dice que el gobernante mandó traer la vacuna de Mazatlán y decidió ponerla él mismo a los enfermos pero “comenzaron a notar que a todos aquellos a quienes vacunaban les daban las viruelas malignas y no escapaba ninguno… con esto se retrajo la gente de ir a vacunarse y entonces el jefe político hacia que se los llevaran a la fuerza, los vacunaba y los despachaba a morir…”.

“El modo que tenía de administrar la vacuna era insertar, en una aguja gruesa, una mecha de algodón que humedecían en el pus y luego, como quien cose un lienzo, pasaban esta aguja entre cuero y carne del vacunado, cortaban el pabilo dejándole la mecha adentro, y a los pocos días alma a la eternidad”.

Clemente Rojo termina diciendo que el resultado fue que cuando comenzó la operación de la vacuna había en el puerto de La Paz más de 600 almas. Después no quedaron arriba de doscientas. Desde luego eso fue en el pasado. En la actualidad el método de vacunación contra las diferentes enfermedades evita su propagación protegiendo a la población en general, sin temores por su aplicación. 

Mayo 25 de 2022.

jueves, 19 de mayo de 2022

LOS ORÍGENES DEL TOTALITARISMO

Anne Aplebaum, es la autora del libro “El ocaso de la democracia” en el que dice que las democracias occidentales están bajo asedio y el auge del autoritarismo, una cuestión que debería preocuparnos a todos.

La semana pasada en Letras Libres apareció un artículo titulado “Por qué debemos leer a Annah Arendt ahora” y lo justifica diciendo: “Cuando Los orígenes del totalitarismo” se publicó en 1951, el pesimismo de Arendt parecía exagerado para aquel momento de prosperidad. Setenta años más tarde, sus preocupaciones han cobrado una inquietante vigencia”.

El libro de Arendt se ubica dentro de las teorías normativas de las ciencias políticas, en especial analizando las corrientes contemporáneas dedicadas a estudiar las consecuencias de los socialismos y nacionalsocialismos. Estas teorías ponen su atención en la libertad individual y grupal frente al poder estatal. Y con el tema de la progresiva limitación de las libertades fundamentales a través de la manipulación de la ley.

En un detallado análisis, Annah ejemplifica los totalitarismos con los gobiernos de Stalin y Hitler. El desconocimiento de la ley, la anulación progresiva de los derechos y libertades civiles, la omisión de los derechos del hombre, son recursos utilizados por los gobiernos totalitarios para la dominación individual y social.

Alemania en la época del nazismo como Rusia con Stalin, promulgaron nuevas leyes no para buscar el bienestar de los individuos, sino más bien con el fin de someter a la sociedad a un nuevo poder. Annah enumera algunas de las características del totalitarismo: el dictador o líder totalitario debe mentir a fin de mantenerse en el poder, establece mecanismos de sucesión en caso de la falta absoluta del líder, asegurando el monopolio del poder; desprecia las riquezas naturales e industriales del país; la economía pasa a un segundo plano; anula de manera progresiva los derechos y libertades civiles y el establecimiento de un Estado permanente de ilegalidad.

Anne Aplebaum, es la autora del libro “El ocaso de la democracia” en el que dice que las democracias occidentales están bajo asedio y el auge del autoritarismo, una cuestión que debería preocuparnos a todos.

La semana pasada en Letras Libres apareció un artículo titulado “Por qué debemos leer a Annah Arendt ahora” y lo justifica diciendo: “Cuando Los orígenes del totalitarismo” se publicó en 1951, el pesimismo de Arendt parecía exagerado para aquel momento de prosperidad. Setenta años más tarde, sus preocupaciones han cobrado una inquietante vigencia”.

El libro de Arendt se ubica dentro de las teorías normativas de las ciencias políticas, en especial analizando las corrientes contemporáneas dedicadas a estudiar las consecuencias de los socialismos y nacionalsocialismos. Estas teorías ponen su atención en la libertad individual y grupal frente al poder estatal. Y con el tema de la progresiva limitación de las libertades fundamentales a través de la manipulación de la ley.

En un detallado análisis, Annah ejemplifica los totalitarismos con los gobiernos de Stalin y Hitler. El desconocimiento de la ley, la anulación progresiva de los derechos y libertades civiles, la omisión de los derechos del hombre, son recursos utilizados por los gobiernos totalitarios para la dominación individual y social.

Alemania en la época del nazismo como Rusia con Stalin, promulgaron nuevas leyes no para buscar el bienestar de los individuos, sino más bien con el fin de someter a la sociedad a un nuevo poder. Annah enumera algunas de las características del totalitarismo: el dictador o líder totalitario debe mentir a fin de mantenerse en el poder, establece mecanismos de sucesión en caso de la falta absoluta del líder, asegurando el monopolio del poder; desprecia las riquezas naturales e industriales del país; la economía pasa a un segundo plano; anula de manera progresiva los derechos y libertades civiles y el establecimiento de un Estado permanente de ilegalidad.

Varios países dirigidos por populistas y autócratas son, por sus características gobiernos totalitarios. China, Rusia, Corea del Norte, Turquía, Venezuela, Cuba, Nicaragua y nuestro país, México, está por incluirse. Pero debemos admitir que algunos de ellos han logrado avances económicos y tecnológicos como son los casos de China, Rusia y Corea del Norte.

En México, la implantación de una dictadura la ha frenado la pandemia del Covid-19, la crisis económica, los asesinatos, los feminicidios la inseguridad y las tensas relaciones con países del exterior. Y es que las dictaduras lo son en la medida que logran sortear los problemas sociales y políticos, aunque sea en menoscabo de los principios democráticos.

El analista Moisés Naim dice que “en todos los continentes las democracias se han debilitado, mientras que las dictaduras están en auge abarcando el 70 % de la población mundial”. Y esto ha sido motivado, entre otras cosas por la pandemia del Covid-19 y la crisis financiera mundial. A lo anterior hay que sumarle el grave problema del calentamiento global y el reciente encuentro bélico entre Rusia y Ucrania.

Ocupados en los asuntos de primer orden, muchos países desatendieron los caminos democráticos, y por ello un grupo de líderes autoritarios se apropió de gran parte de las democracias del mundo.

A Annah Arendt le llamaba mucho la atención la pasividad de tanta gente frente a las dictaduras; la disposición de creer mentiras y propaganda. Así, las masas “lo creen todo y no creen nada; creen que todo era posible y que nada era cierto”.

Tanto Annah Arendt en el pasado y Anne Aplebaum en el presente, plantean los graves problemas del totalitarismo y el ocaso de las democracias. Ayer como hoy se utilizan las teorías de la conspiración, la polarización social, el poder avasallador de las redes sociales e incluso el sentimiento de nostalgia por el pasado. Para allá va México si nos descuidamos.

Mayo 18 de 2022.

domingo, 15 de mayo de 2022

LOS SALDOS DE UNA CONMEMORACIÓN

Han pasado 487 años y nuestra ciudad recordó el arribo a esta península de Hernán Cortés el 3 de mayo de 1535 y del nombre que le puso al sitio donde desembarcó: Puerto y Bahía de Santa Cruz. Así se asienta en el acta de posesión que ha llegado hasta nuestros días.

Como en años recientes, los actos conmemorativos fueron semejantes. Simulacro del desembarco de Cortés cada vez con más de ficción que realidad, las conferencias a cargo de historiadores como Eligio Moisés Coronado, Carlos Lazcano y Cristian Duverger, exposiciones y un conversatorio en el Centro Municipal de las Artes. Además, los eventos artísticos en el malecón en los primeros días de mayo.

Y respecto a la fundación de nuestra ciudad, el historiador Pablo L. Martínez aseguró que fueron cinco las fundaciones, la primera en 1535, la segunda en 1596 por Sebastián Vizcaíno quien le puso el nombre de La Paz, la tercera por Isidro de Atondo y Antillón en 1683 que la llamó Nuestra Señora de Guadalupe de California, la cuarta cuando el padre jesuita Jaime Bravo fundó la misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz en 1720 y por último la quinta, con los primeros colonos que se establecieron en forma definitiva en este lugar, en 1811.

A la fecha existe la duda sobre el lugar o lugares de la bahía de La Paz donde hicieron contacto con los indígenas, aunque es de creerse que fue a un lado donde había agua, la necesaria para satisfacer las necesidades de los nativos. Ninguno de los supuestos fundadores dejó indicios de ellos, por lo que pudo ser en la desembocadura de los arroyos que atraviesan la ciudad y de los palmares, como los mentados “palmares de Abaroa”

Corre la versión de la existencia de un antiguo pozo a un lado del arroyo que desemboca a un lado del hotel Los Arcos construido por los acompañantes de Cortés, mismo que surtió de agua durante un poco más de un año que permanecieron en el lugar. Y caso parecido fue cuando el padre Jaime Bravo fundó la misión: “Reconociose también paraje a propósito para fundar la misión iglesia y vivienda, que se halló muy a propósito en una loma alta, que domina las playas a tiro de escopeta corta del aguaje, y de suelo duro y llano con un mesa muy espaciosa”.

En el año de 1683, Isidro de Atondo y Antillón dijo en sus memorias que “Hallaron un pozo de agua dulce, que por orden de dicho señor almirante se ahondó y alegró de modo que mana bastante agua para la gente, y un palmar que tendrá como hasta doscientos, de los cuales el señor almirante mandó cortar una y que se labrase en ella una santa cruz y se pusiese sobre un cerrito como a un tiro de arcabuz de la orilla”.

Todo lo anterior nos da una idea del lugar donde Fortún Jiménez desembarcó y también Cortés, quien debió haber encontrado los restos y equipo de los marinos que perdieron la vida a manos de los indígenas. Así también lo debió haber hecho Sebastián Vizcaíno y tantos otros que llegaron antes de la llegada de los misioneros jesuitas en el año de 1697.

En mis libros “La Paz y sus historias” y “Aconteceres de Baja California Sur”, hago mención de Hernán Cortés y su permanencia en Santa Cruz. Y en referencia a la conmemoración, escribí “Son los días en que se menciona a Hernán Cortés, como el personaje principal de ese hecho histórico. Pero pasados los festejos nadie se acuerda de él, como si ello y el reconocimiento estuvieran vedados para los bajacaliforniianos”.

El hecho mismo de dar a conocer al mundo esta nueva tierra descubierta y sus propósitos de colonización lo hacer merecedor a algo más que los festejos anuales. Después de más de 500 años de la leyenda negra forjada a su alrededor, criticando lo bueno o lo malo de sus acciones, los habitantes de la península California debemos honrarlo como lo que fue: el fundador de la ciudad de La Paz.

En el remozado malecón existen varios lugares apropiados para levantar un monumento a su memoria, pero quizá el más adecuado sea en la desembocadura del arroyo frente al hotel Los Arcos. Espero vivir para contemplarlo. 

Mayo 11 de 2022.